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Buenos Aires
El principal acusado en la causa denominada “la ruta del dinero K” se negó a declarar ante el Tribunal Oral 4.
Comenzó ayer la segunda audiencia por el caso conocido como la “ruta del dinero K”, por el presunto lavado de 60 millones de dólares. La Justicia le tomará declaraciones indagatorias a los 25 acusados que tiene el expediente, entre ellos, el empresario detenido y principal acusado, Lázaro Báez.
Báez llegó antes de las 8 a Comodoro Py. Arribó en una unidad del Servicio Penitenciario Federal.
Lo llamativo fue que la camioneta tenía la inscripción “Vehículo recuperado de la Corrupción”. Efectivamente, el rodado perteneció al sindicalista Juan Pablo “Pata” Medina, detenido por los delitos de extorsión, lavado de dinero y asociación ilícita.
La segunda jornada del juicio –que se inició la semana pasado– comenzó con la resolución de una serie de planteos que hicieron las defensas.
El tribunal rechazó la mayoría de ellos, aunque le dio tratamiento a tres. Son los pedidos de nulidad de la acusación de la Fiscalía porque entre los imputados no se incluyeron a las empresas y de la elevación a juicio del caso por falta de prueba.
También la solicitud para que se unifiquen las querellas de la Unidad de Información Financiera (UIF) y la Oficina Anticorrupción (OA) en una sola.
Los magistrados rechazaron otro planteo de las defensas. Fue el pedido de apartamiento del cuarto juez, Rodrigo Giménez Uriburu.

Planteos
Tras el análisis de los planteos, llegaron las indagatorias. Es el momento en el que los acusados pueden o no declarar. En rigor, pueden hacerlo en cualquier momento del juicio y las veces que quieran.
El tribunal estableció un orden. El primero fue Báez. Se negó a declarar y solo se limitó a responder sus datos personales. Allí sorprendió a todos cuando le preguntaron a qué se dedicaba y su profesión: “Era empresario”, respondió haciendo el clásico gesto de levantar una ceja.
Cada vez que Báez fue indagado durante las investigaciones de todas las causas que tiene -lavado de dinero, obra pública, Los Sauces y Hotesur- siguió la misma estrategia: no habló, se negó a contestar preguntas e hizo su descargo a través de un escrito.
El orden de indagatorias continuó con el abogado Jorge Chueco y el contador Daniel Pérez Gadín. Los dos están presos con Báez en la cárcel de Ezeiza desde abril de 2016. Ellos también se negaron a declarar.
El cuarto lugar fue para el arrepentido del caso, Leonardo Fariña. Y los cuatro hijos de Báez: Martín, Leandro, Melina y Luciana. Todos se negaron a declarar.
El tribunal les pidió a las defensas que le informen previamente quiénes iban a declarar y quiénes no para organizar las audiencias. Pero mayoritariamente no recibieron respuesta.
Todos los acusados tuvieron tienen que estar presentes en la audiencia que se realizaron en los tribunales de Comodoro Py.
Si los acusados se niegan se leerán las indagatorias que hicieron en primera instancia ante el juez que investigó el caso, Sebastián Casanello. Por ser 25 acusados, la instancia de las indagatorias puede demandar varias audiencias.

Proceso
En el proceso se juzgan tres hechos de presunto lavado de dinero por 60 millones de dólares. Uno son los 5.100.000 de dólares con los que fueron filmados Martín Báez, Pérez Gadín y otros acusados en la financiera S.G.I.
El segundo son 32.800.000 de dólares que salieron del país y que volvieron en títulos de la deuda pública a la empresa “Austral Construcciones”, la empresa más importante de Báez. Y el último es la compra de campos, propiedades y autos.
La hipótesis es que el dinero que se blanqueó formaba parte de los fondos públicos de la obra pública que las empresas de Báez recibieron de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.
En la primera audiencia, Báez se encontró con sus cuatro hijos. Ingresó a la sala custodiado por agentes del Servicio Penitenciario Federal y se sentó en la segunda fila al lado de su hijo Martín. Atrás estaban Leandro, Melina y Luciana. En los dos cuartos intermedios que tuvo la audiencia aprovecharon para saludarlo y charlar.
En el juicio no solo se determinará la culpabilidad o no de los acusados. También está en juego el destino de 1.355 bienes, entre propiedades, autos, maquinarias viales y dos aviones, que están embargados por la justicia.
La última cotización oficial concluyó que tienen un valor de 186.661.735 de dólares. Si el tribunal oral entiende que fueron adquiridos ilícitamente podrá decomisarlos y pasarán al estadio nacional.
Este es el primer juicio a Báez pero no el último. El 26 de febrero comenzará a ser juzgada junto a Cristina Kirchner y otros acusados por las presuntas irregularidades en la obra pública que recibió.
También en etapa de juicio oral -pero todavía sin fecha de inicio- tiene la causa “Los Sauces” y el expediente “Hotesur” está en condiciones de ser elevado a juicio.
En esas dos causas también está acusado junto a la ex mandataria y actual senadora por derivar fondos a negocios de la familia Kirchner