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Los gremios docentes, judiciales, estatales provinciales y de la salud que integran la Mesa de Unidad Sindical (MUS) de Santa Cruz repudiaron en la tarde de ayer la “salvaje represión” registrada anoche durante una manifestación frente a la residencia oficial de la gobernadora Alicia Kirchner, en donde también se encontraba la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y responsabilizaron a la mandataria provincial por los incidentes que dejaron al menos cuatro heridos de bala de goma.
En el marco de una conferencia de prensa que ofrecieron esta mañana en la sede provincial de la Asociación Docentes de Santa Cruz (ADOSAC), los gremios convocaron para hoy a las 18 a una movilización en el centro de Río Gallegos, en rechazo a la represión y calificaron al gobierno de Alicia Kirchner de “insensible”.
“Más que las balas de goma nos duele la provincia”, resumió Olga Reinoso de ATE Santa Cruz durante la rueda de prensa, en la que calificaron de “desesperante” la situación de “muchos santacruceños que siendo 22 de abril todavía no cobraron sus salarios”.
Los gremios, encabezados por ADOSAC, pidieron además al gremio nacional docente CTERA que convoque a un paro nacional en repudio de los incidentes de esta madrugada, en tanto que la CTA autónoma local convocó para una medida de fuerza para este lunes.
Al menos cuatro personas resultaron heridas cuando la policía de Santa Cruz reprimió una manifestación espontánea que, pasada la medianoche del viernes, intentó ingresar a la residencia oficial de la gobernadora, en reclamo del pago de haberes adeudados, luego de difundirse que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner había llegado al predio.
Tres heridos se registraron en el primer accionar de la Infantería, pasadas las 0.30, sobre el portón de la calle Piedra Buena, frente a la Jefatura policial, hacia donde se habían volcado los efectivos para dispersar a los manifestantes que lograron franquear la reja del otro ingreso hacia los jardines de la residencia oficial.
Un cuarto manifestante resultó herido en la cara, a la altura del ojo, avanzada la madrugada, durante otra acción de dispersión de las fuerzas policiales. Otros manifestantes resultaron afectados por los gases lacrimógenos utilizados en reiteradas oportunidades por la Infantería, ante el accionar de un grupo reducido que, repudiado por el grueso de la protesta, arrojaban piedras hacia las ventanas de la residencia donde se encontraban la gobernadora y la ex presidenta de la Nación.