Una familia integrada por cuatro personas necesitó $63.546 para vivir durante un mes en la CABA. El dato fue publicado por el economista Fernando Barrera junto al CESyAC y tiene una particularidad que lo diferencia de la canasta de pobreza que realiza todos los meses el Indec: incluye el costo del alquiler.
Así, según el informe la canasta básica de una familia tipo llegó a un valor de $13.809 para lo referido a productos de consumo masivo y a $49.737 para los servicios básicos para el hogar, lo que incluye alquiler e impuestos, por un total de $19.784, y el pago de las tarifas de la vivienda, por $6.355.
Según el Indec, la mediana de los salarios, tal lo que se desprende del informe Evolución del ingreso del tercer trimestre, que se realiza en base a los datos de la EPH es de $14.660 y el promedio de $18.172. Incluso el salario medio del decil más rico es de $54.604.
Record inflacionario
El martes se oficializó finalmente la inflación del 2018; fue la más alta desde la salida de la híper y llegó a 47,6%. Superó los picos anteriores de 41%, que se dieron en 2016 y 2002. En total, en lo que va de la actual gestión, la suba de precios es de 160% y llegará a 245%, según lo que esperan los analistas privados. Es decir que la canasta del IPC más que triplicará el nivel de precios recibido.
La de diciembre fue de 2,6%. Visto contra los registros de septiembre y octubre es un número menor, pero sigue siendo muy alta. Así, la inflación volvió a niveles del tarifazo de principios de año, pre corrida, y tanto los economistas como el Gobierno esperan que, por las nuevas subas de regulados, continúe como piso en esos niveles hasta abril.
En diciembre los que más pegaron fueron los precios de la salud: hubo subas en prepagas de 8,5% y también incrementos fuertes en los medicamentos. Eso marcó una suba de 5,2% y le agregó 0,53 punto al número final. Es decir que sin aumentos en los precios regulados del sector salud la inflación hubiese sido de 2,1%. También pegó la suba de los gastos comunes de la vivienda, por el ajuste salarial en los salarios de los encargados de edificio, que agregó 0,58 punto, con una suba de 3%. Y los incrementos en telefonía móvil impactaron y, por supuesto, los alimentos.
En el BCRA la crisis cambiaria, y la foto de los anteriores presidente y vicepresidente Federico Sturzenegger y Lucas Llach anunciando una meta de 10% para el 2018, tuvieron impacto. El martes mismo una alta fuente de la autoridad monetaria sostuvo: “Nosotros no damos estimados a futuro, bajo ningún punto de vista queremos parecernos al modelo anterior de metas de inflación. Pero estamos preparados para que los próximos meses sean parecidos a estos, porque ahora esperamos el nuevo ajuste de precios regulados y las paritarias. Así que la inflación va a seguir en estos niveles”.
Así, si bien el Ejecutivo mostró en el Presupuesto 2019 la expectativa de lograr una inflación de 23%, que el BCRA no pretende hacer propia al menos en forma explícita, los privados ya esperan una por encima de 30%. Desde LCG, la economista Melisa Sala afirmó: “Entendemos que, a partir de mayo, en un escenario de estabilidad cambiaria, las anclas que implican un programa monetario rigurosamente contractivo y una actividad recuperándose en el margen, garantizarán menores subas de precios en la segunda mitad del año. Proyectamos una inflación desacelerando a tasas del 32% interanual a diciembre de 2019”.
Así, la emisión cero, el freno a “la maquinita”, incluso para financiar al Tesoro, y la súper tasa, no parecen estar alcanzando para desinflar en forma significativa, aunque sí para poner un techo, siempre y cuando no haya un evento disruptivo que dispare al precio del dólar. Desde el Central consideran que no caer en el error de las gestiones anteriores, apurando la suba de tasas, será la actitud a seguir.