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Cañadón Seco
A fines del 2018 desde la Capital Petrolera en Santa Cruz, Jorge Soloaga reafirmaba la Emergencia Hidrocarburífera anunciando que estábamos entrando a una ‘tormenta perfecta’ ante el panorama más oscuro de la década en materia petrolera y que era imprescindible asumir un rol de protagonismo desde el Estado para salir de la pasividad ante un escenario económico devastador.
Ante la constante desinversión de las operadoras con la caída en la producción a niveles alarmantes, en la zona norte se comenzaron a producir los primeros embates. La paralización de SINOPEC días pasados solo es la punta del iceberg de un 2019 que se prevé complicado ya que a pesar de las condiciones, exigencias y obligaciones que han tenido las empresas petroleras no se recuperaron los niveles de producción del año 2015.
En este escenario, Jorge Soloaga anunció que adhiere a la preocupación de los dirigentes de sindicatos del sector petrolero, Claudio Vidal y José Llugdar, que ante la falta de decisión política resguardan inteligentemente los intereses de los trabajadores, pero apunta a fortalecer los mecanismos protectorios que deben surgir como una responsabilidad del Estado sosteniendo “El Estado tiene la obligación inexcusable de vigilar toda explotación de una fuente de riqueza pública fundamental para Santa Cruz como lo es la Hidrocarburífera, a fin de evitar que el interés particular desaprensivo la malgaste o explote irracionalmente y la perjudique, o la negligencia empresarial e incapacidad económica la deje improductiva”.
Entendiendo que las áreas petroleras en concesión no son propiedad del capital privado, y que el Estado como propietario tiene la obligación y el derecho, inquebrantable, indiscutible e insoslayable de resguardar nuestros recursos “Debe controlar y fiscalizar el proceso de inversión y sustentabilidad económica y productiva, la sustentabilidad social, laboral y medioambiental. No puede dejar el recurso librado al libre albedrío del mercado empresarial petrolero generando angustia o incertidumbre en la sociedad. No puede haber un Estado ni ausente ni bobo.”
Con un Gobierno Nacional que defiende los intereses empresarios por sobre las mayorías populares, desde Cañadón Seco, su Jefe Comunal se mantiene expectante y en alerta, sin especular con acciones coyunturales electoralistas exige al Estado Provincial la implementación de una política proactiva ya que “No se puede quebrar la dignidad de las comunidades petroleras, las empresas no pueden continuar haciendo lo que se les viene en gana, pero sino no hay un control del Estado, lamentablemente esto va a continuar”.