Buenos Aires
Ante el pedido de la Unidad de Información Financiera para que sea reabierta la causa por enriquecimiento ilícito contra Cristina Kirchner que hace nueve años el ex juez Oyarbide cerró en tiempo récord y bajo una intensa polémica, ahora la justicia no descarta que, si ese explosivo expediente volviera a investigarse, el objeto de investigación contra la ex presidenta sea aún más amplio y que se sumen otros delitos.
Tal como informó Clarín, el juez a cargo de la causa, Ariel Lijo, corrió vista al fiscal Eduardo Taiano para que se pronuncie al respecto.
Y Taiano solicitó esperar a que el juez Claudio Bonadio envíe las declaraciones de Oyarbide y el contador Víctor Manzanares en la causa de los cuadernos. Ambos dieron detalles sobre supuestas irregularidades y presiones en el trámite de aquel expediente por enriquecimiento.
Lijo tiene ahora a su cargo el Juzgado 5 que perteneció a Oyarbide, cuyo reemplazante definitivo aún no se designó. Allí, durante sólo seis meses estuvo abierta la causa por enriquecimiento ilícito contra Néstor y Cristina Kirchner en 2009. Después de una pericia contable de la que participó el entonces contador de los ex presidentes, Víctor Manzanares, el magistrado a cargo sobreseyó al matrimonio y la causa se cerró.
Proceso
La discusión sobre cómo se llevó adelante el proceso de investigación se reabrió el año pasado en el marco de la causa de los cuadernos de las coimas, cuando Oyarbide admitió que actuó bajo presiones de los ex presidentes; del ex director de la SIDE, Antonio Stiuso, y del operador judicial K Javier Fernández en relación a dicha investigación.
Esto derivó en un pedido de la Unidad de Información Financiera (UIF) para que se anule la resolución en la que se dictaminó el sobreseimiento sobre los Kirchner. Tal solicitud se reiteró la semana pasada, después de que la Cámara federal porteña aceptó a la UIF como querellante en esta discusión por la reapertura
¿Qué cambió para insistir? La confesión de Víctor Manzanares, quien aún espera ser aceptado como imputado colaborador en la causa de los cuadernos, donde quedó procesado por lavado de dinero con prisión preventiva.
Ante el fiscal Carlos Stornelli declaró que el juez Oyarbide manipuló la pericia contable para cerrar rápidamente la investigación.
Por esta razón el juez Lijo le pidió al fiscal Eduardo Taiano que se expida al respecto. La respuesta de la fiscalía fue esperar a que el juez Claudio Bonadio “envíe las actuaciones”, es decir, que mande las declaraciones tanto Oyarbide como de Manzanares una vez homologada.
Este punto es importante. Según fuentes judiciales, será necesario “que primero se homologue la confesión de Manzanares como imputado colaborador y que el juzgado pueda tener una copia de la misma, para poder expedirse al respecto”.
Investigación
Con este telón de fondo, como el juez Lijo analiza que el objeto de investigación puede ser aún más amplio, es decir, Cristina Kirchner podría ser investigada además de enriquecimiento ilícito “también por lavado de dinero”, explicaron fuentes judiciales a Clarín.
Los investigadores tienen en cuenta que en la pericia contable hay un año en el que el matrimonio Kirchner se desprendió de 13 propiedades y gran parte de las operaciones inmobiliarias se realizaron con Lázaro Báez y Rudy Ulloa, entre otras personas del entorno de los ex presidentes.
Por otro lado, llama la atención que la pericia contable haya concluido sólo en seis meses, cuando habitualmente este tipo de trabajos requeridos por los juzgados suelen demorar mucho más.
“Se analiza si el proceso fue manipulado y cómo se hizo y por otro lado se analiza el contenido propio de la pericia”, indicaron fuentes de la investigación.
La causa contra los ex presidentes inició con una denuncia al detectar que sólo en 2008, los Kirchner habían declarado un aumento de su patrimonio del 158 por ciento.
En aquel entonces, los peritos de la Corte señalaron que el aumento de los bienes de Néstor “no se justificaba” con sus ingresos, pero Oyarbide se basó en un informe del contador K, Víctor Manzanares, y archivó la causa.
El fiscal Eduardo Taiano no apeló esa sentencia, pero luego se vinculó esa sorprendente decisión a un secuestro exprés que sufrió su hijo.