Buenos Aires
En la etapa final de las indagatorias en el juicio por lavado de dinero contra Lázaro Báez, se tomó declaración testimonial a dos representantes suizos del Banco Safra, en el que se detectaron cuentas cuyos beneficiarios finales eran los hijos del empresario K.
Una de esas declaraciones confirmó que los hijos de Lázaro eran los beneficiarios de las cuentas, que Fabián Rossi intervino y que todo “era parte de la estructura patrimonial” del dueño de Austral Construcciones.
Suiza confirmó en su oportunidad operaciones por más de U$S 20 millones a través de diferentes empresas constituidas entre ellas, como Helvetic Service Group y Fondation Kinsky, entre otras.
La Ruta del Dinero K reconstruye un circuito de operaciones bancarias corroboradas a través de la información bancaria suministrada por los bancos PKB Privatbank y el J. Safra Bank, radicados en Lugano y Ginebra, respectivamente, donde dos empresas con sede en Panamá vinculadas al empresario K abrieron allí sus cuentas: SGI y Marketing and Logistic Managment SA, entre las más relevantes
Las cuentas vinculadas a Báez no perduraron abiertas más de seis meses y operaron prácticamente en simultáneo entre 2012 y 2013.
Se utilizaron para realizar 139 operaciones por 20 millones de dólares, según consignó la Confederación Suiza.
Financiera
Los principales administradores de dichas cuentas fueron los ejecutivos de la financiera SGI Argentina conocida como “La Rosadita”, Eduardo Castro, Gustavo Fernández y Fabián Rossi. Los beneficiarios finales eran los hijos del empresario K.
Esta información fue confirmada por uno de los representantes del Banco Safra, quien contó cómo empezaron las tratativas para la apertura de cuentas.
Lázaro Báez ya tenía una estructura financiera montada en Suiza pero con otra entidad financiera, Lombard Odier (Ginebra) donde se abrió una cuenta a nombre de Teegan (509755), que movió casi U$S 2 millones en 2011.
En este caso, el Tribunal Oral Federal 4 (TOF 4) se centró en el Banco Safra con el cual empezaron a operar los Báez cuando cerraron las operaciones en el Lombard Odier.
“Se trataba de una familia muy importante que tenía una cuenta en el Banco Lombar Odier. Pedí información y me explicaron que ya tenían relaciones importante en Suiza y que estaban buscando otros bancos para radicar sus activos en Suiza. Me dijeron que se llamaba Báez”, contó Alex Mauro en su testimonial por videoconferencia desde la Fiscalía General de Suiza.
Hijos
Entonces, agregó: “Su hijo mayor (por Martín Báez), el señor (Jorge) Chueco y (Daniel) Pérez Gadín iban a venir a Suiza y me pidió que les fijara una cita para preparar la apertura de la cuenta”. Finalmente se encontraron en junio de 2012, y durante la visita explicaron que tenían una “estructura patrimonial basada en la Fundación panameña y que la estructura patrimonial era de la familia Báez, buscaban abrir una cuenta para esta fundación”.
Las operaciones se concretaron tras la apertura de un conjunto de cuentas en el J. Safra Bank, cuya titularidad correspondía a SGI Argentina SA y Marketing and Logistic Managment SA, vinculada a la firma panameña Fondation Kinsky -cuyos beneficiarios bancarios son los hijos de Báez-. Fabián Rossi figuraba en la primera como firmante autorizado.
En este punto, el representante del banco suizo explicó que el “procedimiento denominado “Conozca a su Cliente” se aplica para quienes puede ser considerados ‘alto riesgo, y se implementó con Lázaro Báez “porque se habló de U$S 25 millones, cifra que en aquel entonces representaba de una operación “de alto riesgo para el Banco”.
Otro factor que se analizaba era el rubro al que la empresa de Báez se dedicaba y la entidad financiera vio que se trataba de adjudicación de obra pública: “Con esta actividad necesariamente tenía relación con el sector público”.
Hubo una segunda reunión en Buenos Aires, donde se corroboró más información. Gadín y Chueco (ambos presos) “tenían mandato de la familia Báez para representarlos en los movimientos bancarios que pretendían hacer en Suiza”. Además, dijo que Martín Báez participaba “de todas las reuniones”.
Así, fue llegando a un punto clave: el representante financiero confirmó que los hijos de Lázaro Báez eran “los beneficiarios de las cuentas” abiertas . “Las sociedades eran parte del patrimonio de la familia Báez y los beneficiarios económicos eran los mismos, sus cuatro hijos y el señor Lázaro Báez”, reafirmó.
Cuando describió la estructura utilizada para la justicia para lavar dinero, mencionó a Fabián Rossi, quien se autodefinió en este expediente como un simple “cafetero” ya que se lo ven en las imágenes de la financiera “La Rosadita” pateando bolsos con dólares.
En un segundo encuentro en Buenos Aires, “Pérez Gadín me presentó al señor Rossi y me reunió con él.
Rossi me explicó sus actividades y me preguntó si era posible abrir una cuenta en Suiza”. Todo derivó finalmente, en la apertura de las cuentas.