Caleta Olivia
Desde el Comité local el Partido Obrero, queremos expresar nuestra incondicional solidaridad con el vecino de Rodrigo Pérez, quien este 25 de mayo, a las 16Hs aproximadamente, sufrió un ultrajante abuso en pleno centro de la ciudad junto a su familia por parte de efectivos de la Seccional 1ra, comisaria signada como responsable del asesinato de Gustavo Gerez, indicaron desde el Partido Obrero a través de un comunicado de prensa.

violencia

Expresan además que “en plena flexibilización de la cuarentena, la habilitación de lugares de esparcimiento, y en el contexto de cero casos positivos de Covid-19 en nuestra ciudad, esta familia solo salía a distenderse luego de más de 60 días de encierro. ¿Cuáles son las garantías del estado, en “democracia” para que este vecino y el resto de la comunidad con los protocolos aplicados resguarden su integridad?”.
Los hechos de abuso se reproducen una y otra vez. Este modus operandi que utilizaron con el vecino es el mismo que usaron el viernes pasado en Pico Truncado para “cazar municipales”, con las compañeras del PSTU en San Julián y con Gustavo Gerez (pero como fue de madrugada no hubo registro fílmico). Ya sabemos las consecuencias de este accionar.
La impunidad del Oficial Méndez y los demás involucrados en el asesinato de un pibe de barrio como Gustavo Geréz, han abonado el camino para que estos hechos se repitan. Su llegada a Caleta Olivia luego de su traslado “hasta que se tranquilicen los ánimos”, confirman nuestra hipótesis.
Con absoluta claridad, nuestro vecino, que se gana la vida vendiendo tortillas y dulces en la calle, relató que todo el tiempo se cubren entre ellos con una mentira tras otra, con la complicidad del Estado a través del Poder Judicial que cubre a las fuerzas de “seguridad”, el brazo armado del Estado es quien está encargado de la represión en los barrios, hostigando a la juventud, incitando a la violencia, la fuerza pública es la que está a la orden del Poder político de turno, que manda a reprimir a trabajadores ocupados o desocupados cuando reclaman por sus derechos, por ello no nos sorprende el accionar de los agentes de la policía.