Con la llegada del verano, los días que transcurren alcanzan altas temperaturas, y esto puede representar un riesgo para el organismo. Por esto, en caso de realizar actividad física, es necesario llevar una vida saludable y tener en cuenta algunos consejos para practicar ejercicio de forma segura.
La ciencia comprueba que realizar actividad física con regularidad ayuda a mantener una vida saludable tanto física como mental. Realizar ejercicio al aire libre genera una mayor sensación de vitalidad y optimismo, y contribuye a disminuir los niveles de estrés y tensión, además de los beneficios del sol en la producción de vitamina D.

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Sin embargo, a medida que la temperatura ambiente se incrementa por arriba de los 30 grados, se debe tener especial cuidado con las actividades a realizar. La Dra. Valeria El Haj, señala que los días de excesiva temperatura se deben tomar todos los recaudos necesarios para evitar sufrir un golpe de calor, que es un aumento de la temperatura corporal que se produce como consecuencia de la exposición prolongada al sol y/o por hacer ejercicios en ambientes calurosos, con poca ventilación.
«Cuando se produce un golpe de calor el cuerpo pierde agua y sales esenciales para su buen funcionamiento, por ese motivo es de suma importancia que las personas se mantengan hidratadas, con agua fresca o bebidas isotónicas además del agua, más aún cuando están realizando actividad física. Es necesario recurrir también a un espacio ventilado y fresco para que la temperatura del cuerpo se estabilice», explica la Dra. El Haj.
Algunos de los síntomas asociados al golpe de calor, a los cuales se deben prestar especial atención son:
– Sed intensa y sequedad en la boca.
– Temperatura mayor a 39º C (medida en la axila).
– Sudoración excesiva.
– Sensación de calor sofocante.
– Piel seca.
– Agotamiento, cansancio o debilidad.
– Mareos, sensación de desmayo o vértigo.
– Calambres musculares.
– Agitación.
– Dolor de estómago, falta de apetito, náuseas o vómitos.
– Dolores de cabeza o sensación de latido u opresión.

Recomendaciones

Algunas sugerencias que se deben tener presentes para realizar actividad física los días con temperaturas elevadas:
– Vestirse con ropa holgada y liviana, en lo posible que sea de algodón y colores claros. Las prendas livianas y holgadas permiten que el sudor se evapore y nos mantengan frescos. En lo posible, usar un sombrero de color claro y ala ancha.
– Beber abundante líquido: se recomienda tomar al menos 2 litros de agua diarios y hacerlo con frecuencia, aunque no se tenga sed. Además, se deben evitar las bebidas con mucha cafeína o azúcar y es importante asegurarnos de que el agua sea segura y esté preservada en botellas limpias y frías.
– Aumentar el consumo de frutas y verduras frescas.
– Evitar la actividad física intensa.
– Evitar el sol del mediodía. Hacer actividad física por la mañana o por la noche, cuando está más fresco en el exterior.
– Cubrirse la cabeza con gorras y utilizar protector solar con factor de protección mayor a 30 FPS.
– Aumentar los cuidados si hay factores de riesgo preexistentes. Determinadas afecciones médicas o medicamentos aumentan el riesgo de contraer enfermedades relacionadas con el calor. De tener planes de entrenar durante el calor, consultar con el médico de cabecera sobre las precauciones que se deben tomar.
«Es importante destacar que los niños y los adultos mayores deben tener un cuidado especial debido a que su capacidad para controlar la temperatura es distinta; a su vez, tienen que tener cierto recaudo, las personas que no realizan ejercicio físico con frecuencia y que quieren realizarlo durante el verano», finaliza la profesional.