Por Karin Hiebaum

shangai

Las estrictas medidas que China está adoptando para frenar la ola de omicronismo en Shanghái están encontrando cada vez más resistencia por parte de la población. El hecho de que numerosos vídeos de las protestas circulen por Internet es más que inusual, porque las políticas autoritarias de China son conocidas por su censura. Sin embargo, con la magnitud de los vídeos, las autoridades ya no pueden seguir el ritmo.

«¡Dennos comida!», exigen los manifestantes en un vídeo publicado por la BBC. Otro clip muestra a una anciana que, según el creador del vídeo, lleva tres días sin alimentarse. «Ni un solo funcionario ha acudido a ayudarla, a pesar de que ha estado clamando por ayuda todo este tiempo», dice. También hay demanda de medicamentos para niños.

Otro vídeo muestra a los residentes peleando por la comida en un punto de distribución, según la BBC. En otro clip, se puede ver a personas increpando a un político chino, algo que se considera inusual en la sociedad china bajo el autoritario presidente Xi Jinping.

Un voluntario utiliza un megáfono para hablar con los residentes de un edificio de apartamentos en Shanghai
La política de «cero» del gobierno chino está llevando al límite a los 26 millones de habitantes de Shanghai, que llevan más de dos semanas de duro encierro. A pesar de las duras medidas, el número de nuevos contagios notificados se situó recientemente en algo menos de 23.000, según las autoridades. China es el único país importante del mundo que se adhiere a una política de erradicación total del virus, lo que está resultando un reto dada la variante Omikron, especialmente contagiosa.

Ola de detenciones por las protestas
Los arrestos y las detenciones por violaciones del código de conducta se han disparado en el último mes, según un aumento de las publicaciones de la policía, de las agencias estatales y de los informes de los medios de comunicación estatales en la plataforma de medios sociales Weibo de toda China.

La mayoría de las infracciones, según la agencia de noticias Reuters, implican a ciudadanos que intentan eludir las normas, por ejemplo, informando de los viajes en una aplicación sanitaria, falsificando los resultados de las pruebas de CoV y saliendo a escondidas de los barrios acordonados. También han aumentado las agresiones contra el personal sanitario. La policía también informó de detenciones de ciudadanos que «descargaban su descontento» y utilizaban «lenguaje inapropiado» relacionado con la pandemia.

Miles de mensajes en las redes sociales utilizaron un hashtag de Weibo para un informe de la agencia oficial de noticias Xinhua sobre la represión policial de la desinformación relacionada con el VHC para criticar la respuesta del gobierno al coronavirus.