Corresponsal Internacional

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El ex comandante del Cuerpo de Guardias de la Revolución Islámica afirmó el miércoles que Irán está asestando continuos “golpes” al Estado de Israel.

“El régimen sionista y sus oficiales saben mejor que nadie los golpes que han recibido de la República Islámica hasta ahora, algunos de los cuales incluso están todavía en curso”, dijo Mohammad Ali Jafari en una entrevista con la agencia de noticias semioficial iraní Tasnim.

Sin embargo, Jafari afirmó que muchas de las operaciones y ataques del CGRI contra Israel deben mantenerse en secreto.

El ex comandante del CGRI dijo que los “golpes” han tenido lugar en Israel, Cisjordania, la Franja de Gaza e incluso en países de la región. HIzo estos comentarios días después de que Israel comenzara a advertir a sus ciudadanos de que no viajaran a Turquía por temor a ataques de agentes iraníes. Los medios de comunicación hebreos han informado de varios intentos de secuestro de turistas israelíes por parte de agentes del CGRI, pero se dice que ninguno de ellos ha tenido éxito.

Jafari dijo que los ataques de Irán eran contrarios al “cobarde asesinato” del coronel del CGRI Hassan Sayyad Khodaei, que recibió cinco disparos en su coche el mes pasado por parte de dos pistoleros no identificados en moto en el centro de Teherán.

Afirmó que Israel ha hecho público su papel en el asesinato, aunque Jerusalén no lo ha hecho. Jabari también insistió en que Khodaei no tenía ningún valor operacional, una afirmación cuestionada por los informes de los medios de comunicación hebreos que afirmaban que el oficial del CGRI tenía la misión de planificar atentados contra israelíes en el extranjero.

Jabbari dijo que Irán había asestado varios golpes más significativos a Israel tanto antes como después del asesinato de Khodaei, aunque de nuevo se negó a dar detalles.

“Cuando el régimen sionista lleva a cabo una operación, es consciente de que recibirá respuestas por ella varias veces”, dijo a Tansim, afirmando que Israel estaba utilizando la guerra psicológica al atribuirse el mérito de ataques con los que no tenía nada que ver.