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Caleta Olivia
Que Caleta Olivia esta tapada en basura, y que la situación sanitaria es grave debido a un “combo” que incluye mugre urbana (basura domiciliaria acumulada en esquinas y baldíos) carencia de recolección de residuos y cloacas colapsadas con ríos de materia fecal en los barrios; no es una novedad. Incluso ya hemos naturalizado “vivir entre la mierda”, como graficaba hace exactamente un año atrás este medio. Pero a este “peligrosos cóctel para la salud”, ahora se suma una silenciosa pero cada vez más notoria invasión de roedores.
En tan solo una semana, con la llegada de las temperaturas templadas tras las fuertes tormentas de lluvia, se comenzó a dar un fenómeno que mezcla condiciones naturales y el factor humano que lo propicia.

Hábitat compartido
Caleta Olivia tiene un ejido urbano disperso, y con grandes zonas descampadas o sin urbanizar.
Extensiones entre la denominada Zonas de Chacras y el barrio Rotary, la totalmente abandonada zona de las dos lagunas, y el basural – que a esta altura está adyacente a tres barrios: el Industrial, 120 Viviendas o 17 de Octubre y 3 de Febrero – son un foco contaminante. Así, la mano del hombre contribuye a que los roedores dejen la zona periférica para buscar un hábitat que no sólo los aleja de sus depredadores naturales sino que también les facilita el alimento.
Vale mencionar que a los ratones, que viven en lo silvestre, se les puede encontrar en madrigueras, campos o nidos. También existen especies que pueden ser adoptadas por el ser humano.
Estos mamíferos pueden incluso vivir en sitios oscuros de casas, departamentos y galpones y serán fáciles de detectar si se observan huecos en el zócalo.

En toda la ciudad
De acuerdo a un sondeo realizado al tiempo que se efectuaba un relevamiento fotográfico sobre la falta de recolección de residuos en toda la ciudad, se pudo saber que el área más cercana al centro de la ciudad donde se han visto ratones y otros roedores (como cuises) es la zona entre la UNPA (Universidad Nacional de la Patagonia Austral, Unidad Académica Caleta Olivia) y la Escuela 14.
Precisamente, las semana pasada se comprobó la existencia de una pequeña colonia de ratones en el mismo predio de la Parroquia San Juan Bosco, en donde estos animales ingresaron incluso al salón parroquial y la iglesia.
También se puede observar este fenómeno en la zona del barrio Vista Hermosa y en redes se compartieron fotos de ratones sobre montones de basura “abandonada” atrás del barrio Bicentenario. Así no solo al Norte, Sur y Oeste de Caleta Olivia se comprueba que debemos convivir con este nuevo vecino, sino también en el centro de la ciudad, en donde encuentran “bebida” (agua de cloacas) y comida (basura de todo tipo) que les permite la subsistencia y rápida proliferación.

Quien es el “nuevo vecino”
Por las fotografías que llegan a la redacción del Diario Más Prensa, más los testimonios en redes sociales, el roedor en cuestión – o al menos el más visto en los barrios – es el Ratón de Campo. Este animal “pequeño y colilargo” – se hizo tristemente conocido años atrás por ser el responsable del contagio del “hanta virus” una enfermedad viral aguda grave. Los ratones de campo (principalmente los colilargos) lo transmiten a las personas, eliminando el virus en la saliva, las heces y la orina.
Este ratón tiene un cuerpo relativamente pequeño, cubierto por pelo, el cual puede tener distintas coloraciones, y su nariz es pequeña y tiene una forma redonda.
La cola del ratón es larga comparada con el largo de su cuerpo, y ésta no posee pelo.
Pueden llegar a medir entre 15 y 20 centímetros de largo, incluyendo su cola, y pesan entre 20 y 30 gramos.
Otro de los animales que se han observado, sobre todo en la periferia son los “cuises”, que por otra parte, se puede corroborar que han logrado “colonizar” toda la zona del basural. Estos animales miden alrededor de 20 centímetros y tiene orejas que miden alrededor de 2 centímetros. Está cubierto por un pelaje duro, de color marrón rojizo oscuro. Ambas especias son omnívoras.