Corresponsal Internacional
Argentina lleva muchísimos años de sometimiento a una manipulación de los poderes tanto legislativos como ejecutivos. Pareciera como que los propios gobiernos en el ámbito de los tres poderes incluyendo el judicial, viven de una dependencia de manipulación de los miedos de una sociedad, sometida al nuevo, la corrupción y la mentira. Se habla muchas veces de una sociedad de crecimiento, cuando en los últimos 30 años está cayendo cada día más en decadencia.
¿Ha llegado Argentina al final del Pozo?, sería una gran pregunta.
Pero los argentinos que estamos en el exterior, que vivimos experiencias en otras culturas, donde sobretodo se han vivido guerras, múltiples migraciones. Cuesta muchísimo entender, como que posee de todos los recursos tanto naturales, como humanos para poder serlo.
Hablamos de un país, con los mejores economistas de Iberoamérica, con profesionales de una capacitación que muchas universidades del mundo no logran en sus profesionales. La cultura argentina de por sí, por naturaleza en su ámbito ancestral, como migratorio, cuenta con una cultura de un poder intelectual y desarrollo social sumamente elevado.
De por sí, la formación de cultura general y educativa, la cual ha recibido la generación argentina de los 60 a los 80, ha formado las mejores generaciones de profesionales, donde argentinos que han emigrado en distintas áreas de investigación, se han destacado en distintos países del mundo y hablando de primeras potencias. Lo que nos da como respuesta, que la Argentina posee de grandes valores agregados en recursos humanos, y también la bendición de Los recursos naturales, que solo dependen de una gran profesional administración y distribución.
En el aspecto sociocultural, lo que desprotege y le quita un beneficio a la evolución Económica, social y cultural Argentina, es el gran egoísmo y ambición personal que vive el argentino, lo que le lleva muchas veces a olvidarse de la importancia de la sociedad, y el sentido de patriotismo.
Hoy vive la Argentina, en un domingo uno de los días más tristes del año. Renunciando el gobierno en su ministerio de economía, se produce un desastre y grieta en el mismo poder ejecutivo. Donde los argentinos después de haber padecido dos años de pandemia, 20 años de carencia en todos los aspectos, incrementación de los robos, delitos inoportunas muertes provocadas por el homicidio la causa de la pobreza, y el descontrol por la falta del poder en la seguridad. Hoy estalla la economía en un gran desequilibrio, lo que se va a la desesperación de todos los argentinos, en una incertidumbre total y donde no hay control ni de los precios, ni de la misma supervivencia de las clases medias, las que están desapareciendo día a día.
Es un momento de llamar a la reflexión a cada uno de los argentinos, tanto los residentes en la Argentina como los que ya han emigrado por no encontrar una solución bajo el propio suelo argentino. Dejar de mirar al propio ombligo, y tomar el sentimiento de patria, tomando conciencia de quienes realmente se ganarán nuestra confianza por el voto de sacar a un país adelante. Tengamos conciencia, que quienes están en el gobierno, no poseen ni los conocimientos… Ni la capacidad para poder ni legislar ni ejecutar en un gobierno.
Necesitamos gobernantes y legisladores que vengan del sector privado, que sepan lo que es luchar el día día para llegar a fin de mes, que conozcan al hombre de pie y a las distintas clases sociales. Necesitamos personas con compromiso, responsabilidad e interés de sacar a una Argentina mejor. Necesitamos gobernantes, que se preocupen por el futuro de las próximas generaciones…
Y no dando un buen discurso, si no mostrándose en el accionar del día a día. Necesitamos docentes que tomen conciencia y que llamen a la bandera argentina.
Recordemos que, si no hay patriotismo, y si no hay sentido común del amor a la patria, no vamos a conseguir aquellos a ver, que sean capaz de dar su vida por el bienestar de nuestra querida Argentina.