Se trata de Diego García Canto quien argumentó diferencias con el Gobierno Provincial, sobre todo en lo que refiere a la problemática de acceso a la Tierra en la localidad y que derivó en su momento a que los vecinos decidieran acampar. El edil escribió una extensa carta para dar a conocer su decisión en que hace saber de las diferencias de criterio con el Gobierno Provincial.
En la misiva que hizo pública el ahora ex concejal de El Chaltén, cuenta la situación en la que está inmersa la localidad con el tema de la tierra pública y los motivos que lo llevaron a presentar la renuncia. «Evidentemente no coincidimos ni en la magnitud del problema (la gravedad del mismo), ni en su dinámica (la manera en que se multiplica y ramifica en un sinfín de otros problemas también graves). Tampoco coincidimos (como consecuencia de no coincidir en los puntos anteriores) en la urgencia de la solución. Y tampoco en la solución», y agregó: «hay que ampliar el ejido urbano en forma urgente para otorgar terrenos a los vecinos que cuentan con los requisitos establecidos en la Ordenanza de Adjudicación de Tierras».

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Para Diego García, hay que ampliar el ejido urbano en forma urgente para otorgar terrenos a los vecinos que cuentan con los requisitos establecidos en la Ordenanza de Adjudicación de Tierras. «Está todo dado para que se sienten autoridades Provinciales y autoridades de Parques Nacionales y lleguen a un acuerdo. Pero nada sucede», y agregó: «está el proyecto de Comunicación presentado por la senadora Ana María Ianni en el Senado de la Nación en el que se solicita al Gobierno Nacional, al Gobierno Provincial y a la Municipalidad de El Chaltén que lleguen a un acuerdo para la ampliación del ejido urbano».
Pero no sucede nada. «Está la Resolución, del Diputado por el Pueblo Miñones, sancionada en la Cámara de Diputados de la Provincia, en la que se solicita a la Secretaría de Ambiente de la Provincia que evalúe la factibilidad técnica de dos áreas posibles, propuestas por la Municipalidad de El Chaltén, para la ampliación del ejido urbano». Nada sucede. «Está el trabajo del Honorable Concejo Deliberante, de dos años y medio, de alrededor de dos decenas de proyectos (entre ordenanzas y resoluciones), aprobados por unanimidad, que van en la dirección de lograr la ampliación del ejido urbano».
Uno se pregunta entonces:
¿Cuál es el motivo que impide la ampliación del ejido urbano?
Evidentemente hay autoridades del gobierno provincial que están haciendo todo lo posible para frenar y evitar la ampliación del ejido urbano.
Ahora bien, el Acceso a la Tierra ha sido históricamente la principal herramienta de movilidad social ascendente de la localidad. Y esto para mí es muy importante; casi sagrado. Y creo que están intentando erradicarlo.
Un terreno, a diferencia de una vivienda pequeña, le permite al propietario poner un quiosco, un almacén, un taller, una cabaña. Y esto es lo que molesta: que pueda construir una cabaña. A algunos, a los más radicales cultores del bien posicional les molesta también que pueda poner un quiosco. A muchos otros les molesta que un trabajador pueda prosperar.
La idea es eliminar el Acceso a la Tierra. Que no haya más terrenos para nadie. Y que el vecino común no pueda tener un pequeño emprendimiento turístico. Y que El Chaltén, producto de una oferta que no se podrá ir acomodando a una demanda en permanente aumento (en los primeros seis meses de este año la cantidad de viajeros que pasaron por el aeropuerto de Calafate ha marcado una cifra récord) se convierta en un lugar exclusivo. Donde los precios irán, progresivamente, subiendo hacia las nubes.
Es una política que busca claramente beneficiar a los propietarios de hoteles (que pueden ser propietarios directos o miembros de sociedades) muchos de los cuales no viven ni en la localidad ni en la provincia; negándoles la posibilidad de encarar un emprendimiento comercial a los trabajadores que viven en el pueblo.