La diplomacia rusa anunció el lunes la suspensión de las inspecciones estadounidenses previstas en los emplazamientos militares rusos en el marco del Tratado de New START. La decisión se refiere a las bases de lanzamiento de misiles, así como a las bases aéreas y navales donde se despliegan los misiles nucleares rusos.
Rusia anunció el lunes que suspendía las inspecciones estadounidenses previstas en sus instalaciones militares en virtud del tratado New START, un acuerdo clave de desarme nuclear entre ambas potencias, diciendo que actuaba en respuesta a la obstrucción estadounidense de inspecciones rusas similares en Estados Unidos.
Moscú “informó oficialmente” a la nación norteamericana el lunes de que todas sus instalaciones sujetas a inspecciones en virtud del tratado New START quedarían “temporalmente exentas”, informó la diplomacia rusa en un comunicado.
Entre ellos se encuentran los lugares de lanzamiento de misiles, así como las bases aéreas y navales donde se despliegan los misiles nucleares.
El anuncio se produce en medio de la ofensiva rusa en Ucrania y en un momento en el que el presidente Vladimir Putin no deja de promocionar las nuevas armas “invencibles” desarrolladas por Rusia.
“La Federación Rusa se ve obligada a recurrir a esta medida (…) debido a las realidades existentes que crean ventajas unilaterales para Estados Unidos y privan a Rusia de su derecho a realizar inspecciones en territorio estadounidense”, reza el comunicado.
El servicio diplomático ruso cita, en particular, los obstáculos a los desplazamientos de los inspectores rusos y las dificultades relacionadas con la expedición de visados, provocadas por las sanciones occidentales impuestas a Moscú a causa del conflicto ucraniano.
“Los inspectores estadounidenses y las tripulaciones de sus aviones no se enfrentan a dificultades similares”, alega el escrito compartido por fuentes del Kremlin.
El último acuerdo bilateral de este tipo entre las dos principales potencias nucleares
Sin embargo, Rusia “aprecia mucho el papel único” del tratado en la relación nuclear entre Moscú y Washington, dijo.
Una vez que se hayan resuelto los problemas para reanudar las inspecciones en el marco del tratado, Rusia revocará “inmediatamente” su decisión anunciada el lunes, dijo la diplomacia rusa.
El tratado New START es el último acuerdo bilateral de este tipo entre las dos principales potencias nucleares del mundo.
Firmado en 2010, limita los arsenales de las dos potencias nucleares a un máximo de 1.550 ojivas desplegadas cada una, lo que supone una reducción de casi el 30% respecto al límite anterior fijado en 2002. También limita el número de lanzadores y bombarderos pesados a 800, que sigue siendo suficiente para destruir la Tierra varias veces.
En enero de 2021, Vladimir Putin lo prorrogó por cinco años, hasta 2026.
Hasta ahora, Moscú y Washington tenían derecho a realizar cada uno algo menos de veinte inspecciones mutuas al año en virtud del tratado.