Este lunes se conocerán los requerimientos de sanciones contra la vicepresidenta, quien está acusada de ser jefa de una asociación ilícita, de defraudación al Estado en perjuicio de la administración pública e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
En el juicio contra Cristina Kirchner, Lázaro Báez y otros exfuncionarios, el fiscal Diego Luciani se prepara para pedir una fuerte condena contra la vicepresidenta, la cual podría ser de 15 años de prisión.
La titular del Senado está acusada de ser jefa de una asociación ilícita, de defraudación al Estado en perjuicio de la administración pública e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
En la octava de las nueve audiencias solicitadas por los fiscales, se aseguró que en las adjudicaciones hubo sobreprecios, demoras injustificadas o trabajos inconclusos, mientras las defensas, que esperan su turno para alegar, plantearán que las obras fueron realizadas y que si alguna no se terminó fue por abandono atribuido al gobierno de Juntos por el Cambio.
Cuando finalicen los alegatos de las fiscalías, los abogados defensores buscarán utilizar en su favor todo lo ocurrido durante el juicio que lleva más de tres años, en el que testigos de los más variados rechazaron que hubiera habido irregularidades en la asignación de obra pública en Santa Cruz entre 2003 y 2015.
Más chats
En el octavo alegato, el fiscal Diego Luciani apuntó nuevamente contra la vicepresidenta, Cristina Kirchner, por los presuntos hechos de corrupción y reveló una serie de chats donde dejan al descubierto la red en la que estaba involucrada cuando era parte de la presidencia.
«Hemos dejado al descubierto la intervención de Cristina Fernández, Julio De Vido y Abel Fatala, entre otros, para beneficiar a Lázaro Báez y sus empresas», fueron las primeras declaraciones del fiscal Luciani mientras reveló un intercambio de mensajes entre José López y Julio Mendoza, por entonces presidente de Austral Construcciones.
Luciani conectó los mensajes entre López y Mendoza del día 30 de noviembre de 2015 en el que se mencionaba una reunión entre Báez y «la Sra» y la información de los diarios de ese entonces aseverando que Cristina Kirchner se encontraba en Santa Cruz.
«Se va delineando el relato a partir de mensajes. López decía ‘Yo no defino’. Claro, definía la expresidenta», añadió Luciani.
Por el juicio pasaron todos los exjefes de Gabinete de los gobiernos kirchneristas, entre ellos el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Sergio Massa, quienes descartaron que se hubiera direccionado la obra pública en favor de algún empresario en particular y detallaron cómo es el proceso de elaboración de los presupuestos nacionales y de la asignación de obra pública.
En ese marco, en la última audiencia que se realizó el pasado martes, el fiscal Diego Lucinai adelantó que «sería desacertado inferir que los exjefes de Gabinete hayan podido recibir órdenes de sus superiores jerárquicos, Néstor y Cristina Kirchner, a los fines de direccionar o beneficiar a Lázaro Báez».
La Justicia descartó que haya habido presencia en los hechos de corrupción tanto de Alberto Fernández como Sergio Massa, ex jefes de Gabinete del kirchnerismo.
La Justicia descartó que haya habido presencia en los hechos de corrupción tanto de Alberto Fernández como Sergio Massa, ex jefes de Gabinete del kirchnerismo.
«Esto es así porque la obra pública ya venía dirigida desde un nivel anterior a aquellas limitadas intervenciones que tenían los jefes de Gabinete», agregó.
Acusación
La dura acusación de Luciani habló de que «la asociación ilícita duró 12 años» en donde apuntó contra la actual vicepresidenta y remarcó que «al Congreso le mintieron» producto de la presentación de presupuestos para las obras públicas que llevó a cabo la empresa del empresario K, Lázaro Báez.