Carlitos Balá murió a los 97 años de edad, dejando un gran legado en la historia de la televisión argentina. El histórico actor había sido internado este jueves por la noche, después de que acusara mareos y malestar en el Sanatorio Güemes. La noticia la confirmó su nieta.
El actor e histórico presentador fue uno de los íconos de la televisión argentina desde la década del ’60 que comenzó con su carrera y el ascenso a la popularidad. Sus programas fueron vistos por miles de argentinos que crecieron junto a sus frases que también quedarán para el recuerdo como «Qué gusto tiene la sal?» a «Un kilo y dos pancitos».
Su nieta, Laura Gelfi habló con TeleShow y confirmó la noticia de la muerte del presentador. «Estamos devastados pero unidos y así se fue él, con la familia unida y mucho amor», dijo con tristeza la joven sobre la partida de su abuelo.
Referente que marcó a cuatro generaciones
A pesar de lo que pareció a lo largo de su carrera, Carlitos era muy tímido de joven, por lo que la mejor forma de dejar atrás eso fue comenzar a presentarse en colectivos donde hacía bromas y se dedicaba a la venta ambulante. Todo hasta que un día decidió presentarse en un concurso y lo ganó.
Utilizando un nombre falso para que su familia no lo reconociera, comenzó con su carrera y pronto volvió a usar su nombre original, apenas modificado y comenzó a trabajar en radio.
Integró uno de los programas más exitosos de la década del ’60 con Jorge Marchesini y Alberto Locati para hacer el histórico trío que fue un éxito en esos años, en la radio que presentaba Antonio Carrizo en Radio El Mundo, una de las más importante de aquella época.
Su popularidad fue creciendo con los más chicos y generó una llegada tal que fue parte de la vida de cuatro generaciones de nenes que crecieron viendo sus programas. Inventó el «chupetómetro», un tubo gigante donde los más niños iban a dejar sus chupetes para dejar de usarlos.
También fue marcado por frases históricas que se convirtieron en parte de la jerga argentina. Algunas de ellas eran: «¿Qué gusto tiene la sal? Salado»; «Ea-ea-ea-pe-pé»; «Mamá ¿cuándo nos vamo’?»; «Está un kilo y dos pancitos»; «Más rápido que un bombero»; y «Sumbudrule».
Recibió todo tipo de homenajes en vida y logró ser una de las figuras más reconocidas por la actualidad. En 2016, con 91 años, visitó al Papa Francisco en el Vaticano y fue declarado como «Embajador de Paz». La Legislatura porteña también lo había declarado como Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad.
Además, tiene una estatua de él con su gesto característico en la entrada de la pizzería el Imperio. Por supuesto, obtuvo el Martín Fierro como premio a su trayectoria y Laura Franco, más conocida como Panam, le dedicó su propio Martín Fierro por su participación en los videos musicales.