Sofía Herrera desapareció cuando tenía 3 años de un camping de Tierra del Fuego. Eso fue hace 14 años. María Elena Delgado, su madre, pidió por primera vez que le realicen una prueba de ADN a una adolescente de 17 años de San Juan por el gran parecido físico que tiene con su hija.
A principios de este mes la Justicia de Tierra del Fuego descartó esa pista tras el cotejo de los datos filiatorios de la menor con la Justicia de San Juan, pero la mamá de Sofía insistió con el pedido de la muestra de ADN tras un encuentro con autoridades nacionales de la Secretaría de Seguridad y Política Criminal, en el que estuvo presente el ministro de Seguridad Aníbal Fernández, y otros familiares de menores desaparecidos.

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Se trata de una chica adoptada que tiene características muy similares y la misma edad que tendría ahora Sofía, aunque cumple años uno o dos meses después. Pese a eso, la mamá tiene grandes dudas y sostiene que «podría tratarse de ella». Según contó, meses atrás, una mujer que vive en la ciudad de San Juan la contactó por Facebook para contarle sobre la menor, que fue adoptada por sus vecinos, y le envió fotos.
En aquel entonces, Delgado había explicado que «las personas allegadas a esa chica presentaron la documentación sobre su procedencia. Nosotros habíamos pedido una prueba de ADN pero no la consideraron necesaria», sobre la decisión del Juzgado de Instrucción 2 de la ciudad de Río Grande. Ahora insistió con que hay indicios de que podría tratarse de su hija.
También había dicho que la Justicia sigue sin hallar a José Dagoberto Díaz Aguilar, a quien apodan «Espanta la Virgen», un hombre de nacionalidad chilena y costumbres nómades, que deambula por zonas rurales de Argentina y Chile, y sobre el que existen sospechas de que podría haberse llevado a Sofía.
La justicia llegó a la imputación de Díaz Aguilar por el testimonio brindado por un suboficial de la policía de la provincia que participó de las primeras tareas de búsqueda de la niña, y por la descripción que brindó uno de los chicos que estaba en el lugar donde desapareció Sofía. «Tiene pedido de paradero desde hace años pero tampoco hay novedades sobre su hallazgo. No lo encuentran ni en Argentina ni en Chile», se lamentó Delgado.

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Sofía Herrera

El día de su desaparición, el 28 de septiembre de 2008, la familia Herrera salió con amigos a pasar un domingo de esparcimiento en el camping John Goodall, ubicado 59 kilómetros al sur de Río Grande. María Elena, su marido Fabián y Sofía se detuvieron en un supermercado a hacer compras y luego en una estación de servicio, donde se encontraron con Noemí Ramírez y Silvio Giménez, quienes estaban acompañados de sus hijos de 2 y 9 años.
El grupo llegó al camping situado en el kilómetro 2893 de la Ruta Nacional 3, en dos autos que estacionaron cerca del camino. El lugar, un paraje casi desértico, es un rectángulo de 15 hectáreas cercado con un alambre de un metro de altura y seis hilos, el primero de púas. Mientras se encontraban en ese lugar, Sofía se separó por unos instantes de sus padres y desde entonces nadie volvió a verla.
El caso de Sofía se convirtió en un ícono, que motivó la elaboración de un protocolo de emergencia para situaciones similares (llamado Alerta Sofía) y llevó a las autoridades nacionales a poner en funcionamiento una línea telefónica para recolectar datos (08002227634), además del sitio web www.sofiaherrera.com.ar.

(ADNSur)