“Hoy en Cañadón Seco y de frente a los héroes que nos visitan, venimos a reafirmar nuestros derechos soberanos sobre Malvinas” expresó el jefe de esa comuna, Jorge Marcelo Soloaga en un encendido discurso que pronunciara este sábado al conmemorarse precisamente el Día de la Reafirmación de Derechos Argentinos sobre las Islas Malvinas, otras islas del Atlántico Sur y Sector Antártico.
El acto institucional tuvo emotivas connotaciones ya que estuvieron presentes cuatro veteranos de guerra, tres de los cuales arribaron desde otras ciudades.
Uno de ellos fue Miguel García, ex soldado conscripto de Ejército que reside en Corrientes y que antes de ser trasladado al archipiélago -donde resultó herido-, estuvo custodiando la planta deshidratadora de petróleo de YPF emplazada en Cañadón Seco.
Otro de los ex combatientes presentes que actualmente vive en Río Gallegos, fue el ex suboficial de la Fuerza Área José Ernesto Ruiz, quien con un cañón antiaéreo apostado en el aeródromo de Puerto Argentino, derribó dos aviones Sea Harrier de la fuerza de tareas británica.
También llegó el ex suboficial de la Armada Argentina, Armando Tarcaya, residente en Río Gallegos, sobreviviente del Crucero ARA “General Belgrano” hundido arteramente el 2 de mayo de 1982 por el submarino nuclear británico Conqueror.
El restante fue el vecino de Caleta Olivia, Luis Maza, exsoldado conscripto de la Infantería de Marina, quien estuvo afectado al área de comunicaciones en la Isla Soledad y es el actual presidente del Centro de Veteranos de Guerra de esta ciudad.
Además, en representación de Alberto Miño -otro sobreviviente de Crucero que reside en Punta Alta-, arribaron sus hijos Maximiliano y Marina y tanto ellos como García, Ruiz y Tarcaya.
En principio, todos los homenajeados concurrieron al paseo “Héroes y Heroínas” donde junto al jefe comunal e integrantes de la agrupación del TOAS (soldados que custodiaron el continente), procedieron a izar el Pabellón Nacional y luego a descubrir placas recordatorias ubicadas junto a las réplicas de un avión de combate IA-58 Pucará y del Crucero ARA General Belgrano que esta ocasión quedó formalmente inaugurada.
Ambas obras son autoría del escultor local Carlos Miranda y se vivió un momento sublime cuando el sobreviviente del navío de guerra, Armando Tarcaya –acompañado por su esposa- tocó con sus manos la escultura.
No pudo contener sus lágrimas al recordar a los 323 tripulantes camaradas que murieron en el trágico suceso bélico, entre ellos su sobrino que solo tenía 18 años. El ex marino, fue abrazado por los restantes excombatientes de Ejército, Armada y Aeronáutica.
VISITANTES ILUSTRES
Luego, en la Sala del Centro Cultural, ante la presencia de otros invitados especiales, vecinos en general y abanderados de diferentes instituciones, se entonó el Himno Nacional y se escuchó la Marcha de Malvinas, tras lo cual el trompetista Miguel Ormeño, ejecutó un minuto de silencio en memoria de combatientes fallecidos durante y después de las acciones bélicas de 1982.
Previo a ello, se escuchó una síntesis histórica que llevaron a declarar a fecha evocativa y se reveló un documento reservado de la inteligencia argentina en el tiempo de la dictadura militar por el cual se les prohibía a los combatientes hacer referencia a los sucesos de Malvinas.
Asimismo, se leyeron mensajes de salutación recibidas de otros ex combatientes, una nota de pedido de reconocimiento que elaboraron soldados que custodiaron el continente.
Tras ello, se entregaron copias de resoluciones comunales por las que se declaró “visitantes ilustres de Cañadón Seco” a García, Tarcaya, Ruiz y Miño (este último representado por sus hijos).
CIRCUNSTANCIAS QUE NO DEBEN OLVIDARSE
Por último hizo uso de la palabra el Presidente de la Comisión de Fomento, quien además de dar la bienvenida a los veteranos, reivindicó con firmeza los derechos soberanos argentinos sobre las islas del Atlántico Sur y en la Antártida.
Además, dejó en claro que “bajo ninguna circunstancia, los argentinos bien nacidos no podemos negociar la sangre, la carne y los huesos que dejaron nuestros héroes en Malvinas, en el continente, en el aire y en el océano”.
Sus dichos estuvieron enlazados con una serie de acontecimientos históricos que comenzaron con la génesis de la patria, exaltando en principio la figura del patriota Mariano Moreno que murió envenenado cuando viajaba en una fragata hacia Europa, sospechándose que la orden de eliminarlo fue dada por Cornelio Saavedra porque Moreno se negó a prestarse a un negociado con los ingleses.
Luego enumeró un listado de otros personajes traidores de nuestro país que a lo largo de distintas épocas, vía diplomática, fueron cediendo derechos soberanos sobre Malvinas a favor del Reino Unido de Gran Bretaña, entre ellos los presidentes Carlos Menen y Mauricio Macri (junto a su ministro Marcos Peña), hasta que un santacruceño que también llegó a ocupar el máximo cargo nacional, Néstor Kirchner, inició un proceso de reivindicación de nuestros derechos sobre el archipiélago austral y de reconocimiento a quienes defendieron la patria en 1982.
Más adelante, al hacer referencia a la tragedia del Crucero Belgrano, cuya réplica había sido inaugurada unos minutos antes, “no existe agua ni océano en el mundo que pueda apagar tanto fuego de amor a la Patria de nuestros marinos del Belgrano” y también se valió de una metáfora afirmando que si bien aquel fue torpedeado, “no lo hundió el Conqueror, no lo hundió Margaret Tatcher, no lo hundieron los piratas ingleses ni los traidores y cipayos y no podrán hundirlo, porque el Crucero Belgrano seguirá navegando por el torrente sanguíneo y patriótico de los argentinos bien paridos. Solamente podrá hundirlo el olvido colectivo de quienes no se acuerden que a esta historia hay que reafirmarla como reafirmamos los derechos soberanos sobre Malvinas”.