Karin Silvina Hiebaum – International Press
La reunión en Bruselas abordará cómo reforzar las relaciones a ambos lados del Atlántico.


REENCUENTRO. Bruselas recibirá a los líderes de Latinamérica y el Caribe, tras ocho años de ruptura.

BRUSELAS, Bélgica.- Más de 50 jefes de Estado y de Gobierno se reunirán entre el lunes y el martes en Bruselas, en una cumbre que no se celebraba desde 2015 y que los europeos esperan que sirva para reforzar las relaciones políticas a ambos lados del Atlántico. Pero, sobre todo, los líderes europeos intentarán que el bloque regional deje de retroceder ante el fuerte avance de China en América Latina.

Lo más probable es que este anhelo tropiece con que el conflicto de Ucrania, que ocupa todas las agendas europeas, no sea tan importante para muchos países de América Latina.

Para Europa es una agresión rusa sin justificación alguna, una violación clara de la Carta de Naciones Unidas. La mirada de muchos países latinoamericanos es diferente y su diplomacia insta a buscar explicaciones también a las sucesivas ampliaciones de la Alianza del Atlántico Norte hacia países que fueron parte de la Unión Soviética o del Pacto de Varsovia.

Un punto de polémica fue la negativa de los países latinoamericanos más cercanos a Rusia (Venezuela, Cuba y Nicaragua) a invitar al presidente de Ucrania, Volódimir Zelenski.

Los demás, entre ellos Argentina, Brasil, Chile y Colombia, deslizaron que no se sentirían cómodos con el ucraniano, que al final no fue invitado.

El comunicado de la cumbre, que se negocia desde hace semanas para que sea conjunto y con todos de acuerdo, dice en su última versión: “Abogamos por una solución diplomática seria y constructiva al actual conflicto en Europa por medios pacíficos”, sin mencionar a Ucrania.

Sí se espera que la cumbre sirva para desbloquear un acuerdo de libre comercio entre el bloque europeo y el Mercosur, dijeron funcionarios de ambas partes.

El jefe de Comercio de la UE, Valdis Dombrovskis, confía en que la reunión pueda dar un impulso a las negociaciones con el bloque que integran Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, que alcanzaron un acuerdo comercial provisional en 2019. El acuerdo quedó en suspenso por la preocupación de la UE por la deforestación del Amazonas.

Un funcionario de la UE dijo que el bloque no esperaba ningún avance grande en la cumbre, sino que probablemente habrá muchas reuniones bilaterales o de grupos más pequeños.

El subsecretario argentino de Asuntos Latinoamericanos y Caribeños, Gustavo Martínez Pandiani, es uno de los que no espera resultados concretos sobre el acuerdo comercial: “La Celac-UE no es el lugar adecuado para negociar comercio. Es un foro político. No estamos hablando de cifras aduaneras y comerciales”.

Añadió que Mercosur no busca cualquier acuerdo con Europa. “Queremos un acuerdo justo y equilibrado en el que las partes tengan algo que ganar”, dijo.

La Comisión Europea ha propuesto una adenda sobre deforestación y sostenibilidad y espera respuesta del Mercosur.

La UE cree que la derrota de Jair Bolsonaro frente a Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones presidenciales brasileñas del pasado octubre ha creado una ventana de oportunidad. Lula ha prometido revisar la política climática de Brasil.

Lula dijo que Mercosur quiere un acuerdo comercial “en el que todos ganen” y criticó la adenda por introducir posibles penalizaciones por la política climática.

Un funcionario de la UE dijo que no era el caso. “No hemos propuesto, no estamos proponiendo sanciones (…) Intentamos subir la marea y elevar todos los barcos con ella, a través de un enfoque que sea sólido y sostenible”, dijo. (Reuters-Especial)