Lejos de aquel perfil “antí K” que mostró durante un tiempo, la diputada radical y actual candidata a gobernadora por el frente “Cambia Santa Cruz”, parece enfrascada en una pelea personal y directa con el también diputado nacional y también candidato a gobernador por el frente “Por Santa Cruz”, Claudio Vidal, y sus ex compañeros de “ruta política”, Daniel Gardonio y Gabriela Mestelán, otra de las fórmulas de ese espacio.
Como si fuera un cambio de prioridades, volcó su discurso hacia fustigar al dirigente petrolero y dejó de lado su aparente encono con el oficialismo. Aunque, en el fondo, el trabajo de Reyes siempre fue “relatar” lo que ocurría en Santa Cruz, y luego hacer mención “genérica” a la corrupción; ahora busca “limar” a Vidal, aparentemente, ante los sondeos y encuestas que dan a “Por Santa Cruz” con ventajas de hasta 5, sobre el kirchnerismo (Unión Por la Patria) y unos 15 sobre el frente que integra Reyes. Entonces, la lógica aquí parece ser: “mejor cola de león que cabeza de ratón”.
Un tercer puesto para el radicalismo “oficialista” en la provincia marcaría el principio del fin de una oposición que durante años estuvo “cómoda” en ese rol, cediendo al kirchnerismo el gobierno, con el sólo fin de mantener algunas bancas (privilegios) y por supuesto un protagonismo acotado, pero protagonismo al fin.
Un dato que también se maneja en todos los “comandos” de campaña es que un 70 % del radicalismo del interior de Santa Cruz valora como positiva la fórmula Gardonio-Mestelán y que “Cambia Santa Cruz”, concentra su intención de voto en la capital provincial. Esto se corrobora en la decisión de ese frente de haber colocado en sus listas mayoría de dirigentes de Río Gallegos.
Este contexto tiene un origen: el capricho de Reyes por ser la “única” candidata a gobernadora de la oposición, la judicialización de la interna que impulsó y consiguió gracias a la intervención un Juez ultra K, y la consecuencia de haber perdido aliados fuertes como Gardonio y Mestelán.
Todo esto parece haber “desenfocado” a la legisladora que ahora se “enfoca” en intentar restar votos a la oposición
Kirchnerismo en estado puro
“Los votos que le pongan a Gardonio y Mestelán, van directamente a Vidal”, sentenció Reyes a FM Glaciar, como si hubiera inventado la pólvora. Claro que, si se hubieran quedado en la alianza que pretendía liderar, ese traspaso de votos hacia ella habría sido “virtuoso” y elogiable.
Es que Reyes guarda un encono que le hacen perder de vista lo que está en juego en Santa Cruz, y sólo busca restañar su ego dolido por la pérdida de protagonismo político. Algo que ya había sido marcado muchas veces dentro de la UCR de Santa Cruz y que fue sin dudas la causa de la ruptura interna: el personalismo de Roxana Reyes y Eduardo Costa.
Pero en esta actitud de la diputada, lo que queda expuesto es también lo conveniente y provechosos que le resulta al gobierno esta postura.
Cuando Reyes declara: “Si Vidal es gobernador nadie vendrá a invertir, espanta las empresas”; pareciera más el discurso del gobierno o de cualquier candidato “K”. O tal vez, la diputada considera que con el gobierno actual han llegado una enorme cantidad de inversiones, empresas y negocios. Seguramente no sabe -o prefiera disimularlo – es que la mayoría de los grandes negocios de Santa Cruz están en manos de muy pocos (todos funcionarios o ex funcionarios) en rubros tan diversos como la minería en todas sus ramas (abastecimiento, logística, obras civiles, etc.) al igual que en el petróleo, la pesca y la zona franca; en donde es de público conocimiento que Costa tiene negocios asegurados con los automotores.
Pero suponiendo que Reyes crea que Vidal, o sus compañeros de Frente no podrán gobernar; la pregunta seria, cómo lo haría ella o en caso que llegará a la gobernación, cuando persiste en “dinamitar” todos espacios donde no tiene la última palabra; es decir “kirchnerismo en estado puro”.
El porqué del temor a Vidal
Evidentemente, tanto para el gobierno como para el “radicalismo oficialista”, el rival a vencer es Vidal. Por eso, aunque nunca se preocuparon del tema productivo y no se conocen pedidos de informes a YPF para tener idea cierta del estado de la situación; Reyes no duda en hablar de un tema que desconoce.
“Por la política con las empresas de Vidal, hay un declive grande en la producción petrolera”, afirmó Reyes; algo que el diario oficialista La Opinión Austral analizó como haber puesto en duda “las decisiones tomadas por el candidato en relación a la industria petrolera, una de las principales fuentes de ingresos de Santa Cruz”.
Lo cierto es que el declive de las operaciones en Santa Cruz, se dan por la falta de un plan de inversiones de YPF que conduce Pablo González (el fallido candidato a la gobernación que pretendía Cristina) y que junto a sus socios de CGC (Hugo Eurnekian) ahora buscan quedarse con todos los negocios petroleros en la provincia. Tal vez a esos empresarios se refería Reyes cuando advirtió que no vendrían si gana Vidal.
¿De qué lado esta Reyes? En apariencia está en un sector de la oposición, pero a la vista de sus actos de campaña, está haciendo el “trabajo sucio de los candidatos K y el gobierno” que tiene temor a lo que están mostrando las encuestas a pocos días de las elecciones.