Alexander Lukashenko y Vladimir Putin en Sochi, residencia de descanso del presidente ruso en una foto de archivoBelta

Karin Silvina Hiebaum – International Press

Cita por sorpresa de Putin y Lukashenko tras el motín del Grupo Wagner
Los dos autócratas se reúnen en San Petersburgo donde permanecerán un par de días para abordar una agenda variada con el problema del ejército de mercenarios y Yevgueni Prigozhin en primera línea

on aliados, se conocen bien y pese a su sociedad de facto, entre este tipo de personajes siempre hay desconfianza. O, dicho de otro modo, no existe la confianza plena. Vladimir Putin y Alexander Lukashenko, mantuvieron una reunión, en carne y hueso, por primera vez desde que el Grupo Wagner intentó dar un golpe de mano al Kremlin, hace ahora cuatro semanas.

En un video publicado por el servicio de prensa de Lukashenko se pudo ver a ambos líderes llegando al palacio Konstantinovski de San Petersburgo. La agencia oficial rusa, TASS, confirmó posteriormente el encuentro.
El hombre que ordenó invadir Ucrania en febrero del año pasado indicó que las conversaciones durarán «dos días» dedicados a abordar los asuntos bilaterales de interés. «He cambiado mis planes», dijo Putin, citado por TASS.

Hay «temas apremiantes relacionados con el mayor desarrollo de las relaciones ruso-bielorrusas de asociación y alianza estratégica, así como la integración dentro del Estado de la Unión», destacó.
Seguridad y sanciones

Los funcionarios de Minsk, a su vez, –informa Efe–señalaron que los presidentes tocarían «una amplia gama de los temas más importantes y fundamentales de las relaciones bilaterales, incluidos los relacionados con la seguridad, la agenda internacional, la cooperación económica, la implementación de los programas del Estado de la Unión y la cooperación para contrarrestar la presión de sanciones ilegales».

Bombardeo de una catedral ortodoxa

la entrevista o encuentro entre lso dos aliados se produjo prácticamente en simultáneo de que las tropas rusas destrozaron una catedral ortodoxa en la ciudad costera de Odesa, la «destruyeron», denunció Ucrania tras calificar esa acción de «crimen de guerra».
«La Catedral de la Transfiguración, en el centro histórico de Odesa, bajo protección de la Unesco, fue destruida. Un crimen de guerra que nunca será olvidado ni perdonado», escribió la cancillería ucraniana en Twitter.