Karin Silvina Hiebaum – International Press
Meloni abogó por unas relaciones nuevas y más igualitarias entre Europa y los países de origen y tránsito de los migrantes, durante una cumbre de unos 20 países, funcionarios de la UE y organizaciones internacionales destinada a frenar los flujos de la migración ilegal.
Roma acogió el pasado domingo un encuentro con líderes de los países de la cuenca Mediterránea y representantes de organismos multilaterales con el fin de impulsar la reforma de los protocolos migratorios que la primera ministra del país, la ultraderechista Giorgia Meloni, llevaba promocionando desde su toma de posesión.
Además de la líder del Ejecutivo italiano y de su ministro de Exteriores, Antonio Tajani, a la reunión también asistieron el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, según confirmaron desde Bruselas.
Por lo demás, pocos detalles más se conocían de un encuentro que el Gobierno italiano tituló como “Conferencia Internacional sobre Desarrollo y Migración” sin facilitar una lista de asistentes o de asuntos a tratar.
Los esfuerzos de Giorgia Meloni: Repartición de la carga migratoria y colaboración con países de origen y tránsito
La cita se organizó justo una semana después de que Von der Leyen, Meloni y el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, firmaran en Túnez un memorando de entendimiento para un acuerdo en materia migratoria, del que tampoco trascendieron detalles y que no mencionaba la ayuda macrofinanciera de más de 1 000 millones de euros ofrecida hace un mes por la Comisión.
La idea que Meloni trató de impulsar en las instituciones europeas era que la carga migratoria se repartiera entre los países de primera acogida, principalmente el sur del continente, y los de segunda acogida, entre los que había posiciones enfrentadas.
Además, quería que las acciones también se centraran en los países de origen de los migrantes y los de tránsito, como Túnez y Libia, a través de protocolos de coordinación y proyectos de desarrollo, que el Gobierno italiano había englobado en un programa de inversiones denominado “plan Mattei”.
Acuerdos y desafíos en el panorama europeo: La complejidad de la reforma de asilo comunitario
Hace un mes, los ministros de Interior de la Unión Europea (UE) lograron un acuerdo para reformar las normas de asilo comunitario, aunque por mayoría cualificada y no por unanimidad.
Ese pacto contemplaba que los Estados miembros de la UE pudieran negarse a acoger en su territorio solicitantes de asilo procedentes de otros países comunitarios si pagaban 20.000 euros por persona rechazada, entre otras medidas como la introducción de procesos fronterizos para agilizar la evaluación de las solicitudes de asilo.
Polonia y Hungría votaron en contra, mientras que Lituania, Bulgaria y Eslovaquia se abstuvieron, al igual que Malta, en tanto que su vecino Italia lo apoyó.
Sin embargo, la hoja de ruta italiana tampoco contó hasta entonces con el apoyo explícito de Francia, quien según la prensa local declinó asistir a la conferencia del domingo, y con España las diferencias ideológicas entre los dos ejecutivos impidieron acercar posturas.
“Es un asunto que requiere inversión y coordinación con países africanos para ofrecer alternativas a la inmigración ilegal”, indicó Meloni sobre su postura hace unas semanas tras reunirse en Roma con el canciller alemán, el socialdemócrata Olaf Scholz.
Perspectivas y críticas: La cumbre internacional sobre inmigración y su impacto humanitario
Por su parte, las organizaciones humanitarias, que mantuvieron un pulso con el Ejecutivo italiano por el endurecimiento de los protocolos de rescate en el Mediterráneo, criticaron la convocatoria.