Karin Silvina Hiebaum – International Press

En un giro inesperado hacia la sostenibilidad y economía en el sector ferroviario, el estado alemán de Baja Sajonia ha decidido abandonar su prometedora red de trenes de hidrógeno, inicialmente presentada como la primera en el mundo, en favor de trenes eléctricos con batería.

Baja Sajonia apuesta por trenes eléctricos, dejando atrás la era del hidrógeno

LNVG (Landesnahverkehrsgesellschaft Niedersachsen), la empresa de transporte propiedad del estado, ha anunciado que los trenes eléctricos con batería son más económicos que los impulsados por células de hidrógeno. Este descubrimiento fue clave para que la compañía determinara su cambio de dirección en la estrategia de transporte. A partir de 2029, la red comenzará a integrar 102 nuevos trenes eléctricos.

Hace tan solo un año, 14 trenes Alstom Coradia iLint propulsados por hidrógeno se movilizaban por las rutas de pasajeros en Baja Sajonia. Estos trenes, alimentados diariamente desde la estación de llenado de Linde, podían recorrer distancias de hasta 1.000 km. De hecho, desde septiembre de 2018, al menos dos trenes pre-serie de este tipo ya operaban en la línea.

Beneficios de los trenes eléctricos

Los trenes eléctricos, que pueden cargarse mediante líneas de pantógrafo superiores o en «islas de carga» diseñadas para evitar la necesidad de cables de contacto aéreo, no sólo resultaron ser más asequibles que las alternativas de hidrógeno y diésel, sino que también ofrecen una solución más sostenible a largo plazo. LNVG prevé que el último tren propulsado por diésel abandonará las vías en 2037.

Entre las opciones alimentadas por batería que operarán en la red ferroviaria de LNVG se encuentra la unidad Alstom Coradia Stream, capaz de alcanzar velocidades de hasta 200 km/h y operar en líneas no electrificadas utilizando baterías.

Acuerdo previo con Alstom

Es relevante mencionar que, a principios de 2021, Alstom y LNVG cerraron un acuerdo para la adquisición de 34 trenes EMU de doble piso Coradia Stream High Capacity, que deberían estar en servicio para finales de 2024.

Con esta transición hacia la electricidad, Baja Sajonia reafirma su compromiso con el medio ambiente y la sostenibilidad, adaptándose a las tecnologías emergentes y buscando siempre la eficiencia en sus operaciones ferroviarias.