Las mentiras que sin vergüenza utilizó la gobernadora Alicia Kirchner para intentar sostener el relato de su gestión se caen a pedazos, y lo más trágico es que en éste caso afecta a un sector de extrema importancia para los santacruceños: el sistema de salud.
Ayer, mediante una comunicación interna – que hasta el momento no trascendió al público en general- se suspendieron todas las cirugías en el Hospital Regional de Rio Gallegos, el más importante de la provincia.
Específicamente, la nota fechada el 3 de noviembre pone en conocimiento a “todos los equipos quirúrgicos” de ese nosocomio, que “a partir del día de la fecha se suspende el plan quirúrgico por stock insuficiente de drogas anestésicas”. Esto haría referencia a las “intervenciones” programadas, y de ser este el caso, evidentemente el faltante de este insumo también afectaría a esa área hospitalaria en caso que se diera una emergencia.
Modelo “salita barrial”
Mientas que el sistema de salud provincial está sumergido en una evidente crisis, la salud pública se reduce a la “atención primaria”.
Esto es así para el común de los vecinos que debe concurrir a los CIC o a los consultorios externos de las localidades; o incluso, pese a tener hospitales en sus localidades deben ser trasladados o derivados a centros de salud como Caleta Olivia, en Zona Norte o El Calafate en zona centro. Es decir que en la mayoría de las localidades se debe “aguantar” con el modelo “salita barrial”.
Más allá del esfuerzo de médicos, enfermeros y personal de los hospitales provinciales, lo que queda en claro que con la “vocación de servicio” y el “profesionalismo” de estos trabajadores no alcanza cuando la gestión política y administrativa es mala y deficiente.
Si la noticia es que el principal centro de salud de Santa Cruz se está quedando sin insumos y comienzan a suspenderse prestaciones, es más que claro cuál es la situación en el resto de los hospitales provincia.