El peronismo
El economista Fausto Spotorno es el vicepresidente de la Fundación Norte y Sur, dedicada a temas de desarrollo, y compiló las estadísticas económicas de Argentina desde su fundación en 1810 hasta 2018.
Spotorno señaló a BBC Mundo que «los datos muestran que el crecimiento económico argentino se empezó a frenar a partir de 1930«, cuando el país sudamericano sufrió un embate doble: los impactos de la crisis internacional, por la caída de la bolsa de Wall Street, y su primer golpe de Estado militar.
No obstante, remarcó: «Está claro en los números que a partir del peronismo la cosa se empezó a complicar«.
«Argentina se pareció a una economía desarrollada, por nivel de vida, por ingreso per cápita y por tasa de crecimiento, hasta 1946», detalló. Es decir: hasta la llegada de Perón.
«Ahí es cuando empieza a aparecer la inflación«, señaló, en referencia al problema más persistente que ha tenido Argentina.
Si bien el país había tenido aumentos de precios antes, aclaró, a partir de ese momento escalaron por primera vez por encima del 20%.
¿Por qué empezó a subir la inflación? «Porque aumentó mucho el gasto«, explicó el economista, quien señaló que «Argentina tenía un gasto público del 8,5% del PIB y en la segunda mitad de la década de 1940 aumentó al 12%».
Sin embargo, Spotorno aclaró que muchos de los problemas que enfrentó Perón habían surgido antes de su llegada, y se agravaron por el contexto internacional desfavorable que trajo la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Los países europeos a los que Argentina exportaba su agricultura retaceaban los pagos, afirmó. Y el país, que por décadas había tenido superávit primario -es decir, más ingresos que egresos- «empezó a tener déficit en la década de 1940″.
Este agujero no podía ser resuelto -como habían hecho gobiernos anteriores- con financiación externa, también por culpa de la guerra, dijo el experto.
Pero esas limitaciones no frenaron a Perón, quien, a pesar del contexto, elevó fuertemente el gasto social.
«Argentina aumentó los gastos sin poder financiarlos», señaló Spotorno. «Perón nacionalizó el Banco Central para poder imprimir dinero, lo que disparó la inflación».
Ese problema (gastar más de lo que se tiene) fue escalando con cada gobierno sucesivo, explicó el economista.
Y la solución que encontraron todos -ya sea emitir más dinero o pedir más deuda– fue lo que llevó a que Argentina se convierta en uno de los países con más inflación y más defaults (o cesación de pagos de la deuda) en el mundo.
- Quién es responsable de la enorme deuda de Argentina (la más grande de América Latina)
Los militares
Pero también es cierto que hay muchos que sostienen que es injusto decir que Argentina «perdió el rumbo» por culpa del peronismo.
Después de todo, esas potencias con las que se codeaba el país a comienzos de siglo tuvieron el beneficio del Plan Marshall, que después de la Segunda Guerra les permitió retomar la senda del desarrollo.
En cambio, Argentina, que se había tardado en declararle la guerra a Alemania y Japón, fue excluida de los mercados europeos.
Respecto a la inflación, recuerdan que Perón había logrado reducirla a menos del 4% antes de ser derrocado por un golpe de Estado en 1955.
Y observan que, después de ese evento, el peronismo quedó proscrito por más de 18 años.
Académicos como Eugenio Díaz Bonilla, economista y profesor de la George Washington University, han resaltado que si uno contrasta el trayecto económico de Argentina con el de Australia -que sufrió los mismos embates internacionales y tampoco estuvo incluido en el Plan Marshall- puede ver que el verdadero desplome del país sudamericano no ocurrió con el surgimiento del peronismo sino décadas más tarde, con la llegada del último régimen militar, que aplicó políticas neoliberales.
«Si uno compara a ambos países tomando como punto de referencia su distancia respecto al ingreso per capita de Estados Unidos, ve que la relación se mantiene pareja desde 1900 hasta 1975. El cambio se da con el golpe de 1976«, señaló a BBC Mundo Díaz Bonilla tras la polémica que generó The Economist.
El historiador argentino Ezequiel Adamovsky concluyó lo mismo: «En los treinta años posteriores a 1945 la Argentina duplicó su ingreso per cápita y amplió su producto a ritmos superiores a los de EE.UU. y también a los del Reino Unido, Australia o Nueva Zelanda (aunque fueron superados por los de algunos países de Europa)», observó en una columna de opinión en El Diario AR.
«Con todos sus problemas, la economía argentina crecía entonces a un ritmo más veloz que el de las principales potencias occidentales», señaló.
«Es recién en 1975 que la economía local sufre una caída abrupta y pierde terreno por comparación no sólo con los países más avanzados, sino prácticamente con todo el mundo. Desde 1975 sí, puede decirse que el país sufre un declive«, escribió en referencia a un período que estuvo signado por crisis de hiperinflación.