El nuevo presidente de Argentina exige la presencialidad total a los empleados públicos y amenaza con despedir a los que no trabajan.
Auditorías y despido de funcionarios parásitos. Estas son dos de las primeras medidas anunciadas por el Gobierno de Javier Milei en Argentina. El nuevo Ejecutivo revisará todas las contrataciones de la Administración pública y el estatus del personal estatal del país suramericano, exigiendo la presencialidad total a los empleados públicos, según anunció este lunes el portavoz presidencial, Manuel Adorni. El anuncio tuvo lugar después de que el presidente argentino, Javier Milei, reuniera a los miembros de su gabinete, a la vicepresidenta, Victoria Villarruel, y otras autoridades.
«No sólo se habló del armado de un inventario general, también de un inventario del estatus de todo el personal de la administración. Se van a revisar todas y cada una de las contrataciones, en virtud de encontrar contrataciones irregulares en cada uno de los contratos vigentes en los ministerios y con las universidades», aseguró en su segunda encuentro del día con los medios de comunicación.
El objetivo es despedir a todos los empleados públicos colocados a dedo en la Administración que, si bien cobran del Estado, en realidad no trabajan. Son los conocidos como «ñoquis», gente metida a dedo que no trabaja ni hace nada, tan sólo militar a favor del Kirchnerismo.
Aunque no hay cifras oficiales, se habla de más 1 millón de personas de un total de 3,5 millones de empleados públicos, casi un tercio del personal a cargo de la Administración. Adorni explicó en rueda de prensa el tipo de empleados públicos que serán despedidos: «Si ocupan una silla, pero no trabajan ni aportan valor, ese empleo va a dejar de existir«.
Además, adelantó algunas de las medidas que el nuevo ministro de Economía argentino, Luis Caputo, anunciará mañana en su primer paquete de medidas como miembro del gabinete de Milei. «Va a ir en línea con un fuerte recorte fiscal, alguna expansión de las partidas sociales y con una quita de privilegios que el presidente Milei dio la orden de realizar con urgencia», dijo el portavoz.
Adorni aseguró que la fuerte crisis económica en la que está inmersa Argentina tiene un carácter «histórico» y «recurrente». «Cada cierto tiempo derivamos en una crisis hiperinflacionaria y en una crisis de deuda. Cuando uno gasta más de lo que se tiene se deriva en emisión, que deriva en inflación y que es lo que tenemos ahora», afirmó el portavoz del nuevo Gobierno argentino.
Ayer, en su primer discurso como presidente, Javier Milei reafirmó sus intenciones de acometer un fuerte ajuste económico en la Administración pública de Argentina. «No hay plata», proclamó el presidente entre los aplausos de sus seguidores, algunos de ellos con peluches y juguetes con forma de motosierra, el símbolo utilizado por Milei para referirse al recorte de gasto público.