La secretaria general de la Presidencia recibió en Casa Rosada al titular de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Oscar Ojea.

La secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, recibió en Casa Rosada al titular de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Oscar Ojea, con quien dialogó sobre “la paz social y la atención a los más necesitados”.

Según fuentes de Gobierno “el presidente del Episcopado fue invitado personalmente por la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei”.

La funcionaria nacional convocó al líder de la Iglesia católica en Argentina en el marco de su participación en las tareas de “fortalecimiento de la relación con las organizaciones y sectores representativos de la comunidad”.

“En ese marco conversaron cordialmente sobre distintas cuestiones que tienen que ver con la misión de la Iglesia, la paz social y la atención a los más necesitados”, se informó.

Además, durante el encuentro Ojea le informó sobre “el proceso de renuncia a los aportes previstos en la ley 21.950, que comenzó en el año 2018 y finalizó el 31 de diciembre pasado”.

Es el primer encuentro formal de la administración del presidente Javier Milei con el titular del Episcopado luego de su llegada al gobierno el pasado 10 de diciembre.

Ese día, el mandatario nacional participó del tradicional Tedeum, pero pidió que fuera una ceremonia interreligiosa, ya que está cursando su camino hacia el judaísmo.

“Debemos preocuparnos por que el pan llegue a todos, que no haya nadie que no quede sin ese bien primario principalmente nuestros chicos, si no hay modo posible de construir la paz”, aseguró Ojea semanas atrás en su mensaje por Navidad.

El presidente de la CEA señaló que “el Niño Jesús tiene una preocupación especial por la paz”.

“Él ha venido a traer la paz. Tenemos verdaderamente una preocupación seria para que el alimento pueda llegar a todos los chicos y chicas de nuestra Patria. Si no nos preocupamos por ellos, nos despreocupamos, y si nos despreocupamos, seremos hombres y mujeres sin horizonte, hombres y mujeres cuyas vidas no valen la pena”, agregó.

La Iglesia católica dejó de recibir fondos económicos del Estado

La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) comunicó que concluyó el “proceso de renuncia de los arzobispos, obispos diocesanos y obispos auxiliares” a los fondos previstos en la ley 21.950, por lo cual esas autoridades de la Iglesia católica dejarán de percibir los aportes del Estado nacional.

Las renuncias se realizaron el último día hábil de diciembre, “conforme a lo establecido en Asamblea Plenaria y a lo informado a la Secretaría de Culto de la Nación”, indicó la CEA en un comunicado.

El Ministerio de Relaciones Exteriores, en una resolución del 26 de abril de 2023, había habilitado que los arzobispos y obispos que “hayan cesado en sus cargos por razones de edad o de invalidez puedan solicitar, de manera particular, con una serie de requisitos, recibir el beneficio de la asignación prevista en la ley”, se detalló.

Ley 21.952: ¿cuánto cobraban los prelados?

La ley 21.950 (del año 1979) establece que los “arzobispos y obispos con jurisdicción sobre arquidiócesis, diócesis, prelaturas, eparquías (circunscripción territorial bajo la autoridad de un obispo) y exarcados (territorios) del Culto Católico Apostólico Romano gozarán de una asignación mensual equivalente al 80% de la remuneración fijada para el cargo de Juez Nacional de Primera Instancia, hasta que cesen en dichos cargos”.

“El monto actual de la asignación es de 98.000 pesos”, precisó la CEA sobre la suma que recibían los eclesiásticos.

Además, se recordó que la CEA en 2018 había anunciado su “decisión de renunciar progresivamente a los fondos estatales” y se consignó que en julio de 2020 “los obispos avanzaron en su idea de generar nuevos mecanismos para financiarse y presentaron el Programa de Financiamiento Eclesial (FE), destinado al desarrollo de la consecución de donantes y fondos para solventar las tareas pastorales en el país”.

“Si bien el aporte que realizaba el Estado -que se destinaba principalmente a pagar las asignaciones mensuales a obispos, párrocos de frontera y seminaristas diocesanos- cubría solamente el diez (10) por ciento del presupuesto total de la Iglesia, era de gran ayuda para las diócesis más pobres”, se destacó.