En tiempos donde los protectores solares son productos claves para el cuidado de la piel, existe una gran cantidad de información errónea o confusa sobre su aplicación y selección. Algunos de los mitos y verdades más frecuentes.
No es necesario aplicar protector solar en días nublados o lluviosos
¡Falso! Los rayos UV atraviesan las nubes y pueden dañar la piel incluso en días nublados. Es importante utilizar protector solar todos los días, independientemente del clima y reaplicarse cada 2 o 3 horas.

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Cuanto mayor sea el FPS (Factor de Protección Solar), mejor será la protección
¡Verdadero! Un factor de protección más alto proporciona una protección ligeramente mayor, pero no significa que sea proporcionalmente mayor. El FPS de un protector solar, en el que muchas personas confían para saber qué tan efectivo es un producto, es ante todo una medida de cuánto tiempo tardan los rayos UVB en enrojecer la piel. Sin embargo, ya es una teoría imperfecta, ya que no se puede esperar que ningún protector solar permanezca efectivo por más de dos horas. Pero además, si el producto no está etiquetado como amplio espectro, significa que la protección UVA no es proporcional a la protección UVB. Por ende, cuanto mayor sea el FPS, mayor será también la protección UVA.
Los protectores solares con color son menos efectivos
¡No es así! Según Skin Cancer Foundation, los protectores solares con color son igualmente efectivos que los que carecen de pigmentación. La protección solar se logra mediante ingredientes activos que protegen la piel de los daños de los rayos UVA y UVB, independientemente de si el producto tiene color o no. Sin embargo, es esencial asegurarse de que la fórmula tenga un FPS adecuado y proporcione una cobertura completa.
Las cremas con FPS no reemplazan al protector solar
¡Cierto! Aunque muchos productos de cuidado de la piel incluyen FPS, su eficacia puede ser limitada en comparación con un protector solar independiente. Este tipo de cremas generalmente proporcionan una protección básica contra los rayos UVB, pero a menudo carecen de la protección UVA necesaria para una defensa completa contra el daño solar.
Los protectores solares son todos iguales
¡Mito! Existen diferentes tipos de protectores solares según su formulación, ya sea aquellos que contienen filtros físicos o químicos. Pero además, pueden variar incluso en su formato ya que hoy en día existen por ejemplo en crema, spray, o incluso en polvo.
Ahora bien, la elección de un protector solar depende de varios factores, incluyendo preferencias personales y las necesidades de la piel. Los protectores solares en spray son convenientes para aplicar en áreas extensas del cuerpo y para retoques rápidos. Tienen una textura ligera que permiten una rápida absorción. Son ideales para utilizar durante actividades al aire libre, deportes o cuando se está en movimiento debido a su rápida aplicación sin dejar residuos en la piel.
Aunque muchas personas usan protector solar, la hidratación es un aspecto subestimado. Hoy en día, existen protectores contienen activos que hidratan y reparan. Además, las emulsiones o cremas ofrecen mayor hidratación y son más adecuadas para personas con piel seca. Si bien las emulsiones son más livianas y las cremas más pesadas, ambas opciones ayudan a mantener la piel hidratada mientras se protege del sol.
Sin embargo, se recomienda además tener un cuidado pre y post exposición al sol para restaurar la hidratación perdida. El sudor excesivo, el agua salada y la brisa marina pueden deshidratar la piel, por lo que es esencial beber mucha agua y mantener una humectación por ejemplo con brumas o lociones como Skinbioma Face Lotion, que contiene un complejo prebiótico que equilibra y protege la flora bacteriana.
El protector solar es nuestro mayor aliado ya que ayuda a prevenir quemaduras solares, el envejecimiento prematuro, las manchas, y reduce el riesgo de cáncer de piel. Combinarlo con una hidratación adecuada y otras medidas de protección como el uso de gafas y sombrero es fundamental para mantener la piel saludable y protegida a lo largo del tiempo.

(Fuente: Lidherma)