En 2016, Kimbal Musk, hermano menor del fundador de Tesla, Elon Musk, lanzó la empresa Square Roots dedicada a la agricultura urbana vertical. Su objetivo: potenciar los cultivos locales para que las ciudades puedan autoabastecerse.
Esta práctica es un método de cultivo en interiores en el que las plantas se organizan apiladas unas encima de otras. Esto permite ahorrar espacio y lograr un menor gasto de agua y fertilizante.
Por ahora, se ha puesto en práctica en el distrito de Brooklyn, en Nueva York, donde se han instalado cultivos verticales dentro de contenedores de acero. Fuentes de luz LED de color rosa de bajo consumo iluminan a las plantas.
Utilizan diversas técnicas como la hidroponía, que consiste en que las plantas consumen nutrientes a través del agua que se distribuye en sus raíces.
Otra opción es la acuaponía, que introduce animales acuáticos como peces, caracoles o cangrejos en agua para que sus secreciones sirvan de nutrientes para las plantas.
También está la aeroponía, que cultiva plantas en el aire y se riegan pulverizando agua en el tallo y las raíces con un líquido nutritivo.
La empresa ha conseguido cultivar más de 120 variedades de frutas y verduras.
Dickson Despommier, profesor de microbiología y salud pública de la Universidad de Columbia, señala que, gracias a las luces LED, la eficiencia de la agricultura de interior es mucho mayor que en el exterior.
Con un solo contenedor, se puede producir la misma cantidad de alimentos que en 4.000 metros cuadrados de terreno. Las primeras cosechas de verduras ya se han vendido en el mercado de agricultores locales. Para 2020, Square Roots pretende llegar a 20 ciudades en Estados Unidos.
Según Despommier, la agricultura vertical podría ser una solución ante el cambio climático y el desempleo rural.
“Si una granja al aire libre fracasa, el agricultor tiene que esperar hasta el próximo año para volver a empezar”, comenta. En cambio, “las granjas de interior también fallan, pero el agricultor puede empezar de nuevo en semanas”.
Square Roots puede controlar el nivel de humedad y, por tanto, tener cualquier alimento en cualquier época del año, por lo que el abastastecimiento queda garantizado.
Conciencia viva, un nuevo concepto en salud: Llevar una vida sana, alimentarnos variado y bien, y escuchar las necesidades de nuestro cuerpo son tres preceptos ya instalados en lo que va del siglo XXI. No caben dudas de que para mejorar nuestro entorno y hacer de nuestro día a día una estancia más feliz, se necesita un cambio rotundo de actitud, orientado a lo natural, ecológico y sustentable. Por eso, muchas son las personas que buscan sentirse cada día mejor, y para lograrlo recurren a diferentes disciplinas que tienen como base la integración y la armonía del cuerpo, la mente y el espíritu. Este trinomio esencial se sustenta en el equilibrio y en un estilo de vida sin dudas saludable. La alimentación, la producción orgánica de lo que comemos y la eliminación o disminución de productos industriales o derivados de los animales están al tope de las tendencias. Nuestro cuerpo pide a gritos un cambio, y el planeta también, para poder llevar una vida más placentera.Cultivar nuestras propias frutas y verduras es tendencia y aunque el espacio sea reducido se puede porque es fácil y divertido.Las ideas del libro son inspiradoras, prácticas y el lenguaje de las explicaciones es el cotidiano para lograr el éxito deseado.Destinado a los horticultores jóvenes y modernos que no ponen el énfasis en la perfección sino en la sustentabilidad y en lograr el objetivo con poca inversión.