La formación Alianza Democrática para la Diversidad y el Despertar (Dava) se presenta como una «defensora de los derechos de los inmigrantes»
Turquía lleva décadas esperando para entrar en la Unión Europea, pero sus posibilidades para entrar a formar parte del exclusivo club de los Veintisiete está en mínimos históricos. La UE no se fía de las intenciones del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y viceversa. Erdogan ha asumido que la entrada de su país no está en la agenda de Bruselas. Pero, a pesar de todo, el mandatario turco está decidido a aumentar su influencia en la UE y ha encontrado la fórmula.
El Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), de Erdogan, ha abierto una filial en Alemania, bajo el nombre de Alianza Democrática para la Diversidad y el Despertar (Dava). Esta formación proturca tiene previsto presentarse a las elecciones del Parlamento Europeo, que tendrán lugar el próximo 9 de junio. El camino lo tiene casi hecho, ya que, en Berlín, donde tiene la sede este nuevo partido, es la ciudad europea que alberga a la mayor diáspora turca. Actualmente, en Alemania, hay 1,3 millones de ciudadanos alemanes de origen turco. Lo que supone alrededor del 1,6 % de la población alemana, según la Oficina Federal de Estadística.
Además, en el país germano, a diferencia de las elecciones nacionales, no existe actualmente un umbral mínimo que haya que superar para poder tener representación en el Parlamento Europeo. Dava solo necesitaría conseguir un 1 % de los votos para tener, al menos, un eurodiputado en la Eurocámara. Erdogan ha descubierto un atajo para infiltrarse así en el corazón de la Unión Europea. Esta nueva formación se describe como «defensora de los derechos de los inmigrantes». Dava, explican en su carta fundacional, hecha pública por la agencia de noticias turca Anadolu, tiene como objetivo llenar el «vacío político» que hay en Alemania y ser la «voz de la comunidad turca, la comunidad musulmana y las minorías».
El presidente de la formación, Teyfik Özcan, en declaraciones a la BBC turca, explicó que la alianza no era «sólo para los turcos», sino que quiere llegar a ser un referente «para las minorías étnicas y religiosas en general». Por ahora, la formación todavía no tiene calidad de partido político ya que para ello necesitan recolectar unas 4.000 firmas. Aún así, la formación se muestra optimista y tienen claro que su objetivo es presentarse a las elecciones europeas del próximo mes de junio.
La noticia ha corrido como la pólvora en el país germano y ha desatado una ola de críticas. «Lo último que necesitamos es un partido político que sea una extensión de Erdogan participando en las elecciones aquí», denunció el ministro de Alimentación y Agricultura alemán, Cem Özdemir, de origen turco. En esta misma línea se pronunció el diputado en el Bundestag por la Unión Demócrata Cristiana (CDU) que culpó al Gobierno de Olaf Scholz de «ponerles las cosas fáciles» a raíz de una reciente flexibilización de las leyes relativas a la doble ciudadanía.
Dava niega las acusaciones y defienden que no son una rama del partido de Erdogan en Alemania. «Nuestro objetivo es Alemania. Mi primera patria es Alemania, no Turquía. Ahora debemos ocuparnos nosotros mismos de nuestros propios problemas», declaró Özcan. La formación también planea su asalto a la política alemana, ya que también quiere presentarse a las elecciones parlamentarias previstas para 2025. Erdogan, una figura molesta en Europa y gran parte de Occidente, mantiene una gran popularidad entre la diáspora turca en el país germano. Durante las elecciones presidenciales de mayo de 2023, el actual mandatario recibió el apoyo del 65,4 % de los votantes turcos en Alemania.