El diputado del PRO se acerca a La Libertad Avanza, pero no da el salto. Aguarda un guiño de Karina Milei. El negocio de ser oposición a Kicillof.

Ni unidad ni fusión: convergencia. El PRO empieza a usar ese término de cara a las elecciones de medio término del año próximo. Aliado del gobierno de Javier Milei, el partido amarillo presta su capital político y territorial en Buenos Aires y una parte de la fuerza pretende ir de la mano de La Libertad Avanza en 2025. Para ello ofrece un nombre: Diego Santilli.

El diputado tiene decidido ir por la revancha electoral tras la derrota en las PASO del año pasado frente a Néstor Grindetti, quien finalmente fue el candidato a la gobernación de Juntos por el Cambio. Superado el trago amargo, Santilli deberá revalidar en las urnas su cargo de diputado para tener chances de ser la figura bonaerense del partido que fundó Mauricio Macri en 2027, momento en que la cara de Axel Kicillof ya no estará en la boleta provincial. O, al menos, no estará al tope de la tira.

La estrategia de Diego Santilli

El desafío requiere de una tarea tan fina y estratégica como arriesgada. El dirigente amarillo debe mostrarse colaborador del gobierno libertario, apoyado en la idea de que la sociedad votó un cambio, pero sin terminar de teñirse de violeta por si las moscas. Necesita, además, la venia de “El Jefe”, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, quien parece más decidida a armar un partido con dirigentes puros y leales que pedir una figura prestada que acaso no pueda controlar.

Algo tiene claro Santilli: la única chance de vencer al kirchnerismo en Buenos Aires es con la conformación de un gran frente. Aunque la mirada del diputado esté puesta más en la pelea por la gobernación de 2027, sabe que el año que viene la oposición se juega una parada clave frente a Kicillof, figura central de un peronismo groggy.

El diputado entiende el deseo de los hermanos Milei de apuntalar su propio partido, pero pretende capitalizar su currículum bonaerense: se anota dos buenas elecciones consecutivas. Es el mismo territorio que el PRO gobernó entre 2015 y 2019 con María Eugenia Vidal al frente, donde logró numerosas victorias en intendencias del interior y el conurbano; y gracias a su tropa legislativa, actualmente conserva la mayoría en las dos cámaras de la Legislatura Bonaerense. Para los libertarios no pareciera ser un capital a descartar fácilmente.

Esas credenciales y el 1,3 millón de votos que consiguió en la interna de 2023 muestra Santilli en su discurso filolibertario en redes sociales, con el que respalda las políticas de la Casa Rosada. Con todo, dirigentes del PRO se preguntan: si no hay convergencia con La Libertad Avanza, ¿es posible volver a ser oposición?

Cerca de Santilli responden que es fácil: siendo oposición a Kicillof, como lo es el PRO desde hace varias elecciones, justamente en Buenos Aires, donde el partido amarillo es el principal accionista de una tribu que se fragmenta cada día más. Por un lado, lo que alguna vez fue Juntos por el Cambio profundiza sus diferencias entre intendentes y legisladores amarillos y radicales; por otro, las mil partes en las que se despedazó La Libertad Avanza en el parlamento bonaerense.

Ante ese escenario, el exvicejefe de Gobierno porteño deberá contener a las tribus propias y a las violetas, que no parecieran estar en una posición de apostar por alguien de afuera, en plena creación del sello bonaerense de LLA. Hay un dilema que atraviesa a los intendentes de la fuerza que quedó a casi 20 puntos de distancia de Kicillof en las elecciones pasadas: insistir con Santilli o buscar otra figura.

Diego Santilli y Cristian Ritondo.

Diego Santilli y Cristian Ritondo.

Por lo pronto, la cúpula bonaerense del PRO, auspiciada por Mauricio Macri yJorge Macri, alimenta la idea de un acuerdo entre Cristian Ritondo y Santillipara que el presidente de la bancada amarilla en Diputados presida el partido en la provincia en los próximos meses y renuncie a un nuevo intento por candidatearse en la provincia. En ese pacto, Santilli tendría vía libre en el partido para encabezar la boleta en 2025, una iniciativa que rechaza el sector vinculado a Patricia Bullrich, que prefiere a otra persona.