Panamá quiere despedir a los refugiados y migrantes que entran en el camino a los Estados Unidos a través de la infame jungla de Darien en el sur del país.
Así lo anunció el recientemente elegido presidente Jose Raul Mulino. Al igual que en Europa, la huida y la migración de América del Sur a América del Norte es uno de los temas transnacionales centrales, con mucha emocionalización política y pocas soluciones prácticas.
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«Para poner fin a la odisea a través de la brecha de Darien, iniciaremos un proceso de repatriación con ayuda internacional que respete plenamente los derechos humanos de todas las personas que viven allí», anunció el político de derecha el jueves (hora local) en un discurso ante el órgano electoral.
«Los que están allí (en América del Sur) y quieren venir aquí deben saber que todos los que lleguen aquí serán enviados de vuelta a su país de origen», dijo Mulino. La selva de Darien «no es una ruta de tránsito», sino «nuestra frontera», enfatizó. En la franja de tierra discurre la frontera entre Colombia y Panamá. La selva se ha convertido en un importante corredor para la migración que quiere llegar a los Estados Unidos desde América del Sur a través de América Central y México.
AP/Ivan Valencia
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Más de medio millón de personas en el año anterior
En 2023, un número récord de 520.000 personas cruzaron la zona, incluidos unos 120.000 niños. En 2022, 62 personas murieron en el peligroso viaje por la zona donde reinan las bandas criminales. En 2023, se han registrado 34 muertes hasta ahora. La mayoría de los refugiados que cruzan el Darien Gap huyen de la miseria económica en Venezuela. Pero los migrantes de África y Asia también utilizan la remota selva tropical para llegar a los Estados Unidos.
Mulino había prometido en la campaña electoral poner fin a la migración a través de Panamá. «La frontera de los Estados Unidos ya no está en Texas, sino en Panamá», dijo Mulino, que fue secretario de Seguridad de 2009 a 2014, el mes pasado.
Si Mulino comenzara a convertir su anuncio en realidad, esto sería una noticia positiva para los Estados Unidos, independientemente de quién gane las elecciones presidenciales de noviembre. El tema de la migración ha sido durante mucho tiempo uno de los temas clave en la campaña electoral estadounidense entre el presidente demócrata Joe Biden y el expresidente republicano Donald Trump. Según el gobierno, solo en marzo, las autoridades estadounidenses capturaron a casi 190.000 personas que cruzaron la frontera con México sin permiso.
El presidente electo Mulino
Desigualdad social y migración
El rápido crecimiento económico de los últimos años en Panamá ha disminuido recientemente. Debido a una sequía, el tráfico marítimo a través del Canal de Panamá se redujo. La desigualdad social fue un problema en la campaña electoral, al igual que la situación de Panamá como país de tránsito para muchos migrantes en su camino a los Estados Unidos.
Mulino, de 64 años, fue originalmente el candidato a la vicepresidencia de la alianza de derecha Alianza para Salvar a Panamá junto a Ricardo Martinelli. Cuando la autoridad electoral lo excluyó de las elecciones en marzo después de su condena a más de diez años de prisión por corrupción, Mulino avanzó.
Red, ORF.at/Agencias
Izquierda:
Presidente de Panamá
Darien Gap