Lacalle Pou se diferenció de Milei y defendió el rol del Estado «para alcanzar la libertad»
Hasta el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, conocido por sus ideas de derecha y sus políticas de ajuste, lo admite: un país sin Estado presente no garantiza plena libertad.“En Uruguay le decimos hacer piecito. Cuando uno era bajo y no podía saltar el muro le hacían piecito. Tenemos que tener un Estado fuerte para que el individuo pueda gozar de la libertad”, dijo este miércoles el mandatario durante la cena de la Fundación Libertad, marcando un claro contraste con el discurso anti-Estado de Javier Milei.
“No todos podemos disfrutar de la libertad. Acá seguramente casi todos se vayan en auto, duerman calentitos, los hijos estudien, mañana tienen laburo y tienen salud decente. Ahora, qué difícil gozar de la libertad individual si se vive en un rancho, si no se tiene acceso a una salud, si mis hijos no estudian y por ende no tienen una luz al final del camino para esforzarse”, reflexionó Lacalle Pou en ese sentido.
El presidente de Uruguay señaló que «no se puede tener libertad individual si se vive en un rancho sin acceso a la salud» y llamó a que el Estado «haga piecito» a la gente.
Luis Lacalle Pou fue uno de los invitados estelares de la cena de la Fundación Libertad junto con otros líderes de la derecha regional. Al uruguayo le tocó hablar después de Javier Milei y su incendiario discurso en contra del Estado al que le agregó burlas e imitaciones de muchos de los que estaban presentes.
El presidente de Uruguay matizó el tono de su colega e incluso defendió el rol del Estado. «Ahora se puso de moda hablar de libertad, ojalá que no pase», comenzó diciendo el referente uruguayo.
«Me quedan 311 días y dije ‘no tengo tiempo’. Pero después me acordé que esta fundación me dio voz cuando nadie me daba voz. Me permitió reafirmar algunos conceptos y aprender. Es un gusto estar hoy acá», continuó.
Luego, expuso sobre el modelo que lleva adelante en Uruguay y planteó la importancia de «un elemento poderosísimo que es la cohesión social» y apuntó: «Sin cohesión social no hay posibilidad de gozar la libertad individual. Si el todo no está bien, es imposible ser libre en el mundo moderno». «Esta receta que Uruguay tiene hace mucho tiempo y creo que va a continuar en 311 días, es la que nos ha dejado satisfechos, pero nunca conformes», añadió.
Pero el punto de mayor diferencia se dio cuando planteó que «hay cosas que están en el ADN de nuestro país y ya nadie discute como un Estado fuerte». «No quiere decir un Estado grande. Seguramente no tenga que tener mucha dimensión para ser fuerte», aclaró.
Hay cosas que están en el ADN de nuestro país y ya nadie discute como un Estado fuerte. No quiere decir un Estado grande. Seguramente no tenga que tener mucha dimensión para ser fuerte
El líder uruguayo que termina su mandato en marzo del año que viene afirmó que un Estado fuerte «significa tener instituciones fuertes y para ello tiene que haber una clara separación de poderes, que no es divorcio. Tiene que haber una democracia fuerte y, no es muy popular lo que voy a decir, pero se la debemos en Uruguay a los partidos políticos. Sin ellos, la democracia es más riesgosa».
«Qué difícil gozar de libertad si se vive en un rancho y mis hijos no tienen una luz al final del camino para esforzarse. Tenemos que tener un Estado fuerte para que el individuo pueda gozar de la libertad», remató.
La postura de Luis Lacalle Pou se explica porque, como su padre y ex presidente Luis Alberto «Cuqui» Lacalle, integra el Partido Nacional, una fuerza centenaria de extracción liberal pero de fuerte impronta nacionalista.
El vocero de la Presidencia argentina, Manuel Adorni, dijo en una entrevista con El País de Montevideo que los presidentes Luis Lacalle Pou y Javier Milei tenían diferentes puntos de vista sobre el rol del Estado en la economía de cada país. El funcionario también se refirió a la demora en materializar un encuentro entre ambos jefes de Estado a pesar de la corta distancia geográfica que los separa.
Según Adorni, Milei priorizó otros intereses globales, como su incuestionable e inamovible abrazo a Israel, o sus varias visitas a Estados Unidos, para coquetear con potenciales inversores, además de otros compromisos con la comunidad judía. Sin embargo, Lacalle y Milei se conocieron en un evento de la Fundación Libertad en Buenos Aires, que estaba bastante concurrido para una charla a solas. «Se vieron, se saludaron, estuvieron charlando durante dos segundos», explicó Adorni. «Hay cosas que no suceden porque no suceden; En algún momento, sucederán», explicó. La única razón por la que aún no han mantenido un encuentro privado fueron «temas de agenda», afirmó Adorni.
Milei está a favor de un Estado que no complique la vida de las personas y que promueva la igualdad de oportunidades reales y el esfuerzo individual, explicó también Adorni, al tiempo que señaló que había grandes diferencias con la postura de Lacalle. «Creemos en la igualdad real de oportunidades, [y] en la igualdad ante la ley», dijo Adorni. «Y en esfuerzo y sacrificio; y ahí el Estado no tiene mucho que hacer», agregó.
El vocero también dijo que la Argentina promoverá la libertad comercial dentro del Mercosur y se alineará con los países que compartan esta visión. «Tenemos una idea clara de lo que queremos en términos de comercio internacional, que es la libertad comercial absoluta. Dentro del Mercosur, lo que vamos a hacer siempre es promover eso. Cualquier cosa que pueda sugerir obstáculos, complicaciones o burocracia, no vamos a estar de acuerdo», enfatizó Adorni.
Se hizo conocido por su estilo ácido y antikirchnerista en las redes sociales. Después de unirse al gobierno de Milei, representa los puntos de vista de la administración todas las mañanas durante sus conferencias de prensa diarias. El mes pasado fue ascendido al rango de secretario de Estado, equivalente al de ministro, lo que supuso un aumento de sueldo. A principios de este año, su hermano Francisco fue contratado como asesor del Ministerio de Defensa a pesar de carecer de las credenciales adecuadas.