El 9 de julio de 1816 no solo celebramos nuestra independencia. También constituimos la Nación que hoy nos cobija, bajo el dominio del Puerto de Buenos Aires. Ese día nacieron nuestra libertad y numerosos desafíos, muchos de los cuales aún afrontamos: Ser, además de un País libre, una Nación soberana, federal, justa y desarrollada, con un pueblo feliz.
Hoy, esa Patria sufre en cada santacruceño que tiene frío, mientras campea la peor tormenta de los últimos 60 años, que obligó a nuestro gobierno a nuevos sacrificios y esfuerzos. No es tiempo de fiestas ni grandes actos. Cada dispendio del Estado tiene destino: acompañar al pueblo y enfrentar las consecuencias de esta crisis climática inédita.
Mantengo en alto todas las banderas que nos legaron nuestros mayores. Miro cada centímetro de nuestra tierra y miro a los ojos al pueblo. Tengo los mismos objetivos que dieron origen a nuestra Argentina. Llevo ese sueño conmigo y lo comparto con todos ustedes.
¡Viva la Patria!