Buenos Aires
Tras presentar el proyecto de ley de reforma previsional, el Gobierno empieza a sentir la presión de la CGT y la oposición. Estos actores cuestionan que la iniciativa oficial del aumento trimestral por el IPC-Indec y el incremento del 5% de la variación del PBI perjudica a los jubilados, que saldrían perdiendo alrededor de 8 puntos por el desfasaje con la actual fórmula de movilidad atada a la evolución del salario y la recaudación.
El proyecto que ingresó el viernes al Congreso indica que la primera actualización con la nueva fórmula se hará el 1 de marzo, pero sólo atada a la inflación del tercer trimestre de este año (julio-septiembre). Recién en junio se aplicaría el nuevo esquema de movilidad que considera la suba de precios más el 5% del aumento del PBI. Por consiguiente, la CGT advierte que hay un desfasaje ya que en marzo, las jubilaciones aumentarían 5,2% por el IPC, cuando con el coeficiente actual subirían 13%.
Esto es negativo más allá de la fórmula, queremos saber cuándo se hace el corte y cómo se hace. Si es un paga Dios para atrás o hay una compensación por el cambio, indicó Héctor Daer, uno de los miembros del triunvirato de conducción de la CGT. En declaraciones realizadas desde Roma, a donde la cúpula de la CGT viajó para reunirse el miércoles con el Papa Francisco, Daer señaló que si hay pérdida de ingresos (para los jubilados) esto es negativo. Y advirtió que si no hay una compensación para los jubilados por el cambio de índice bajo ningún punto de vista vamos (en la CGT) a estar de acuerdo con la iniciativa del Gobierno.
Rechazo
En la Casa Rosada rechazan de plano alguna compensación y sostienen que la nueva fórmula protege mejor los haberes ajustando por inflación. Cerca de Macri minimizan estos reclamos: Las leyes las discuten los diputados… Los gremios no tienen legitimidad para hacer este reclamo, advirtió un funcionario oficial. Desde el Ministerio de Trabajo, que rubricó el proyecto de ley, son optimistas y creen que no habría cambios en el Parlamento. Es que este proyecto se encuentra bajo el paraguas del consenso fiscal que firmaron los gobernadores con el presidente Mauricio Macri, por lo que la Casa Rosada da por descontado el aval de los legisladores.
El reclamo también proviene del Frente Renovador, que en otras oportunidades acompañó proyectos oficiales. Tras conocer la letra del proyecto, la jefa del bloque, Graciela Camaño, adelantó que el massismo no acompañará en el Congreso los proyectos de reforma laboral y previsional.
El proyecto oficial tuvo menos reparos en el punto que garantiza a quienes hicieron aportes durante 30 años, el pago del 82% del valor del salario mínimo vital y móvil. A valores de hoy, la jubilación mínima que está en $ 7246 aumentaría a $ 7265. Pero esta diferencia sería de $ 500 desde enero, ya que el salario mínimo se actualizará ese mes. El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, considera que 1 millón de los 6 millones de jubilados estarían alcanzados por esta medida. La iniciativa es darle prioridad a quienes aportaron toda la vida, argumentó el funcionario.
Por su parte, el referente de la CGT, Daer, consideró que frente al resto de la iniciativa eso es apenas un balde de cal contra una montaña de arena. El sindicalista también se quejó de que el Ejecutivo haya sacado la discusión previsional de la mesa de negociación con los gremios para llevarla a la discusión con los gobernadores.