Una lección de vida para reconocer los valores humanos
En 1956 se publicaba una novela muy especial, The Nun’s Story, de Kathryn Hulme, que alcanzó el número uno de la lista de best-sellersdel New York Times y que Hollywood adaptó al cine en 1959 con un director y una actriz principal excepcionales: Fred Zinnemann y Audrey Hepburn. Desde el demoledor análisis de Joseph Conrad, con su Heart of Darkness(1899, 1903) de los desmanes coloniales bajo la tutela del rey de los belgas Leopoldo II, sucedidos en torno a las orillas del río Congo,ninguna otra creación, inspirada en dicho río africano, había llegado a ser tan popular como la que nos ocupa. La España de finales de los años cincuentano permaneció ajena a este fenómeno de sorprendente popularidad. La novela se tradujo en 1957 y en tan solo cuatro años conoció dieciséis ediciones. La película posterior se dobló y exhibió en las salas españolas de inmediato; traducción, recepción, novela popular, cine,Congo Colonial.
El presente capítulo, todo un viaje por África, la literatura, la traducción y el cine clásico de Hollywood, girará en torno a la recepción de una novela contemporánea muy curiosa y compleja, un gran éxito olvidado de hace tan solo unas cuantas décadas. También en torno a la traducción de la misma al español, así como de su versión cinematográfica que fue también doblada al español. También en torno a dos grandes estrellas de Hollywood, seres inmortales de celuloide recreados desde dos naturalezas humanas únicas. Y, por supuesto, también se buscará ofrecer a los lectores interesados todo un proceso irrepetible de transformación y recepción de mensajes polémicos o muy polémicos.El texto literario original, en inglés, se publicó por primera vez en el año1956. La edición empleada, como fuente primaria para confeccionar estas páginas, fue publicada tres años después, en 1959. Undato muy revelador, a la par que llamativo, es aquél que figura en su misma portada: «800,000 copies sold»[800.000 ejemplares vendidos], lo cual nos permite hacernos una idea aproximada del fenómeno literario que llegó a ser en muy poco tiempo este textode la norteamericana Kathryn Hulme(1900-1981). Además, conviene recordar que The Nun’s Storyllegó a alzarsecon el número uno de la lista de libros más vendidos del periódico New York Times.
Corría el año 1957 cuando se publicó la primera edición española de la novela, con el título de Historia de una monja. De nuevo, si avanzamos tres años y algo más en el tiempo, hasta llegar al 1960 de siglo pasado, esta es la fecha de la edición de la que se ha beneficiado el presente capítulo para hacer sus lecturas y consultas directas a su segunda fuente primaria principal. Pues bien, este volumen de 1960 se anuncia como la decimosexta edición, prueba indiscutible de lo que también fue ungran éxito popular y de ventas, como el nombre homónimo de la empresa que lo publicó, la editorial Éxito de Barcelona.2El traductor al que se le asignó la tarea de verter estas páginas al español fue Rafael Santos Torroella(Port Bou, Gerona 1914 –Barcelona 2002),figura insigne de la historia de la traducción española cuya labor convendría reivindicar más a menudo,así como los méritos desus traducciones publicadas, que fueron muchas y muy buenas.3Aunque entre los objetivos primeros de estas páginas no figura concluir un análisis profundo o completo de la labor y oficio de este traductor, no faltarán ocasiones para ir introduciendo en algún juicio sobre sus resultados y aciertos, siempre acordes con la afirmación de que supo hacer un buen trabajo.Otras fechas, de edición y de estreno, tampoco se nos han de pasar desapercibidas, si lo que se busca es hacerse una idea cabal del fenómeno de recepción y éxito de la historia de esta monja, tan atormentada como luchadora entusiasta. La primera edición inglesa es de 1956. La primera edición de la traducción española es de 1957. Es decir, casi de inmediato. En 1959, también muy pronto, se estrenaba en Estados Unidos y, de inmediato en todo el mundo, la versión cinematográfica de la novela en cuestión.También solo un escaso año después se estrenó la versión doblada de la película en España(1960). Estos plazos nos dicen mucho. Los DVD, tanto de la versión original, como de la doblada al español, tal como se pueden seguir comprando hoy en día en populares tiendas de internet, siguen recalcando que la película fue nominada (preseleccionada) para ocho premios Óscar.4Aparte de haber sido premiada decenas de veces en numerosos otros festivales, como el español de San Sebastián de 1959 (Concha de oro a la mejor películay a la mejor actriz), incluso antes de que se estrenara en laspantallas españolas.52. Gabrielle van der Mal, Sister Luke / SorLucasThe Nun’s Story cuenta la historia de una joven belga llamada Gabrielle van der Mal,quien decide entrar en un convento de Bruselas. Gabrielle es hija del mejor y más conocido cirujano de Bélgica, un científico agnóstico que se opone a la decisión de suhija, pero no puede impedirla. Pronto tomará el nombre religioso de Sister Luke, SorLucas en la traducción española, novicia y más tarde monja profesa que alberga un sueño en su interior: ir de misionera a África, al Congo belga. La acción, cronológicamente, comienza en el año 1927, y se cierra con los momentos inmediatamente posteriores a la Segunda Guerra Mundial. En primer lugar, los lectores observan los duros años de prueba de la formación de la religiosa, periodo que se interrumpe con el viaje y estancia en el Congo durante unos pocos años. En tercer lugar, una vez Gabrielle de vuelta a Europa, poco antes del comienzo de las traumáticas hostilidades de la guerra, la narración se cierra, tiene su dramático epílogo durante los años de colaboración interna y externa con la resistencia al invasor de la débil nación belga. 3. FredZinnemanny Audrey HepburnA finales del los años cincuenta del siglo pasado, tanto Fred Zinnemann (1907‒1997) como Audrey Hepburn (1929‒1993) eran el director y la actriz de moda de la fábrica de sueños de celuloide de Hollywood. Se buscaba, con toda intención, un éxito seguro, como así fue, y ya avalado por la buena ventura comercial de la novela previa.Zinneman era un judío emigrado a Estados Unidos que había nacido en Austria. A lo largo de su carrera artística consiguió ganar en cuatro ocasiones un premio Óscar, incluido el de mejor película y mejor director. En su haber se cuentan títulos tan legendarios como Soloante el peligro(1952) [High Noon], con GaryCooper; De aquí a la eternidad(1953) [From Here to Eternity], con, nada
Aunque no se le otorgó ninguno de ellos, estas fueron las ocho categorías para las que fue preseleccionada esta película: best picture, best director, best actress, best adapted screenplay, best cinematography-color, best sound recording, best film editing,y best dramatic or comic score.5La rapidísima secuencia de fechasfundamentales sería, de forma esquemática, la siguiente: 1956, primera edición en lengua inglesade texto escrito; 1957, primera edición en lengua españolade dicho texto; 1959, estreno de la películao versión cinematográfica del texto escrito (novela); 1960, estreno de la versión doblada de la película en español.
Zinneman era un judío emigrado a Estados Unidos que había nacido en Austria. A lo largo de su carrera artística consiguió ganar en cuatro ocasiones un premio Óscar, incluido el de mejor película y mejor director. En su haber se cuentan títulos tan legendarios como Soloante el peligro(1952) [High Noon], con GaryCooper; De aquí a la eternidad(1953) [From Here to Eternity], con, nada, que Frank Sinatra, Montgomery Cliff, Burt Lancaster y Deborah Kerr; o Un hombre para la eternidad(1966) [A Man for All Seasons].Por lo que respecta a la actriz protagonista, bajo la dirección de Zinnemann, en esta aventura artística, el pasado día 20 del mes de enero de 2013,se cumplían veinte años de fallecimiento de Audrey Hepburn. Todos los periódicos y medios audiovisuales dedifusión de la información más representativos del mundo le dedicaron amplios reportajes en su memoria, una de los iconos más queridosdel siglo XX.
Sigue, a pesar del tiempo transcurrido, siendo considerada como la mujer más elegante de la historia por muchos, así como definida y admirada constantemente por su inocencia angelical, su talento, su alegría natural y su encanto irrepetible.Audrey era belga de nacimiento, como Sister Luke. Tal vez por esta coincidencia fuera seleccionadapara protagonizar The Nun’s Story. Y también como ella, su personaje, sufrió los males de la misma guerra. Entre sus películas inolvidables no se puede omitir títulos como: Vacaciones en Roma(1953) [Roman Holiday], escoltada por Gregory Peck, la que la descubrió para el gran público; Sabrina(1954); Breakfast at Tiffany’s(1961) [Desayuno con diamantes]; o el musical My Fair Lady(1964).Sin embargo, a pesar de todo el brillo y oropel que le reportaron tales legendarias aportaciones al séptimo arte,ella siempre declaróque Sister Luke había sido su mejor papel y el que más influyó en su vida personal. Recuérdese al respecto que Audrey siempre rechazó ser la imagen de la marca Tiffany’s, pero nunca rechazó dedicarse a las causas humanitarias el resto de su vida. Muchos de nosotros es probable que mantengamos todavía en nuestras retinas el recuerdo visual desus viajes a África y de cómo se fotografió rodeada de niños africanos, como enviada especial de Unicefa naciones tan castigadas por el hambre, la guerra y la enfermedad como Etiopía.7Y sobre todo en los últimos meses de su vida, cuando la enfermedad que terminó con su trayectoria.
Conclusiones
Las posibilidades de comentario de The Nun’s Story, la novela y la película, y de sus traducciones al español,son tan variadas y ricas como el plácido y abundante caudal de las aguas del río Congo. En estas páginas solo ha sido posible adentrarse en unas breves, aunque significativas, pinceladas de todo un inmenso conjunto pictórico. Hay mucho más.Parece claro, por otra parte,que The Nun’s Story, el segundo texto literario más popular de la historia que trata sobre el Congo, después delde Conrad, en cierta medida, por encima de su mensaje y debate religioso y cultural más candente, es una respuesta reivindicadora frente a aquel en nombre de una nación y de una religión. Resulta también necesario, y justo, encomiar una vez más la labor del traductor de la novela y de los traductores de texto doblado de la película, el que sirvió de apoyo a un excelente elenco de actores de doblaje.
Se trató de un trabajo de extraordinaria calidad en ambos casos, hecho con independencia de los factores ideológicos, sociales e históricos que acompañaron la obra y que aún necesita ser estudiado en profundidad.Y, finalmente, el hecho de que tanto novela como película, con las cargas de profundidad que presentan ambas, cuenten con los comentarios e intervenciones de la censura franquista, con sus debilidades y contradicciones, no hacen más que convertir este proceso de estudios fascinantes.
Historia de una monja, una película emocionante y con una duración de dos horas y media en donde se percibe la situación de la Fe Católicamente vivida y la crisis en un Convento y en donde el Director de cine Fred Zinnemann activa la conciencia de los espectadores tan fuertemente y se observa la gran actuación contenida de Audrey Hepburn quien con su naturalidad y vida de Ángel conmueve la realidad vivida. Es una de las películas más conmovidas que he visto del director.
Historia de una Monja (1959)
Los valores del siglo XX
Decimoquinto largometraje del austríaco Fred Zinnemann (1907-97) (“Solo ante el peligro”, 1952). El guión, de Robert Anderson (“Té y simpatía”, Minelli, 1956), adapta la novela biográfica “The Nun’s Story” (1956), de Kathryn C. Hulme, basada en la vida de Marie-Louise Habets (1905-86). Se rueda del 24/I al 25/VI de 1958 en escenarios reales de Bélgica (Brujas, Froyenne y West-Vlaanderen) y de la República del Congo (Kisangani, leprosería, estación de ferrocarril y mercado nativo) y en los platós de Cinecittà (Roma), con un presupuesto de 3,5 M USD. Nominado a 8 Oscar, gana un Bafta (actriz) y la Concha de plata (actriz) de San Sebastián. Producido por Henry Blanke para la Warner, se proyecta por primera vez en público en sesión de preestreno el 18-VI-1959 (NYC).
La acción dramática tiene lugar entre 1927 y 1944 en Bélgica y, sobre todo, en la República del Congo. Gabriela van der Mal (Hepburn), de unos 22 años, de familia acomodada, hija de un reputado cirujano viudo, pese a las reticencias paternas, ingresa como postulante en el convento de las Hermanas de la Caridad de Jesús y María, congregación fundada en 1803 por Peter Triest en Lovendegen (Bélgica). Como religiosa toma el nombre de hermana Luke y cursa estudios de enfermería en la Escuela de Medicina Tropical. El papel de la madre Emmanuelle, superiora, corre a cargo de Edith Evans y el de cirujano belga Dr. Fortunati, que trabaja en Kisangani, a cargo de Peter Finch.
El film desarrolla un drama psicológico. Compone el retrato profundo, detallado y consistente de un personaje singular y apasionante, de extraordinaria penetración y riqueza de detalles. Ocupa el centro del relato y se presenta construido con habilidad y esmero. La aportación más importante de la cinta viene dada por la profundidad psicológica de su análisis y la sutileza de los medios empleados en la tarea. La evolución del personaje a lo largo de 17 años intensos de vida, con cambios de destino y trabajos, se basa en un brillante conocimiento y manejo de los recursos psicológicos y de la fuerza de afirmación de una personalidad humana que se sitúa fuera de lo común. Luke es batalladora, generosa, entregada y dispuesta incondicionalmente al servicio de los demás.
La descripción de las incidencias que marcan su experiencia misionera y monástica atesora entre líneas la exploración de su lucha interior, la nobleza de sus sentimientos y, sobre todo, la eclosión que se produce en la sociedad occidental de una matriz nueva de valores superiores a los tradicionales, que se han demostrado insuficientes para inspirar y motivar la vida colectiva de una sociedad con nuevos problemas, nuevas metas y nuevas necesidades, a raíz de la IIGM y sus consecuencias. La madre Luke (Hepburn) sufre en su intimidad los embates de la confrontación que se produce en el mundo entre valores emergentes y caducos, valores nuevos y viejos, valores de presente y los del pasado.
https://www.youtube.com/watch?v=NevrZ9xsD5k
Si hay algo que este drama de Zinnemann nos comunica con fuerza, es que lo único que podemos hacer es ser quienes somos.
No sirve de nada engañar a los demás y tratar de engañarnos a nosotros mismos, pretendiendo ser alguien que no podemos ser.
Muchas de las decisiones que tomamos implican compromisos, renuncias, bendiciones, sacrificios, alegrías y sufrimientos, en distintas proporciones. Una mujer que se consagra a ser monja debe aceptar y hacer suyos el compromiso, la renuncia, el sacrificio y el sufrimiento, recibiendo a cambio las bendiciones y las alegrías que conlleva la recompensa espiritual y divina. Librará una lucha constante para despojarse de su orgullo, de su vanidad, de su amor propio, de sus deseos carnales y de su rebeldía. Tendrá que esforzarse cada día por ese camino de perfección lleno de humanas imperfecciones, tendrá que tropezar mil veces para levantarse mil veces y seguir. Porque el orgullo, la vanidad, el amor propio, los deseos carnales y la rebeldía son como los pulmones, como el corazón, como todos los órganos vitales. Están tan presentes y tan arraigados en nuestro espíritu como los órganos lo están en nuestro cuerpo.
Por ello, el camino de una esposa de Cristo no es como caminar por la ininterrumpida paz de un túnel de luz cegadora. Puede llegar a ser un camino lleno de zarzales espinosos que rara vez ofrece paz interior. Porque la verdadera virtud de quien se consagra a Dios no es la imposible posesión de la perfección del alma, sino su búsqueda incansable. Sabiendo que la lucha será perpetua y aceptándola como la parte más difícil del sacrificio.
Tratar sin tregua de vencer los mundanos impulsos y sentimientos. Sin lograrlo completamente, pero domándolos y controlándolos cada vez con mayor eficacia, gracias a la ayuda de la experiencia, de la fuerza interior y, sobre todo, de la verdadera vocación. Puede que esto último sea lo más esencial para lograrlo.