Las discusiones y conflictos en una pareja son normales. Los conflictos constructivos son incluso fundamentales para el funcionamiento de las relaciones. Sin embargo, en tiempos de crisis, muchas parejas y familias pueden experimentar un aumento de los conflictos. Las discusiones pueden ocurrir con más frecuencia y ser más agresivas de lo habitual. El confinamiento espacial, la falta de oportunidades de retiro y las preocupaciones y miedos adicionales durante la pandemia rozan los nervios y hacen que todos los implicados se vuelvan más “finos”, permanentemente irritables y más propensos a perder los estribos.
Incluso en parejas y familias donde no hay violencia, pueden ocurrir nuevos comportamientos en esos momentos. Este comportamiento puede provenir de uno o ambos miembros de la pareja y de hombres y mujeres, por ejemplo:
- Agresiones verbales, como insultos, palabrotas, gritos, amenazas verbales o intentos de intimidación.
- Agresión física, como arrojar objetos, empujarse, agarrarse del brazo,
- Evitar que la otra persona salga de la habitación, hasta golpear, golpear, asfixiar, amenazar con cuchillos.
Importante: Si usted es amenazado por su pareja o sufre violencia, puede encontrar información y direcciones de contacto aquí (ver artículo sobre violencia doméstica) y en la parte inferior de esta página.
Esta página está destinada principalmente a personas y parejas que reconocen el peligro de la escalada de conflictos y la posible violencia en sí mismos y quieren cambiar algo al respecto.
Sé honesto contigo mismo y reacciona si notas que estás abrumado y temes que puedas usar la violencia.
Acciones que puedes tomar de inmediato como pareja o individualmente:
Encontrar una salida para tu propio estrés
Debido a la multitud de tensiones causadas por la crisis y especialmente cuando hay constricción espacial, todos necesitan formas de reducir su propio estrés y sobrecarga de una manera saludable. Tenga en cuenta: estamos en una situación excepcional, por lo que también se indican medidas excepcionales.
- Define claramente las horas definidas que cada uno pasa por su cuenta.
- Permita que todos los miembros de la familia se retiren. Diga una palabra de advertencia que todos puedan decir y luego descanse un poco (“Necesito un descanso ahora”).
- Si no hay espacio para retiros, sea creativo, por ejemplo, con auriculares y el acuerdo de no ser molestado durante un tiempo determinado.
- Dé una vuelta a la manzana por su cuenta, a través del bosque, o suba y baje la escalera unas cuantas veces. Respira hondo.
- Haz deporte: ¡esto también ayuda contra la agresión física!
- Llama a tus amigos y familiares. Habla de cómo te sientes, o habla de cualquier cosa, incluso si es solo para volver a hablar con otra persona.
- Si esto no es suficiente, póngase en contacto con las líneas directas de crisis, por ejemplo, el servicio de asesoramiento telefónico (tel.: 116-123).
Hablar entre ellos en una etapa temprana
Aborda la ira antes de que la situación se intensifique. Elija un buen momento para esto cuando usted y su pareja puedan hablar en paz. Evite abordar las dificultades en momentos inconvenientes, como cuando usted (ambos) están muy estresados, cansados, hambrientos o distraídos, o han estado bebiendo alcohol o usando drogas.
Los tiempos regulares para hablar pueden ayudar a absorber las frustraciones en una etapa temprana. Hacer un mini-equipo de crisis familiar diario o una conferencia: ¿Cómo está cada individuo, quién necesita qué, qué ideas y deseos tienen los individuos? Además, habla de lo que va bien.
Cuando una discusión se calienta
Acuerden un plan desde el principio (durante un tiempo de tranquilidad) que puedan seguir como pareja si una discusión se intensifica. Los conflictos pueden “escalar” rápidamente y las discusiones adicionales no conducen a soluciones.
Cuídate a ti mismo: ¿Todavía tienes control sobre tu comportamiento, o estás tan abrumado o molesto que podrías volverte agresivo? Las emociones negativas y la tensión son normales en situaciones excepcionales. No es malo tener sentimientos agresivos hacia alguien, solo se vuelve peligroso cuando los actúas.
El objetivo de un tiempo fuera es que ambos “enfríen” sus propios sentimientos (¡y la reacción de estrés del cuerpo!) hasta tal punto que sea posible una conversación más controlada.
Cuando ocurre la violencia: ¡Habla!
Si usted u otra persona en su hogar ha perdido el control y se ha vuelto violento, hable de ello, también para proteger a los niños en el hogar.