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En medio de una semana donde la discusión pública nacional pasó por la “licenciosa y corrupta vida y gestión” de Alberto Fernández, y la debacle que vive el “escuálido” bloque parlamentario del oficialismo libertario, en la remota provincia de Santa Cruz, gobernada por casi recién llegado a la política; se dio tal vez el hecho que más concretamente expresa que no se gobierna con discursos, ni se resuelven problemas con excusas. La decisión de aliviar la carga impositiva de los estatales provinciales se conoció el 15 de agosto pasado, aunque apenas si logró una mención de los “comentaristas” políticos.
La novedad que seguramente se perdía en el “tsunami” de información sobre los “chats prohibidos” del ex Presidente (que impactan en el peronismo/kirchnerismo) y la renovada pelea del presidente Javier Milei con la vice Victoria Villaroel (que generan una verdadera sacudida en sus legisladores) es que una medida tomada con sensatez debería ser la portada de todos los medios. Es como si en el contexto nacional, la ficción le ganara a la realidad y la agenda de medios girará en torno al show de la política. La realidad es que el salario no es una ganancia; y esta simple definición debería ser tema de preocupación cuando miles de asalariados deben resignar ingresos por decisiones políticas que se basan en ecuaciones matemáticas (una planilla de Excell) para, en apariencia resolver un problema (el del equilibrio fiscal) mientras generan uno más impactante e incómodo; el que padecen día a día los trabajadores.
Así se podría leer la decisión del gobernador Santacruceño Claudio Vidal: decisión política y pragmatismo; pero sobre todo conciencia de cómo se deben ejecutar las decisiones de gobierno más allá de las excusas o el discurso. A partir de ahora, los Estatales de Santa Cruz no verán afectados sus ingresos por el pago del Impuesto a las ganancias y esto sí que es una medida que llega a la gente y que la resuelve un problema.

Mejor que decir

El gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, se convirtió así en el primer mandatario provincial en garantizar a los trabajadores estatales que no serán alcanzados por el Impuesto a las Ganancias, que será absorbido por el Ejecutivo provincial. Esta sería la síntesis de la información, pero para entender cómo un dirigente político llega al grado de entendimiento de la realidad para resolver un tema que en Argentina se discute desde hace tiempo y que fue usado políticamente hasta para intentar influir en elecciones, hay que entender quién es Vidal.
El actual gobernador de Santa Cruz fue hasta su asunción, el secretario general del Sindicato de Petroleros, Gas Privado y Energías Renovables de Santa Cruz; es decir tiene una raíz gremial. En el contexto de la industria petrolera, el tema de las Ganancias no es menor e incluso influye en convenios colectivos, discusiones paritarias y acuerdos por mejoras en ingresos. Esto es lo que por una década fue tema de agenda de Vidal cada vez que se lograba un aumento o mejora para los trabajadores de su sector. Pero luego, también fue diputado nacional y participó de los interminables debates sobre la carga impositiva que pesa sobre los argentinos y específicamente lo confiscatorio que puede ser un impuesto sobre el salario de los trabajadores. La discusión parlamentaria siempre tendió a dar la razón al gobierno de turno o a la necesidad política de turno. Con lo cual lo que pensara o necesitara el trabajador no era parte del “menú” de intereses.
En esas largas sesiones en las que nadie escuchaba a nadie, y en la que el resultado casi estaba escrito antes de comenzar la discusión, Vidal había afirmado que, “el salario no es ganancia”. Ahora, a pocos meses de haber llegado a la gobernación de su provincia, sin necesidad de buscar votos, pese a la presión de tomar una medida que disparen cuestionamientos del gobierno nacional o criticas de sus pares provinciales, Vidal asume el costo político, pero también da una muestra de coherencia.
“Es el momento de sostener con hechos lo que he defendido toda mi vida”, dijo tras oficializar la decisión de absorber el ítem y de cubrir ante los organismos nacionales de retención, el monto que deberían pagar los trabajadores.
Seguramente la noticia de que los Estatales de Santa Cruz no pagarán Ganancias no sea la agenda de los medios nacionales de mañana, pero seguramente será el tema y la sorpresa de miles de trabajadores y sus familias que verán aliviadas sus vidas cotidianas.

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