La derecha global en América latina es una amenaza sobre la democracia en, debido al fanatismo y autocracia provocada. Bajo el gobierno de Jair Bolsonaro en Brasil, José Antonio Kast había ganado la segunda vuelta de las presidenciales en Chile, Donald Trump había provocado un asalto al Capitolio y el Presidente (EX Diputado en juego) argentino Javier Milei había estado en funciones durante meses. Después de dos años, los nombres se vuelven comunes, reforzados por la designación de Milei como presidenta de Argentina. Goldstein ha dedicado su vida académica a estudiar las redes de contactos que dan alas a esta nueva derecha, el papel de las tecnologías en la difusión de sus ideas y el regreso a la primera línea de los «políticos caídos en desgracia». En la extrema derecha, «hay una apología de la destrucción, de forzar al máximo un momento».
El Liberalismo nada tiene que ver con la derecha, ni con la izquierda. Lamentablemente en América Latina se confunden las derechas con Liberalismos, que nada comparten en ideas. El Liberalismo es la verdadera Libertad y el respeto de otra ideología diferente. El Liberalismo busca desprender a una sociedad de las dictaduras y ataduras. Las derechas y las izquierdas son extremos que separan a una nación o país de una democracia.
En la derecha, “hay una apología de la destrucción, de forzar al máximo un momento distópico para justificar la deshumanización del otro, la violencia política”,
Mientras que la derecha defiende la tradición, la autoridad y la propiedad privada, el liberalismo promueve la libertad individual, la igualdad de oportunidades y la intervención del Estado para corregir desigualdades.
Los hermanos Milei de Argentina copiando la formula Perón -Perón con Lopez Rega
Esta es la Dupla que imitan los hermanos Milei. Una Dupla de Peron Peron con el Brujo Lopez Rega.
Evita habrá tenido todos los defectos que uno le quiera encontrar: pero Nadie puede discutirle el Liderazgo que había logrado, y a pesar de su corta edad no conocía otra realidad.
Milei- Milei con las FUERZAS DEL CIELO en alucianos. Karina Milei implementando la KABA desde la esotérica y MIlei encandilado por el Judaismo debido a la implementación de los rituales de la Kabala… y la historia que demuestra la astucia de esa Cultura (respetada) en la rapidez de los negocios…
El fascismo tradicional era la movilización en torno al líder y en la calle, con camisas pardas y el saludo nazi, todos a la vez. El posfascismo, como lo llama Enzo Traverso, si bien incluye algo de eso, no hace uso tanto de la violencia física sino que usa la violencia simbólica. Por eso las redes sociales son tan importantes. El fin fin principal es el aniquilamiento simbólico del enemigo. Eso no quiere decir que no haya violencia en algunos momentos, como el asalto a los tres poderes en Brasilia o al Capitolio en Estados Unidos, pero no es lo dominante, son momentos específicos de una batalla cultural que es simbólica.
En general son tipos que estaban olvidadados y ahora recobran una nueva vida. En el caso de Javier Milei, en Argentina, por ejemplo, es gente que si no hubiera sido por él, no habría llegado a nada. Hay algunos personajes más idelógicos, de extrema derecha, y hay también muchos oportunistas que se pliegan por conveniencia. Bolsonaro llegó al poder como influencer, distribuyendo listas por Whatsapp. Así llega gente sin trayectoria política que se sube a la ola.
Por su forma de surgimiento. Estas figuras outsider nacen en general de las redes sociales, donde encuentran una forma de comunicación directa que no tenían. Antes, los medios tradicionales definían qué discursos eran aceptables y cuáles no, y hoy esa barrera ya no existe. Tienen además una cosa provocadora que nace de las ideas de Steve Bannon, de las cuales esta derecha se apropia. Mucho de lo que Milei llama batalla cultural lo saca de Bannon. Se crea entonces una idea del escándalo que es muy atractiva para los medios. Estos personajes hacen crecer la audiencia en la televisión y generan retuit en las redes. Esa es la forma de surgimiento de estos líderes, y por lo tanto no tienen un partido y tienen que buscar alianzas distintas a la de los partidos tradicionales. ¿Y quien está dispuesto a sumarse a eso? Políticos caídos en desgracia o gente que no viene de la política tradicional. Estos influencer y youtuber son especialmente funcionales a esto.
Y el gran rol de los INFLUENCERS: Acompañan y reproducen ese relato. Lo bajan a audiencias distintas a las de líder o presionan para la radicalización del movimiento y de esa manera ganan adeptos y plata por visualizaciones.
Hay un estilo distinto de Gobierno, donde la gestión ya no importa. Es un relato polarizante donde se busca destruir un enemigo, las cucas, los parásitos, la casta. No es que no se gestiona, pero importa más el relato construido vía redes sociales que circula en torno la megalomanía y el mesianismo del líder. Si uno analiza el Instagram de Milei, es el león contra las ratas. Eso no tiene nada que ver con la gestión, el adversario es una rata y está deshumanizado. La violencia es una forma de construcción política y cuando decís que el otro es una rata, estás habilitando formas de violencia política.
En los setenta, la derecha extrema se reunía en secreto y de forma ilegal, como cuando coordinaban operaciones de represión ilegal. Pienso, por ejemplo, en el Plan Cóndor [un plan de exterminio de opositores coordinado por las dictaduras del Cono Sur americano]. Hoy es una internacional neofascista a cara descubierta. No hay un ocultamiento, sino todo lo contrario: se busca convocar a todos los que quieran sumarse. Como el CPAC, una vidriera de ultraconsevadores que nace en Estados Unidos y presiona dentro del Partido Republicano y hoy está en Japón, Israel, México o Brasil. Y después está Vox, que es una pata yuxtapuesta y con personajes que se cruzan.
Vox tiene una serie de ideas que convergen con CPAC, pero que no son las mismas: reconquista, hispanidad, narcomunismo. Esta cosa de la España católica que tiene que volver a ser una influencia sobre las excolonias. La propuesta de Vox es inteligente al plantear un vínculo Europa-América Latina desde las colonias, la tradición católica castellana y el idioma. Vox además le permitió a personajes marginales, como era Milei en Argentina, sumarse a una serie de redes y contactos que no tenían. Milei en uno de sus actos agradece a Santiago Abascal que le haya abierto la puerta cuando, dice, ‘yo era un ser despreciado’.
¿Estos movimentos por qué anclan en la sociedad? En esta nueva etapa del neoliberalismo, las frustraciones que genera el sistema, como la desigualdad y la precarización, son conducidas por estos líderes emergentes contra la misma democracia liberal. Es una forma de construcción de poder que tiene que ver con esta etapa del capitalismo. Estos líderes hacen un discurso de la destrucción: Bolsonaro fue a la embajada de Brasil en Estados Unidos y dijo que, para construir, antes había que destruir muchas cosas en su país, como el socialismo; Milei dice ‘yo soy un topo del Estado para destruirlo desde adentro’; Elon Musk, cuando fueron las últimas protestas en Inglaterra, dijo ´la guerra civil es inevitable’. Hay una apología de la destrucción, de forzar al máximo un momento distópico para justificar la deshumanización del otro, la violencia política.
Lo que sí vemos es que lo que antes era una derecha tradicional y moderada, como el PRO en Argentina o el PSDB en Brasil, ha dado paso a esta derecha radical que cuestiona abiertamente varios principios democrácticos. Eso lleva a un deterioro de la convivencia democrática y a una caída en la creencia de que la democracia es el mejor sistema. Pero no olvidemos que en América Latina las democracias son jóvenes, tienen menos de 40 años. No es inimaginable que surjan estas ultraderechas herederas del autoritarismo. Esas tradiciones, vemos ahora, nunca desaparecieron del todo en América Latina y las élites económicas y políticas están acostumbradas a resolver los problemas de esa manera. Es la historia latinoamericana.
En Europa se construyó la Unión Europea con mucha conciencia de lo que fue el fascismo y la guerra. De este lado no existe eso, ni siquiera en Estados Unidos. Trump estimuló un asalto al Capitolio y el sistema democrático estadounidense no pudo forjar anticuerpos para impedir que fuese otra vez candidato. Al contrario de Brasil que sí, que inhabilitó a Bolsonaro por ocho años.
Habría que prestar atención a Eduardo Verástegui en México. No digo que pueda llegar a presidente, pero en la medida en que ahora se vienen seis años de Claudia Sheinbaum y haya 12 años de Morena es probable que la derecha se fortalezca. Hay una búsqueda de construir un movimiento ahí y de engarzarlo con estas derechas radicales globales. Es un personaje bien conectado con ese mundo, con Vox, con Milei y con Trump. Por eso solo ya vale la pena prestarle atención.
Es también un personaje importante, pero pareciera que hoy con el surgimiento de Evelyn Matthei hay todavía una derecha tradicional con poder. De todos modos,que Kast haya llegado a la segunda vuelta en las últimas elecciones ya es interesante. A principio de siglo, la derecha chilena se había moderado y se declaraba no pinochetista para ganar votos. Kast es todo lo contrario, piensa que la derecha falla porque no es consecuente con los valores más autoritarios y religiosos.
Para empezar, el vínculo con las dictaduras. La ultraderecha hace una reivindicación del terrorismo de Estado que no existía. Tenemos además la apelación a la violencia, el esfuerzo por construir un relato a partir de las redes, la deshumanización del otro. El coctel de la derecha tradicional era otro y hasta coexistía con figuras más progresistas. La ultraderecha ataca a ‘los zurdos’, al feminismo, a la agenda 2030. La derecha tradicional todavía estaba imbuida del espíritu pos caída del Muro, en el sentido de que la Guerra Fría terminó y de que la de democracia se puede extender a todo el mundo. Milei, Bolsonaro o Kast vienen a revivir el lenguaje de la Guerra Fría, solo que el contexto es distinto. Cuba no es una amenaza tan fuerte como los extremos. Fidel Castro murio, y Cuba se va liberando con el tiempo…, la Unión Soviética no existe, entonces el enemigo ahora es interno, sin una amenaza real del comunismo. Yo lo llamo un neomacartismo.
Los hermanos Milei, específicamente Javier Milei, a menudo imitan o se refieren a Perón en situaciones en las que buscan conectar emocionalmente con la población o cuando se dirigen a sectores que históricamente han sido influenciados por el peronismo. Algunos de estas circunstancias son:
El discurso de índole popular: Utilizan un lenguaje emocional y directo, apelando a las masas y presentándose como defensores del pueblo ante las élites.
Una crítica a la clase política tradicional: De la misma manera que Perón, Milei critica a los políticos establecidos, presentándose como una alternativa genuina para el cambio.
Técnicas de movilización: Se llevan a cabo actos y eventos que recordan las manifestaciones masivas de los seguidores de Perón, con el fin de generar un sentimiento de pertenencia y comunidad.
A continuación: La defensa de los intereses de los trabajadores es un eje central del peronismo.
Uso de símbolos y frases históricas: A veces, citan o se refieren a símbolos y frases que evocan el legado peronista para establecer una conexión con ese sentimiento popular.
Estas estrategias les permiten atraer a un público amplio y resonar con aquellos que tienen una conexión histórica con el peronismo.
¿Cómo prende entonces esta idea de guerra al comunismo?
Porque en la posverdad es más importante el relato que la verdad. Es una construcción narrativa muy fuerte sin conexión con la realidad.
Todos estos personajes hacen una hibridación religiosa. Combinan los elementos más conservadores de las religiones occidentales y al mismo tiempo pueden asumir otras formas. Bolsonaro es un buen ejemplo: es católico, fue bautizado por un pastor evangélico y se reúne con los judíos más ortodoxos, va a Israel y visita a [Benjamin] Netanyahu. Hacen una hibridación siempre desde lo más conservador, y eso les sirve para una narrativa mesiánica, donde Dios les encomendó salvar al país.
Hay una doble moral. Por un lado, Milei se pone como un intransigente, pero después, por lo bajo, negocia. Bolsonaro hacía lo mismo. Decía ‘más Brasil, menos Brasilia’, pero venía de ser 28 años diputado en Brasilia. Si hay que negociar se negocia, pero que la gente no se dé cuenta, aunque en la narrativa digan que los comunistas son abominables.
Está paralizada, sin poder interpretar el fenómeno de la extrema derecha. Por eso no sabe cómo combatirla. En Brasil lo pudo hacer, pero apelando a Lula, que es un líder único. Y recordemos quue Bolsonaro perdió solo por un millón de votos y perfectamente podría haber ganado. Quedó demostrado que la ultraderecha no es invencible, pero tiene que haber alianzas muy grandes entre todos los que piensan que es una amenza para la democracia.
Las principales diferencias entre las ideologías de izquierda y derecha se centran en los derechos de las personas y el papel del gobierno.
Los términos liberal y conservador se utilizan en la definición de agendas apoyadas.
La izquierda cree que la sociedad es mejor cuando un gobierno tiene un mayor protagonismo, garantizando derechos y promoviendo la igualdad para todos.
Por otro lado, la gente de derecha cree que la sociedad progresa cuando se da prioridad a los derechos individuales y las libertades civiles y se minimiza el poder del gobierno.
Ahora veamos las diferencias entre liberal y conservador. Mientras que los liberales tienen una visión más progresista y pro-cambio, los conservadores tienen una visión más tradicional del orden social existente.
Es necesario señalar que los conceptos de derecha, izquierda, liberal y conservador han cambiado mucho desde sus inicios y que hoy la línea entre ellos es muy tenue. Sin embargo, en aras de la comparación, nos centraremos en las agendas que más se asemejan a cada una de estas ideologías políticas.
Izquierda | Derecho | |
filosofia politica | Socialdemocracia, Socialismo, Comunismo, Izquierda Liberal. | Neoliberalismo, keynesianismo, conservadurismo, liberalismo de derecha |
Expresar | Defiende un Estado más grande, que tiene el papel de hacer de la sociedad un lugar de igualdad de oportunidades para todos. | Prefiere un estado más pequeño para dejar espacio a la iniciativa individual. |
Compañías | Lucha por una mayor regulación e impuestos a las empresas. | Aboga por impuestos bajos y menos regulación de las empresas. |
Política económica | Igualdad de ingresos, tasas impositivas más altas para los ricos, gasto público en programas sociales e infraestructura, más regulación de los negocios. | Reducción de impuestos y menos regulación de empresas, reducción del gasto público. |
Gasto público | La izquierda espera que el gobierno garantice el bienestar social, por lo que su gasto es elevado. | Defiende la reducción del gasto público y la extinción de los programas asistenciales. |
igualdad de ingresos | Generado a partir de impuestos proporcionales sobre los ricos para crear igualdad de ingresos. | La derecha cree que aquellos que tienen la capacidad y los privilegios de ganar deben ser libres de hacerlo en función de sus méritos. |
Política de Salud | Cree que el acceso a la salud es uno de los derechos fundamentales de todos los ciudadanos y debe ser garantizado por el Estado. | Se opone a la expansión de los programas gubernamentales de salud y lo deja en manos del sector privado. |
Aborto | Generalmente a favor de las políticas de planificación familiar, la legalización del aborto y la investigación con células madre. | Generalmente contra el aborto y contra la investigación con células madre. |
Derechos LGBTQIA+ | Por lo general, apoyan la libertad y la igualdad de género, el matrimonio entre personas del mismo sexo y la promoción de leyes contra la discriminación. | En general, se basan en una moral restringida, en valores conservadores y religiosos que se oponen a las libertades ligadas a la sexualidad. |
Portación de Armas | A favor del desarme. | A favor de permitir el porte de armas. |
Alusiones personales | Karl Marx, Friedrich Engels, Proudhon, Lenin | Adam Smith, Margaret Thatcher, Winston Churchill, Ludwig von Mises |