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Caleta Olivia
La Fiscalía Federal de Caleta Olivia, a cargo de Lucas Colla, que investiga las causas por las que un avión Piper –de bandera chilena, en el que viajaban el piloto y cinco personas- se precipitó a tierra el 8 de abril de 1997 en el interior del Parque Nacional Perito Moreno, informó que los equipos de investigación concluyeron su labor en la zona del accidente, el pasado 16 de marzo.
Por las características del hecho, el fiscal cuenta con la asistencia de la Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a Víctimas (DOVIC) y de la Dirección General de Cooperación Regional e Internacional, que funcionan en el ámbito de la Procuración General de la Nación.
Los restos del bimotor Piper PA 23-250 Aztec de la empresa de transporte aéreo chilena “Don Carlos” fueron hallados el 3 de octubre de 2016 por dos funcionarios de la Administración Nacional de Parques Nacionales (ANPN), que patrullaban uno de los bosques de lengas en el interior de dicha reserva.
Una vez que tomó conocimiento del hallazgo, el fiscal Colla solicitó a personal del Escuadrón 39 “Perito Moreno”, que realizara una inspección ocular en el lugar, al que sólo se accede tras un viaje en helicóptero y dos horas de caminata.
La misma fue realizada el 7 de noviembre del año pasado, pudiéndose verificar que los restos encontrados correspondían a los del bimotor con matricula CC-CCH desaparecido.
Luego, el representante del Ministerio Público encomendó a la Gendarmería Nacional y a la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil (JIAAC), el relevamiento del lugar del accidente, el cual concluyó el pasado 16 de marzo. Allí se recuperaron elementos y restos óseos que quedaron a resguardo de la División de Criminalística y Estudios Forenses de la Agrupación XVI “Santa Cruz” de la Gendarmería Nacional –con sede en la ciudad de Río Gallegos- para su pertinente análisis, por lo que se está a la espera del informe de los resultados.
Según surge de las crónicas periodísticas de la época, a las 12.30 hs. del 8 de abril de 1997, el bimotor Piper partió desde la ciudad chilena de Balmaceda.
Tenía previsto llegar, una hora y media después, a Villa O’Higgins. La aeronave, piloteada por Carlos Allende Almarza, transportaba al coronel Guillermo Peña Hevia, al coronel retirado Guillermo Van Schowen Figueroa, al sargento José Llanca Oyarce y el soldado Mardoqueo Ruíz Fuentes, integrantes del Cuerpo Militar de Trabajo, que construía la carretera austral.
Sin embargo, el mal clima alteró los planes. El último contacto de la aeronave se registró a las 13.21 hs., cuando el pilotó situó su posición a 7 kilómetros al oeste de la localidad chilena de Cochrane, e informó que debía sobrevolar el territorio argentino, debido a las malas condiciones climáticas.
Desde aquella última comunicación y a pesar de los trabajos coordinados entre las autoridades de la Fuerza Aérea Argentina, la Gendarmería Nacional y la Prefectura Naval Argentina y sus pares chilenos para dar con el Piper, nada se supo hasta su hallazgo, veinte años después, por parte de una patrulla de guardaparques.
El fuselaje blanco siniestrado se había camuflado entre los nevados bosques de lengas del Parque Nacional Perito Moreno.
Tras el hallazgo, el fiscal Colla solicitó el análisis de los restos óseos y de la aeronave a la Gendarmería y a la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil, al tiempo que requirió el asesoramiento de la Administración Nacional de Parques Nacionales, para poder realizar las tareas de recupero, sin poner en riesgo la flora y fauna del lugar.