Buenos Aires
La petrolera china Sinopec evalúa suspender una inversión de u$s300 millones que tenía previsto realizar en Santa Cruz por la caída en el precio del petróleo y la alta conflictividad sindical que hoy atraviesa la provincia patagónica tanto en el ámbito privado como en el público.
“El panorama es malo. No vamos a cumplir con nuestro anuncio en virtud de la permanente inestabilidad. Estas son inversiones de largo plazo que necesitan previsibilidad”, explicó el gerente de Relaciones Gubernamentales de la compañía, José Esteves.
El directivo de Sinopec sumó a los problemas del sector y la crisis en la provincia, lo que él denomina como el “costo criollo”, consecuencia de “salarios totalmente exorbitantes y fuera de contexto” y alto valor de los insumos, que se combinó con el descenso del crudo en el mercado internacional y el fin del precio sostén para el petróleo local.
No
La inversión de u$s300 millones iba a destinarse a traer equipos nuevos, automáticos, que pueden perforar un pozo en 22 días, la mitad de tiempo que demora normalmente.
En rigor, de ese monto ya se desembolsaron u$s120 millones, y ahora el resto entró en etapa de reconsideración.
A esa ecuación numérica que no cierra se le suma la alta conflictividad, cuya mayor exponente es Santa Cruz, en donde está en su punto más alto.
“Siempre hay un paro, piquete o interna sindical”, planteó Esteves a medios nacionales.
Cifras negativas
Lo cierto es que este contexto adverso atraviesa a toda la industria y se vio reflejado en la cantidad de pozos en exploración, que descendieron 10,7% en el año respecto al 2016 y 42,9% si se lo compara con el 2015, de acuerdo a Oetec, el Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo.
En ese sentido, entre enero y mayo la producción de petróleo alcanzó los 11.478.057 metros cúbicos, y la de gas los 18.361,7 millones de metros, con caídas de 8,1% y 0,8%, respectivamente, frente al mismo período de 2016.
“Es la primera vez en la historia que YPF no está perforando en Santa Cruz”, alertan en el sector.
Sinopec es junto con YPF las dos compañías que operan al norte de la provincia patagónica, mientras que en la cuenca austral también están Tecpetrol y Pan American Energy.
Las compañías intentan postergar los despidos en todo lo posible y “pagan para que los trabajadores se queden en la casa”. Pero reconocen que esa dinámica tiene un límite.
Petróleo “caro”
En ese marco, el Ministerio de Energía está abocado a desarrollar el área de Vaca Muerta en Neuquén y dejó relegadas a otras provincias petroleras como Chubut o Santa Cruz. Según Esteves, en esos dos distritos “no hay margen de maniobra”.
“En Santa Cruz hay crudo pesado que se puede reemplazar por otro de cualquier lugar del mundo”, apuntó. La brutal caída en la producción de crudo contrasta con una mucho más tenue en el gas, por el precio estímulo que fijó el Gobierno para incentivar la producción.
A diferencia del petróleo, que se compra y vende como una commoditie, el gas es más difícil de importar y de otorgarle un valor ya que, por ejemplo, el que le compra Argentina a Bolivia sale u$s11 el millón de BTU y el que viene por barco, u$s10.
Perforación de pozos bajó casi 43%
Alcanzó a 326 plataformas entre enero y mayo último. Es un retroceso de 10,7% en comparación con el mismo período de 2016, pero una caída de 42,9% si se lo mide con respecto a los primeros cinco meses de 2015, precisó el Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo.
En base a las cifras publicadas por el Ministerio de Energía y Minería, el Oetec puntualizó que en los cinco primeros meses de 2016 se perforaron 365 pozos, mientras que en el mismo lapso del año anterior fueron 576.
Algo diferente fue la situación del gas, cuya producción alcanzó en 2016 un crecimiento de 4,9%, aunque eso obedeció principalmente al yacimiento Vega Pléyade, de la provincia de Tierra del Fuego.
El director de YPF Emilio Apud destacó a Télam que “en gas hay mejores resultados” que en petróleo y sostuvo que “la calidad de los yacimientos, sobre todo el de Vaca Muerta (en Neuquén), nos hace prever que en un par de años bajará mucho la importación del fluido, que en estos momentos es casi el 30%” de lo que se consume.
Vega Pléyade registró en 2016, su primer año de actividad, una producción de gas de 1.800 millones de metros cúbicos, que significó el 90% de la generación del nuevo aporte de este fluído a nivel nacional.
Representó además entre 7% y 8% de la producción mensual de gas natural en la Argentina, y ubicó a Tierra del Fuego como segunda provincia productora de gas del país, detrás de Neuquén.
Sin ese aporte “la tasa de producción (de gas) hubiera caído al 0,5%, dado que en las principales provincias gasíferas la extracción cayó”, señaló el Oetec.
Alertó asimismo que “habiendo transcurrido los primeros cinco meses de 2017, incluso con Vega Pléyade, la producción de gas registró una merma del 0,84%, la más importante desde