Caleta Olivia
qEl conjunto norteño pudo festejar después de noventa minutos de mucho de sufrimiento. Ganó el domingo 2 a 1 a Estrella del Sur sobre el final y se desató la fiesta en el Barrio Gregores.
El Estadio Senador Almendra lució colmado ante una tarde con un clima impredecible, con viento y lluvia por momentos, pero donde finalmente salió el sol. El conjunto dirigido por Mario Ríos comenzó ganando el partido desde el vestuario con gol de Kevin González.
El volante central del norteño pateó el tiro libre desde muy lejos, la pelota picó en el área y luego de tocar tierra se hizo incontrolable ante el arquero del cuervo que nada pudo hacer.
Con la ventaja inicial, Catamarca controló el partido a su gusto, intentó no apurarse demasiado en los ataques, y contrarrestó muy bien las embestidas de Estrella del Sur.
En el complemento, el partido fue más intenso, Estrella del Sur se animó un poco más y tuvo su premio: un penal para la visita. El encargado de ejecutar fue Emanuel Paredes quién engañó al arquero y puso la igualdad en el juego.
A partir de ese momento todos se empezaron a preguntar qué es lo que pasaba en Pico Truncado: Estrella Norte ganaba 3 a 1 a Defensores, y con esos resultados el verde era el campeón.
Catamarca jugó muy apurado, buscando al área rival de cualquier forma y tuvo algunas chances claras de marcar, una con un cabezazo clarísimo de Ezequiel Oviedo que pegó en el palo y un gol que le fue anulado a Alan Licari por posición adelantada.
Con el tiempo reglamentario cumplido, y la tensión del aire que se podía cortar con un cuchillo el colegiado Damián Amusategui decretó penal para los locales por una mano que indefectiblemente existió.
Luego de casi 10 minutos de protestas, las cosas se tranquilizaron para poder continuar con el juego. Ariel Ayala pateó el penal a la derecha del arquero Emiliano Salcedo, quién adivinó la intención y logró contener con dificultad la pelota que se fue por encima del travesaño y se festejó como un gol.
Como lo hizo a lo largo de todo el torneo, Catamarca siguió yendo a pesar de las adversidades y sólo dos minutos después conseguiría su premio.
Una pelota en el área que ningún defensor azulgrana pudo rechazar quedó boyando con todos los jugadores norteños lejos, hasta que el balón cayó en los pies del iluminado Alan Licari que lo único que tuvo que hacer fue empujarla y salir a festejar.
Lágrimas de emoción en jugadores e hinchas ante semejante definición agónica del campeonato que logró obtener Catamarca después de 10 años de sequía. Un grupo que se hizo fuerte y ganó partidos importantes a lo largo de todo el torneo tuvo su merecido premio en un partido donde se sufrió más de la cuenta, pero que le da un sabor especial a la gloria. (Fuente: Patagonia Deportes)