captura de pantalla de la detención de Delgado

Caleta Olivia
Un caso de violencia de genero, puso sobre el tapete otro verdadero drama social que afecta seriamente a todos los sectores de la comunidad, pero que apenas se aborda abiertamente: el consumo de drogas.
Si bien el caso de la joven golpeada – lesionada – tras un confuso episodio el pasado miércoles en el barrio Mirador de Caleta Olivia se manejó como un tema de riña de pareja, lo cierto es que las repercusiones, sobre todo en redes sociales y con las declaraciones del único detenido por el hecho, expusieron claramente que el narcotráfico es el telón de fondo.
No obstante se debe señalar que la violencia contra la mujer y sobre todos los delitos de “genero” deben ser atendidos con la urgencia y la premura que las víctimas requieren.
Vale mencionar que todo comenzó cuando la víctima, una joven de 21 años ingresó al Hospital Zonal de Caleta Olivia, presentando lesiones, que luego se comprobaron incluyeron la rotura del maxilar inferior (mandíbula), por las cuales quedó hospitalizada.
Tras el hecho, familiares de la joven, identificada como Aldana, concurrieron a la Comisaría de la Mujer y la Familia, en donde radicaron la denuncia que incluyó agresiones físicas y abuso. Así se identificó al agresor como Germán Delgado, un sujeto de aproximadamente 30 años, y de inmediato, en redes sociales comenzó una catarata de denuncias de diverso tenor, y además quedó al trasluz que tema del consumo de estupefacientes.
De este modo, el caso sumó otros aspecto de alerta, y lo puso en un contexto de drama social. Fue precisamente, el denunciado como agresor y ahora detenido, quien poco antes de ser capturado dio su versión de los hechos vía Faceboock.
“Las cosas no fueron como están diciendo”, se defendió Delgado y luego contó que él habría intentado sacarla de un domicilio “en donde se cocina merca y se fuma”.
En su denuncia publica además sumó: el tipo droga a las pibas y después hace lo que quiere, eso lo sabe medio Caleta. Ayer me apuñaló la pierna”, reveló el denunciado, al tiempo que publicó en la misma red social la imagen de la supuesta lesión. Luego, tras entregarse a la policía y fue llevado a la guardia del Hospital Zonal para atender su herida, pero al ser consultado por los medios locales Frecuencia Patagónica y Voces y Apuntes, sobre el hecho de violencia y su denuncia sobre la existencia de cocinas de cocaína, guardó silencio.
Ayer, consultadas fuentes policiales indicaron que el denunciado aún no habría declarado ante la justicia, por lo que no habría ratificado o rectificado su denuncia contra el narcotráfico.
Por otra parte, se especulaba con que la Justicia Federal podría actuar de oficio, teniendo en cuenta que los delitos con estupefacientes son investigados por ese fuero.

Violencia de Genero, una verdadera epidemia
Solo en la primera quincena del 2019, ya hubo en nuestro país doce femicidios – al menos los hechos públicos – en tanto que son miles las denuncias por violencia y agresiones contra mujeres.
El escalofriante detalle fue revelado por la periodista Luciana Peker:
El 1 de enero Celeste Castillo, de 25 años, fue baleada por su esposo, el policía Héctor Montenegro, que se suicido, en Santiago del Estero. El 4 de enero, en Sáenz Peña, Chaco, Valeria Silvina Juárez, de 32 años, fue asesinada por su padre, Elías Juárez, de 63 años, que se quito la vida. El 7 de enero Daiana Moyano, de 24 años, fue abusada sexualmente, golpeada, estrangulada y descartada post mortem en un descampado del barrio La Floresta Sur, en Córdoba. El principal sospechoso es Alejandro Coronel y es el padre de sus dos hijas, de dos y seis años que está detenido. También ese día fue apuñalada 17 veces en la cara y 15 veces en la espalda Joselin Nayla Mamaní, de 10 años, en su casa de Longchamps. Su mamá, Sara Mamani la encontró en la cocina. Está imputado la ex pareja de Sara, Carlos Correa, por femicidio vinculado. El 8 de enero Gisel Romina Varela, policía, de 33 años, fue baleada, en Mar del Plata. Por el femicidio está detenido Sergio Alejandro Cejas, que tenía una orden de restricción de acercamiento desde agosto del año pasado. El 9 de enero murió Liliana Loyola, de 64 años. En noviembre del año pasado la habían quemado y por la gravedad de las heridas no logro sobrevivir. El principal sospechoso es su hijo adoptivo Juan Eduardo Echegaray, de 27 años. El 13 de enero fue encontrado el cuerpo de la adolescente Agustina Imvinkelried de 17 años, que estaba desaparecida, y fue asesinada. Ella había ido a bailar el sábado a la noche a Esperanza, Santa Fe. El domingo a la madrugada estaba esperando que la fueran a buscar. El principal sospechoso es Pablo Trionfini que se suicidó en su casa y expresaba odio hacía el placer de las mujeres y consignas contra el derecho al aborto en las redes sociales. El 15 de enero Danisa Canale fue asesinada a martillazos en Galvéz, Santa Fe. Su marido, Jorge Trossero, llamo a la policía para decirle que la había matado. El 16 de enero Romina Ugarte fue baleada en su casa en Cañuelas. El único detenido es su novio policía Nicolás Fernando Agüero, de 19 años.
El cuerpo de Carla Soggiu, de 28 años, fue encontrado el 19 de enero flotando en el Riachuelo. Había desaparecido días antes luego de activar dos veces su botón de antipánico en el barrio porteño de Pompeya.