sofia

Río Grande
A 11 años de la desaparición de Sofía Herrera, el Juez que lleva la causa penal solicitó formalmente la colaboración de Interpol para ubicar a un sujeto de nacionalidad chilena, considerado en esta etapa un posible testigo clave para resolver el caso.
El 28 de setiembre de 2008, Sofía se encontraba con su familia y un grupo de amigos en el ex camping John Goodall (a 65 kilómetros al sur de Río Grande) cuando se perdió de vista de forma misteriosa y –desde entonces- nunca más se supo de ella.
Agotadas todas las hipótesis, tras más de nueve años de investigaciones, en la causa surgió la pista de un presunto testigo clave, quien habría manifestado a terceros tener información sobre lo sucedido ese domingo en el camping, aunque su testimonio nunca antes fue incorporado al expediente.
En concreto, el sujeto en cuestión habría declarado a un efectivo de la Policía Rural (ahora retirado) que tenía datos concretos sobre la desaparición de la pequeña, en un diálogo sostenido poco tiempo después de que se perdiese el rastro de Sofía. Sin embargo, su testimonio nunca fue recogido por las autoridades judiciales.

Juez
Al tomar en sus manos el expediente el nuevo Juez de Instrucción Nro 1 de Río Grande, Daniel Cesari Hernández, decidió citar al sujeto para que ratifique su testimonio en sede judicial, pero transcurrido un año fue imposible determinar su paradero actual.
Conocidos del hombre aportan que es de nacionalidad chilena, que sólo lo conocen por un extraño apodo (“espanta la virgen”) que no tiene domicilio fijo y vive a modo de ermitaño errante a ambos lados de la frontera argentina-chilena en Tierra del Fuego y que poco tiempo atrás se habría instalado en Punta Arenas.
Pese a contar con datos de filiación, ni las autoridades argentinas ni las chilenas a las que se pidió colaboración pudieron dar con el supuesto testigo y es por ello que se ha pedido la colaboración de Interpol para ubicarlo y obligarlo a comparecer ante el magistrado.
Fuentes ligadas a la causa judicial confirmaron a radiofueguina.com que Interpol ya ha cursado la notificación denominada “alerta azul” y que se ha solicitado se modifique la notificación a “alerta roja”, lo que permitiría acelerar la ubicación y el traslado del misterioso testigo presunto.

Desaparición
Sofía Herrera desapareció de manera inexplicable. El domingo 28 de septiembre de 2008, diez minutos después de llegar al camping John Goodall, la niña de entonces 3 años desapareció y nunca más se supo nada de ella.
María Elena, su marido Fabián Herrera y Sofía se detuvieron en un supermercado a comprar comida y luego en una estación de servicio donde se encontraron con Noemí Ramírez y Silvio Giménez, quienes a su vez estaban con sus hijos de 2 y 9 años.
El grupo llegó al camping en dos autos que estacionaron cerca del camino. El lugar, un paraje casi desértico, es un rectángulo de 15 hectáreas cercado con un alambre de un metro de altura y seis hilos, el primero de púas. Sofía se separó por unos instantes de sus padres y desde entonces nadie volvió a verla.
Para la tarde ya eran cientos las personas en el lugar que se sumaron al rastrillaje de la Policía y los bomberos.
Los días posteriores la noticia llegó a los medios nacionales y durante los meses siguientes se realizaron operativos con apoyo del aeroclub y aviones de la Armada, la División Servicios Especiales de la Policía de Ushuaia y de Río Grande, la Brigada Rural de Río Grande y Tolhuin y el COP de región.

Notificaciones
Las notificaciones de INTERPOL son solicitudes de cooperación internacional o alertas que permiten a la Policía de los países miembros intercambiar información crucial sobre delitos.
La Secretaría General emite notificaciones a petición de la Oficina Central Nacional (OCN) y se transmiten a todos los países miembros. Las notificaciones también pueden ser utilizadas por las Naciones Unidas, Tribunales Penales Internacionales y la Corte Penal Internacional para localizar a personas buscadas por perpetrar delitos en sus jurisdicciones, especialmente genocidio, crímenes de guerra y delitos contra la humanidad.