Una vez más y como caballito de batalla previo a las elecciones, ya se comienza a hablar sobre la posibilidad de anunciar una vez más que antes de fin de año se podría llamar a licitación pública para la culminación de una de las obras más ansiadas por los vecinos de la región; la autovía Comodoro Rivadavia – Caleta Olivia.

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A los dichos que expresó durante estas últimas jornadas el presidente de Vialidad Provincial Mauricio Gómez Bull, sobre que la obra de frezado y repavimentación de la actual ruta N° 3 estaría en manos de la empresa CPC, propiedad de Cristóbal López, abre la posibilidad para que se pueda retomar la obra de la Autovía y la Circunvalación, teniendo en cuenta que la participación de CPC en la licitación marca que la empresa ha saneado sus inconvenientes con la Justicia. Lo antes mencionado es una de las cuestiones que impiden que se haga el llamado a licitación pública para las obras tan ansiadas.
Es por eso que, según se supo por fuentes propias y por un informe del diario Clarín, que antes de fin de año como parte del plan electoral, la ruta insignia de la corrupción en la Patagonia volvería a ser licitada. Es el tramo de la ruta 3 que une Santa Cruz con Chubut, y cuyo contrato tuvo Lázaro Báez por 9 años y luego Cristóbal López, aunque jamás se terminó.
La obra abandonada de Ruta Nacional 3 en Santa Cruz fue licitada hace 15 años.

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La ruta nacional 3, uno de los principales corredores viales del país, tiene un tramo en el sur patagónico que sigue siendo una deuda pendiente. Son 73,6 kilómetros que unen a Santa Cruz con Chubut, y que fueron licitados en 2006: en ese momento y hasta 2015 la obra quedó en manos de Lázaro Báez, tuvo un avance promedio del 36% y sobrecostos estimados en un 300%. El contrato -por 1.239 millones de pesos- fue deshecho. Después, bajando sus costos, la gestión de Mauricio Macri la relicitó -por 1.569 millones- y la ganó Cristóbal López, a quien le rescindieron el contrato por incumplimiento. Ahora, en plena campaña, el actual gobierno volverá a licitar la controvertida obra, que además es una de las que llevó a juicio a Cristina Kirchner por presunta corrupción en la obra pública. Estiman que el costo rondaría los 3.000 millones de pesos.
Transcurrieron quince años desde la primera vez que se licitó la obra conocida como Autovía Caleta Olivia – Comodoro Rivadavia, un corredor que une a ambas provincias y que además cobra relevancia por ser un camino por excelencia petrolero. Gran parte de esta ruta recorre la zona del Golfo San Jorge, que ambos distritos comparten con importantes yacimientos hidrocarburíferos: por allí transitan camionetas, camiones, todo tipo de vehículos vinculados a la actividad central de Santa Cruz y Chubut.
Otros números exponen su trascendencia: circulan más de 7.000 vehículos por día, un 30% de los cuales son camiones con maquinaria pesada petrolera. La traza circula por cornisas y atraviesa radas, bajo constantes vientos cruzados de más de 50 kilómetros por hora. El hecho de que la obra no se haya concluido, teniendo en cuenta estos factores, ha generado múltiples accidentes, gran parte de ellos con saldos fatales, según el relevamiento policial de la zona.

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Cuando en 2006 se licitó por primera vez, la obra se organizó en tres tramos, pero cada pliego fue otorgado a una empresa distinta de Lázaro Báez, que habían «concursado» entre ellas, con diferencias de centavos en sus ofertas, y es lo que la justicia federal llamó una «simulación de contratos para direccionar obras», a favor del ex socio comercial de Cristina.
Los tres tramos son parte del universo de licitaciones otorgadas al Grupo Báez, y que llevó por primera vez a Cristina Kirchner al banquillo de los acusados: la imputación sostiene que se direccionaron los contratos para favorecerlo, aunque no tenía capacidad técnica ni operativa para obtenerlos. Además, en la instrucción del caso se estableció que se pagaron sobreprecios promedio del 65% y que la mitad de las obras quedaron inconclusas.
Cristina Kirchner sostiene que todo responde a una persecución política. Báez avaló ese planteo y lo replicó durante su indagatoria en el caso. La pericia que ordenó el Tribunal Oral Federal 2 (TOF 2) analizó cinco casos testigo para determinar si hubo irregularidades en el otorgamiento de los contratos al Grupo Austral, y si existieron los sobrecostos denunciados.
Respecto de los tres tramos de la ruta 3, esa pericia pedida por ella misma confirmó los sobreprecios de más de 100 millones de dólares.
Ahora, fuentes del Gobierno confirmaron a Clarín que se está ajustando el proyecto ejecutivo y que el mismo «está en proceso final para volver a hacer la licitación pública». Los plazos indican que esto ocurrirá «antes de fin de año».
Veamos los números: a Lázaro Báez, los tres tramos se los adjudicaron en 1.239 millones de pesos. El gobierno de Mauricio Macri le rescindió los contratos y llamó a licitación por una oferta de 1.569 millones, que ganó Cristóbal López. El destino fue el mismo: el contrato se rescindió por incumplimientos en los plazos de obra y la ruta sigue sin terminar. El empresario denunció que el macrismo le impidió avanzar.
Cálculos extraoficiales del sector estiman que hoy esa obra -que además cuenta con multas que deben saldarse y otros impuestos- podría costarle al Estado más de 3.000 millones de pesos. En el gobierno aún no especifican el monto por el cual volverán a licitar la obra que se viene prometiendo hace quince años.
La gestión de Alberto Fernández reactivó 270 obras que recibieron «detenidas de la gestión anterior» y señaló que se licitaron más de 1.500 obras. Aseguraron además que se canceló la totalidad de la deuda heredada del gobierno de Mauricio Macri, «de 18.600 millones de pesos, que representaba el 21% del total de las erogaciones anuales de Vialidad Nacional».

Los sobreprecios denunciados

Cuando Báez obtuvo el contrato, se estructuró en tres licitaciones que fueron adjudicadas a empresas de su holding. La primera parte (Autovía Comodoro – Caleta, por 24 kilómetros) fue ganada por Kank & Costilla, de Martín Báez, por 215 millones de pesos. Sólo construyó el 27% y terminó cobrando 872,9 millones, es decir 305% más.
La segunda parte abarca desde el kilómetro 1867 al 1908, y se adjudicó a Austral por 313.6 millones de pesos. Pero el gobierno kirchnerista le pagó 1.309 millones (231% más), con un avance de obra del 24%. Finalmente, la tercera licitación «Avenida Circunvalación Caleta Olivia», le permitió a Austral cobrar 711 millones de pesos, con un sobreprecio de 386 % según la justicia. La obra sólo avanzó el 43%.
Para concluir las obras, la gestión macrista realizó un nuevo llamado a licitación a través de Vialidad Nacional, CPC SA -propiedad de Cristóbal López-, licitó por un valor de 1.569 millones -uno de los más bajos-, lo que lo posicionó primero en el ranking de las oferentes. Así terminó ganando la obra.
Pero dos años después, con López procesado por presunta defraudación al Estado por la falta de pago a la AFIP del Impuesto a la Transferencia de los Combustibles (ITC) por 8.000 millones de pesos, la Dirección Nacional de Vialidad le rescindió el contrato por «abandono de obra».