(Ámbito)
El analista de materias de Bank of America, Francisco Blanch estimó en un informe que el crudo Brent podría alcanzar los u$s120 para fines de junio del 2022. El analista comparte la misma visión que otros expertos al considerar la actual crisis energética global como la causa para que el precio del petróleo se dispare.
Hace un mes, la misma firma anticipaba un crudo en los u$s100 debido a la época invernal. Ahora, el organismo se muestra más optimista de la recuperación de la demanda mundial que continuará superando la oferta el próximo año y medio, llevando a una disminución de los inventarios. Por consiguiente, precios más altos.
Para la entidad bancaria, si bien el precio se está poniendo al día con respecto a otros combustibles, los mercados del oro negro han sido liderados por combustible bunker y nafta desde enero del año pasado para fábricas, productos petroquímicos y comercio. Mientras que la refinería se ha visto recortada. Tras el covid-19 los precios de la gasolina, el combustible para aviones y el diésel fueron los más afectados. Pero este escenario ha cambiado con el incremento en la demanda de la gasolina y destilados hace 5 meses.
Los precios del petróleo han aumentado recientemente por encima de los u$s80 dólares por barril, impulsados por la sustitución de gas por petróleo y un aumento en los viajes aéreos. «La demanda acumulada de petróleo fue la razón principal por la que establecimos un objetivo de 100 dólares para el Brent en 2022 en junio. Sin embargo, ahora creemos que el aumento de los precios mundiales del gas y el carbón ha impulsado la recuperación de los precios del Brent y el WTI. Mientras miramos hacia 2022 y 2023, todavía esperamos que el petróleo pase de un déficit abrupto», estimaron.
Los saldos futuros de petróleo no parecen excepcionalmente ajustados y el crecimiento de la oferta fuera de la OPEP + debería poder mantenerse al día con la demanda durante los próximos 2 años. Sin embargo, la capacidad de reserva de la OPEP + está disminuyendo debido a la falta de inversión.
En el largo plazo, Francisco Blanch advierte que los precios corren el riesgo de entrar en un fase de racionamiento de la demanda debido a la expectativa de un pico de la misma con respecto a las presiones por el cambio climático que han mantenido bajos los precios del crudo. Sin embargo, la conferencia COP26 no ha marcado una senda clara de «descarbonización agresiva o cero neto». Lo que indica que el mundo necesitará más petróleo del disponible en esta década.
Cabe destacar que cualquier colisión entre la rigidez de la oferta y la demanda solo podría complicar el escenario. De momento, las presiones inflacionarias están aumentando el precio en monedas locales del diésel y otros combustibles.
Otros inversores y bancos sienten que el petróleo se dirige a u$s100 dólares, y Goldman Sachs estima que la demanda de petróleo se acerca a los 100 millones de bpd (una cifra anterior a Covid), lo que lleva a un precio Brent de u$s90 para fin de año, y la demanda solo se fortalecerá a medida que llegue el invierno.