En el marco del mes de la mujer, se brinda información sobre la prevención de enfermedades en las diferentes etapas de la vida de una mujer. Además, se destaca por qué es tan importante realizarse los chequeos anuales para contar con una buena salud a lo largo de toda la vida.

La salud de las mujeres se refiere a la rama de la medicina que se enfoca en el tratamiento y diagnóstico de enfermedades y padecimientos que afectan el bienestar físico y emocional de una mujer.
“Según la Organización Mundial de la Salud, las mujeres son más longevas que los hombres. En 2016, la esperanza de vida mundial al nacer era de 74 años para las mujeres y de 70 años para los varones”, comenta la Dra. Valeria El Haj. Y agrega que: “Las mujeres sanas fundan y replican sociedades, entornos y familias sanas. Allí la intención de promover la acción por el cuidado de la salud femenina”.

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La salud de las mujeres y las niñas está influenciada por la biología relacionada con el sexo, el género y otros determinantes sociales impactando de manera diferente que en los hombres:
– Las enfermedades no transmisibles, siguen siendo la principal causa de muerte en el sexo femenino.
– Las enfermedades cardiovasculares son las que provocan el mayor número de defunciones entre las mujeres.
– Por lo que respecta al cáncer, el de cuello uterino y el de mama son los más frecuentes, y el carcinoma pulmonar, es la principal causa de defunción.
– Tienen más probabilidades de mostrar signos de depresión y ansiedad.
– Las lesiones autoinfligidas, incluido el suicidio, son actos que se pueden realizar en cualquier momento de la vida, y fueron la segunda causa de defunción entre las mujeres de 15 a 29 años de edad en 2015.
– Una de cada tres mujeres sufre agresiones físicas y sexuales en algún momento de su vida.
– Las mujeres y las niñas de poblaciones desplazadas a la fuerza o que viven en zonas de conflicto se ven más afectadas por las perturbaciones de los sistemas de salud, las dificultades para acceder a la atención sanitaria, y las violaciones y demás formas de violencia en contextos bélicos.
– La mayoría de las personas infectadas por el VIH son también mujeres, especialmente las jóvenes de 15 a 24 años.
– En los hogares y las comunidades, las mujeres son principalmente quienes se encargan de realizar tareas de cuidados a otras personas.
– El 70% del personal sociosanitario mundial es femenino. Sin embargo, la mitad de la contribución de las mujeres a la salud mundial, que equivale a US$ 3 billones de dólares anuales, no se remunera.
A su vez, las mujeres utilizan los servicios de salud más que los hombres, sobre todo los de salud reproductiva y aún así cada día, cerca de 830 mujeres fallecen por causas prevenibles relacionadas con el embarazo y el parto.
Para la Dra. El Haj, resaltar la importancia de la prevención es fundamental para detectar enfermedades en etapas tempranas que permitan abordar un mejor y más efectivo tratamiento. Es por ello que, enumera las consultas más importantes que deberían realizar periódicamente las mujeres según la etapa de la vida que se encuentre:
– Chequeos ginecológicos regulares, lo que incluye el examen de la pelvis y de las mamas promoviendo la prevención del Cáncer de Cuello Uterino (CCU) y mamario.
– Citología vaginal y examen del VPH.
– Examen de la densidad ósea.
– Consultas acerca de las pruebas de detección para el cáncer de colon.
– Vacunas que correspondan según la edad.
– Valoración de riesgos cardiológicos para un estilo de vida saludable.
– Pruebas hormonales para la menopausia.
– Salud sexual relacionada con la anticoncepción.
– Prevención y pruebas de detección de ITS.
– Salud reproductiva abarcando los cuidados durante el embarazo y el parto.

¿Cuáles son las enfermedades más frecuentes y cómo prevenirlas?

– Cáncer cérvico-uterino: este cáncer es causado por una infección persistente en el tiempo por algunos tipos de VPH. Las herramientas para su prevención son la vacuna contra el VPH, el TEST de VPH y el PAP.
El Papanicolaou (PAP) es un estudio sencillo que detecta lesiones en el cuello del útero, lo que permite tratarlas antes de que se conviertan en cáncer. Se recomienda que a partir de los 25 años las mujeres se realicen este estudio. Si durante 2 años seguidos el PAP da negativo, se puede espaciar a 3 años. El riesgo de desarrollar cáncer de cuello de útero aumenta con la edad y es mayor en las mujeres de más de 50 años, por eso es importante que las mujeres después de la menopausia se realicen este estudio.
– Cáncer de mama: la detección temprana del cáncer de mama aumenta las posibilidades de cura, para ello el método recomendado es la mamografía. Todas las mujeres entre los 50 y los 69 años de edad, sin antecedentes personales ni familiares de cáncer de mama, deben realizarse una mamografía cada uno o dos años.
– Cáncer de colon: el CCR afecta principalmente a mujeres y varones mayores de 50 años. Se puede prevenir porque se produce primero un pólipo que si se extirpa a tiempo evita la aparición del cáncer. Todas las personas mayores de 50 años debe realizar estudios de detección: test de sangre oculta en materia fecal y/o colonoscopía.
– Depresión-Ansiedad: no deben menospreciarse situaciones en las que la mujer se sienta desanimada, triste, abatida o haya perdido el interés o gusto por las cosas. Frente a esto, se recomienda realizar una consulta oportuna con un profesional de la salud mental para identificar el problema y las posibles soluciones o tratamientos.
– Diabetes: esta patología suele ser más frecuente en mujeres y también puede afectar el corazón, el cerebro, los ojos, los riñones y otras partes del cuerpo. Un análisis de sangre sencillo permitirá identificar señales de alerta e iniciar un tratamiento adecuado, en caso de que sea necesario.
– Infecciones de transmisión sexual: las infecciones de transmisión sexual pueden traer complicaciones para la fertilidad, afectar al bebé, en caso de estar cursando un embarazo, y causar otros problemas de salud. Por ello, se recomienda a las mujeres sexualmente activas realizarse pruebas de detección de infecciones por clamidia, gonorrea, HIV, sífilis, entre otros.
– Osteoporosis: es una enfermedad que adelgaza y debilita los huesos, los cuales se vuelven frágiles y pueden quebrarse con facilidad, especialmente los de la cadera, la espina vertebral y la muñeca. Cualquier persona puede desarrollar osteoporosis, pero esta enfermedad silenciosa es más común en mujeres adultas mayores. Un examen de densidad mineral ósea es la mejor manera para controlar la salud de los huesos.
– Enfermedad cerebrovascular: los factores de riesgo cardiovascular, como el colesterol elevado, la hipertensión arterial, el tabaquismo, el sedentarismo y la obesidad, son los mismos para hombres y mujeres. No obstante, después de los 75 años esta enfermedad es más frecuente en mujeres y la mortalidad es mucho mayor en ellas. Por este motivo, es necesario tomar conciencia sobre su importancia, brindando información actualizada, estimulando la prevención y la adopción de conductas saludables desde edades tempranas y contribuyendo a mejorar su diagnóstico, tratamiento y pronóstico.
– Sobrepeso y obesidad: estas situaciones pueden ocasionar diabetes y enfermedades cardiovasculares. Por ello, se recomienda conocer el índice de masa corporal (IMC) y, en caso de superar el valor de 30, realizar una consulta con un especialista.
“Afortunadamente, muchas patologías que afectan a las mujeres, pueden prevenirse. En este contexto, los profesionales de la salud, debemos comprometernos y optimizar cada consulta a fin de asegurar el bienestar físico y emocional de cada paciente”, finaliza la Dra. EL Haj.