Por Karin Hiebaum
Corresponsal Internacional

polonia

Cuando el 3 de mayo de 1791 el Sejm cuatrienal, también llamado Gran Sejm, adoptó la Ley de Gobierno de la Mancomunidad Polaco-Lituana, más tarde conocida como la Constitución del 3 de mayo, el Estado polaco-lituano se convirtió en el primero de Europa y el segundo del mundo que aprobó la ley fundamental. Para su época, fue un acto jurídico progresista y audaz que inició una serie de reformas. Constituyó la culminación de los centenarios lazos entre Polonia y Lituania.

Konstytucja
Hoy que celebramos el 230º aniversario de la adopción de la Constitución del 3 de mayo por el último Rey de Polonia y Gran Duque de Lituania Stanislaw August Poniatowski, cabe mencionar que fue la Constitución de mayo la que introdujo, entre otras cosas, el principio de la separación tripartita del poder, y reformó el sistema político existente garantizando un trato más igualitario a todas las nacionalidades dentro de la Commonwealth. La Constitución también expresó la voluntad de la nación de defender la independencia de Polonia tras su primera partición por Austria, Prusia y Rusia en 1772.

La Constitución del 3 de mayo, junto con su complementaria Garantía Recíproca de Dos Naciones, adoptada por el Gran Sejm el 20 de octubre de 1791, también confirmó una unión más estrecha entre las naciones polaca y lituana. El acta aseguraba, entre otras cosas, la igualdad de representación 1 a 1 en los órganos estatales compartidos de la Commonwealth para polacos y lituanos. Podemos decir con orgullo que los líderes de las dos naciones y estados, a pesar de todas las diferencias, fueron capaces de colaborar eficazmente en un momento crucial para su existencia. Este ejemplo ha servido para inspirar la cooperación y la amistad entre Varsovia y Vilnius hasta la fecha.

Desgraciadamente, los ambiciosos planes de reforma que se pretendían llevar a cabo en base a la nueva constitución se vieron truncados por la intervención armada de los rusos en 1792. Como acto jurídico, la Constitución del 3 de mayo dejó de estar formalmente en vigor en noviembre de 1793 en virtud de la resolución de la Dieta convocada al dictado de Rusia y Prusia en Grodno. Ese mismo año, los dos estados se repartieron Polonia por segunda vez.

Finalmente, el Estado polaco-lituano desapareció del mapa de Europa durante más de 120 años tras la tercera partición en 1795 llevada a cabo por Austria, Prusia y Rusia. Este acto, que viola todos los principios del derecho internacional, sólo se borró después de la Primera Guerra Mundial, cuando Polonia y Lituania recuperaron su independencia como dos estados soberanos.

Cuando Polonia recuperó su independencia, el aniversario de la adopción de la Constitución del 3 de mayo se celebró como fiesta nacional desde 1919. Bajo la ocupación alemana y soviética, así como bajo el gobierno de las autoridades comunistas en Polonia, cuando se prohibió la fiesta del 3 de mayo, la mayoría de los polacos siguieron observándola. En la República soberana de Polonia volvemos a celebrar la fiesta nacional del 3 de mayo desde 1990.

La Constitución del 3 de mayo y la Garantía Recíproca de Dos Naciones del 20 de octubre de 1791 son uno de los elementos cruciales de la herencia polaco-lituana. Su adopción fue fundamental para la actual cooperación de nuestros países en la UE y la OTAN.

Aparte de su historia común, hoy en día Polonia y Lituania colaboran en la realización de numerosos proyectos energéticos y de transporte que sirven a toda Europa. Los dos países también aúnan esfuerzos para reforzar la seguridad mundial, especialmente en la región.

Recordando su herencia común de la Commonwealth polaco-lituana, nuestros dos países apoyan a sus vecinos: Ucrania, que intenta proteger su soberanía e integridad territorial frente a la agresión y la ocupación rusas, y el pueblo de Bielorrusia, que merece libertad y democracia en un Estado independiente.