El ecologista y progresista Alexander Van der Bellen ha sido reelegido como jefe del Estado de Austria al lograr una mayoría absoluta del 55,4 % en la primera vuelta de las elecciones presidenciales celebradas hoy, según las primeras proyecciones, aún no oficiales, realizadas sobre voto ya escrutado.
Según esos datos, Van der Bellen, de 78 años, se ha impuesto cómodamente a los otros seis candidatos que concurrían en estos comicios y ejercerá el cargo, al que llegó en 2016, en un segundo y último ejercicio de seis años.
Según ese resultado, presentado por la emisora pública ORF, el segundo candidato más votado ha sido Walter Rosenkranz, del partido ultranacionalista FPÖ, con el 18,4 % de los apoyos.
El resto de aspirantes obtuvo entre el 8,4 y el 1,6 de los votos.
Nunca antes había habido tantos aspirantes al cargo de jefe del Estado.
Van der Bellen, que se presenta como independiente, fue líder del partido Los Verdes entre 1997 y 2008, y tenía ahora el respaldo de su antigua formación y el más o menos directo del gobernante Partido Popular (ÖVP), los socialdemócratas del SPÖ y el liberal Neos, que no presentaron candidato propio.
Esos resultados están calculados por una empresa demoscópica sobre voto el 65 % del voto real escrutado y con una estimación del voto por correo, que no se escrutará hasta mañana.
Van der Bellen ganó las elecciones de 2016 con el 53,8 % de los votos frente al candidato del FPÖ, tras un largo proceso de electoral de ocho meses debido a la impugnación de los resultados por los ultranacionalistas.
Sus primeros seis años como presidente, un cargo representativo con pocas competencias ejecutivas, han estado marcados por la pandemia, varias crisis de Gobierno, casos de corrupción y la situación generada por la guerra.