El Día Mundial de la Visión se celebra el 13 de octubre con el objetivo de concientizar a las personas sobre los diferentes tipos de afecciones visuales y sus tratamientos, sabiendo que casi todas estas son prevenibles o curables, lo que evita que el paciente pierda totalmente la capacidad de ver. En el marco de este día, se explican estas afecciones y la importancia de la detección temprana.

Según el primer Informe mundial sobre la visión publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de mil millones de personas en todo el mundo viven con deficiencia visual porque no reciben la atención que necesitan para afecciones como la miopía, la hipermetropía, el glaucoma y las cataratas.
«Indudablemente, la vista es uno de los sentidos más importantes que posee el ser humano y el que más utiliza. Y, si bien, el 80% de la información que recibe nuestro cerebro es a través de los ojos, la salud visual es poco valorada, es por ello que se estableció «El Día Mundial de la Visión» para intensificar la importancia de la prevención y que el tratamiento precoz puede evitar la pérdida de la misma», explica la Dra. Valeria El Haj.

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El informe, puso de manifiesto que el envejecimiento de la población, los cambios en los estilos de vida y el acceso limitado a la atención oftalmológica, en particular en los países de ingresos bajos y medios, son algunos de los principales factores que impulsan el aumento del número de personas con deficiencia visual.
La profesional enumera los síntomas que pueden indicar un problema visual, y por los cuales se debería consultar a un oftalmólogo:

– Visión borrosa al tratar de ver objetos de cerca o lejos.
– Dolores de cabeza a la altura de la sien.
– Fatiga o cansancio visual.
– Ojos llorosos o lagrimeo excesivo.
– Dificultad para leer letras pequeñas o realizar trabajos manuales.
– Alta sensibilidad a la luz o brillo.
– Ojos rojos o hinchados.
– Visión doble.

Entre las afecciones que producen mayor número de trastornos visuales la Dra. el Haj explica que las más frecuentes son:

– Miopía (trastorno para ver de lejos).
– Hipermetropía (dificultad para ver objetos cercanos).
– Astigmatismo (visión distorsionada por alteración de la curvatura de la córnea).
– Retinopatía diabética (complicación frecuente en pacientes diabéticos).
– Catarata (opacidad del cristalino).
– Glaucoma (lesión del nervio óptico por presión ocular elevada).
– Maculopatías.
– Presbicia (imposibilidad de ver con claridad los objetos próximos y que se debe a la rigidez del cristalino).

Y agrega: «No se deben pasar por alto las afecciones oculares que no suelen afectar a la visión, como la xeroftalmía y la conjuntivitis, ya que, son una de las principales razones por las que las personas acuden a los servicios de atención oftalmológica en todos los países».
Para gozar de una buena salud visual, la Dra. El Haj recomienda:

– Examen visual: es primordial una consulta con el médico oftalmólogo una vez por año.
– Vida sana: adquirir hábitos alimenticios ricos en vitaminas A, B, C, E, zinc y ácidos grasos esenciales ya que un déficit de estos puede desencadenar problemas en la vista.
– Evitar el cansancio visual: cuando los ojos empiezan a manifestar agotamiento, porque están rojos o hinchados, o no permiten enfocar bien un texto, la solución más eficaz es detener la actividad por un instante y apartarlos de la tarea que los sobrecarga.
– Prevención y tratamiento temprano: los anteojos para corregir y proteger la visión son importantes.

«Prevenir un problema visual puede ser muy simple y es posible. Una consulta anual con un oftalmólogo nos garantiza un desarrollo social y laboral digno, y a la vez resulta de gran importancia para poder detectar problemas que pueden ser resueltos a tiempo», finaliza la Dra. Valeria El Haj.